Minutos después llegue al colegio, mi mirada bajaba cada que pasaba alguien del grupo de los populares o cualquier otra persona.
Era extraño que ninguno de ellos tirara de mi cabello, chocarán "accidentalmente" contra mis hombros logrando tirar mis pertenencias, o bien, llegarán a saludarme y darme la bienvenida. Pero nada sucedió.
Fue entonces que me di cuenta de que ya no era el objetivo de los demás, por fin podría ser una estudiante normal.
-Chicos tomen asiento por favor.- dijo la directora entrando a nuestra clase casi al toque de la chicharra.- el día de hoy tendremos el honor de recibir en nuestra institución unos cuantos compañeros de intercambio. Pasen por favor.
-Es un placer.- los suspiros de las chicas se hicieron presentes.- mi nombre es....-me paré de golpe al verlo frente a la clase.
-Señorita, ¿se encuentra bien?.- dijo la directora. Todos me observaban curiosos.
-Ahh, claro, yo lo siento.- iba a tomar asiento cuando su voz me lo impidió.
-Nos volvemos a encontrar.
-Por lo visto, ya se conocen. Ya que es así me gustaría que usted se encargara de mostrarle el colegio a su compañero.
-¿Yo?.- trague saliva.
-Así es. Espero que todos se lleven bien.- sonrió y salió del aula y la chicharra timbro.
Mierda.
Dirigí mi mirada a él y estaba con una sonrisa al igual que sus amigos.
-¿A que esperas? Vamos.- bufé.- dije... Vamos.
-No.
-¿Que?
-Dije... No. Puedes buscar a alguien más, no me interesa.- tome mis pertenencias y me levante de mi asiento.
-Escucha.- dijo tomando me del brazo.- a partir de hoy, harás lo que yo diga. ¿entiendes?.- dijo tocando mi cíen con su dedo índice.
-¿Quien te crees que eres para darme órdenes? ¿eh?.- dije alejando su dedo de mi.
-Oye, tu...- dijo el pelirrojo.
-¡¿Que?!.- dije arta.
-Estas jugando con fuego. Puedes quemarte.- okey lo admito eso me asusto. Y al parecer el idiota lo notó pues sonrió con aire de grandeza.- vete con cuidado niñata sin cerebro.
Los ignore lo más que pude y me aleje de ellos.
Apreté mis libros contra mi pecho, mire hacia atrás por el rabillo del ojo y ahí estaban, observándome cada uno de ellos.Presentía que algo malo saldría de esto.
Camine y camine pensando en todo lo que había sucedido en estas ultimas horas.
Me dirigí a mi casillero, cambie algunos libros por otros y camine hacia mi próxima clase del día de hoy.
Al llegar a mi clase, todos miraron hacia mi y se reían. Apreté los labios y camine hasta mi lugar el cual al tocarlo se encontraba repleto de algo viscoso que parecía ser miel.
Miré a todos los de la clase y pare en el lugar que estaba detrás del mio. Un chico que dormía plácidamente. Trague fuerte al ver en su mochila (abierta) unas cuantas botellas de miel vacías, lo miré despertar y mirarme con una sonrisa burlona.
-¿Que sucede pequeña?.- fingió un bostezo.
-¿Fuiste tu?.- dije entre dientes.
-Tomen asiento, la clase ya va a comenzar.- dijo el profesor.- señorita, ¿podría tomar asiento?.- tome aire.
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(PAUSADA)
Teen Fiction-Siempre estaré a tu lado. bufé al escuchar la típica promesa de un par de enamorados. promesa que terminaría rota. ¿Porque no creo en las promesas? fácil. siempre que me prometían algo terminaban rompiéndolo. deje de en esas palabras cursis y en mu...