🖇️En el salón de clases🖇️

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—Naruto hey Naru — Shikamaru intentaba llamar la atención de su amigo rubio, que dormía profundamente  sobre su libro de administración y el profesor Asuma Sarutobi se debatía entre lanzarle un gis o el borrador, afortunadamente el rubio recobro algo de su conciencia antes de que el hombre se decidiera.

—¿Que pasa Shikamaru, no ves que estoy descansando? — el rubio se retiró la baba con la manga de su playera — dame cinco minutos más...

Asuma tenía una vena tan hinchada que le provocó una severa punzada en la cabeza

—¡Uzumaki!— gritó — ¡salga de mi clase ahora!

Naruto pego un brinco sobre su lugar y se encogió de hombros con las mejillas rojas de la vergüenza, sin protestar a abandono el salón.

Sasuke siguió con la mirada al rubio hasta que esté desapareció al cruzar la puerta. Una sonrisa malévola se asomó en su rostro. Esa era su señal.

—Voy al baño profesor Asuma— Sasuke camino hasta la puerta

— Me esta pidiendo usted permiso Uchiha o me está avisando... — el profesor estaba ya bastante irritado, primero el rubio y ahora el azabache.

—Le aviso — y así salió del aula.

Asuma contó hasta donde pudo, llevándose al final la mano a la nuca para darse un corto masaje.

— La clase se suspende aquí, no me siento bien— el hombre tomo sus cosas y salió del salón.

Todos los alumnos guardaron silencio...

—¡Hora libre!— alguien grito, después de eso todo mundo hizo lo que le pego la gana.

La espalda de Naruto se estrelló contra la pared de aquel abandonado salón de clases, según el horario en general esté se ocuparía dentro de dos horas por un grado menor que el que el actualmente cursaba; Sasuke y él tenían algo así como dos semanas que había dado el gran paso después de un escaso mes de novios, pero bueno ellos se conocían lo suficiente como para desperdiciar el tiempo en trivialidades como conocerse mejor.

Ambos aplicaban muy bien aquel viejo dicho  "el sexo es como el bicarbonato, una vez lo tomas repites"

Y ahora ellos tenía la mecha de la pasión encendida, razón por la cuál buscaban tocarse todo el día los siete días de la semana.

Regresando a la actividad anterior, donde el rubio era empotrado contra la pared, sólo queda añadir que nada puede permanecer oculto por siempre.

—¡Ah! ¡Sasuke!— gimió un sonrojado rubio contra la boca ajena, Sasuke aprovechó la oportunidad para masajear la lengua del rubio cuando esté abrio la boca para jalar aire y llenar los pulmones, deslizó las manos bajo la playera del rubio y un cosquilleo en su vientre le invadió cuándo tocó la tersa piel de su novio, la mente se le nublaba del placer ante la imagen que se producía en su cerebro dónde Naruto y el unían sus cuerpos entre jadeos, lamidas, arañazos, mordidas, palabras sucias y sonidos obscenos al chocar las pieles sudorosas una y otra vez.

Sin poder evitarlo sintió su falo llenarse e hincharse bajo la molesta tela del pantalón

—¡mh!,¡ngh! — jadeo Naruto liberandose de boca del azabache, la dulce sensación de las manos frías masajeando sus rosados pezones, le hizo lanzar el cuello hacia atrás apoyando la cabeza sobre la pared, un pequeño hilo de saliva se deslizó por el tronco del cuello, Sasuke sonrío por la imágen más malditamente cachonda que tenía frente de él, jamás imagino que Naruto tuviera esa vena de sensualidad y entrega, siempre era más bien un tanto tímido con los demás pero con él era una bomba de lujuria, amor y salvajismo — ¡Demonios! —murmuró— su miembro dolía horrores y exigía ser liberado para ser tocado y penetrar aquel delicioso camino sensible del rubio.

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