El timbre de su celular lo sacó de la concentración en la que estaba mientras ordenaba el papeleo de rutina que debía llenarse después de un agitado día como oficial de policía en Seúl.
−¿Hola? –Preguntó, atendiendo al número desconocido sin prestarle mucha importancia.
−¿Tienes tiempo para ver a un amigo?
La voz al otro lado de la línea lo tomó por sorpresa, pero después optó por alegrarse y sonreír al responder.
−Cuando quieras
−Ahora mismo si es posible –Sugirió el otro sin titubear, haciendo evidente que tenía una sonrisa en los labios-. Te espero en el Mouse Rabbit.
La llamada se cortó, dejándolo un tanto sorprendido.
Estiró la mano para fijarse en la hora de su reloj pulsera. Le tomaría por lo menos 15 minutos llegar a la cafetería en la que se había dado cita y era justo la hora en la que debía volver a casa.
Ordenó cada expediente en su respectivo folder y los guardó en uno de los cajones de su escritorio antes de tomar su chaqueta y salir de la estación.
−¿Llevas prisa? –Lo interrogó Changmin a la distancia, mirándolo con una sonrisa que ni él pudo igualar.
−Nos vemos mañana, Max –Se despidió, en medio de un claro asentimiento.
Al final tenía que agradecerle. Gracias a él tenía trabajo. Aunque cuidar del resto de los mortales que habitaban Seúl no era tan agradable y placentero como su antiguo empleo.
−¿Acaso engordaste? –Inquirió Kangin, saludándolo con un abrazo en cuanto lo tuvo enfrente.
−No tanto como tú –Se defendió, devolviéndole la sonrisa y tomando asiento frente a él.
−Ha pasado tiempo –Suspiró su ex colega, dando un sorbo a la bebida que había ordenado momentos antes y que probablemente se convertiría en su favorita- Seis meses, exactamente.
−Siwon asintió, sin saber muy bien qué decir. El camarero se acercó oportunamente, interrumpiendo el incómodo silencio que comenzaba a crearse, algo que le agradeció con la mirada.
−¿Lo de siempre? –Esbozó el muchacho, solo para que él asintiera animosamente antes de verlo retirarse.
−Veo que por fin te convenció Max –Rio Kangin, recordando que alguna vez le había escuchado decir que no quería unirse a la policía.
Se encogió en hombros, limitándose a responder con un: −No está mal por ahora.
−Siwon ¿Qué pasó después de la última vez que te vi en el hospital? –Preguntó el otro después de unos segundos en los que ninguno supo que mas decir.
El pelinegro vaciló un momento, permitiéndose recordar esos días que no se distinguían por ser precisamente los mejores en su vida.
−Despertó –No era necesario decir el hombre, ambos sabían perfectamente de quien hablaban-. Y no pude decirle que todo lo que tenía había desaparecido. Hasta que lo interrogaron y le dijeron que su padre también era un delincuente.
Kangin se aclaró la garganta, consciente de lo difícil que había sido explicarles a las autoridades que él era un simple empleado que trabajaba para la familia Cho y que no tenía permitido inmiscuirse en los asuntos personales o de negocios de su jefe.
Si había sido difícil para él, no se imaginaba que tan malo había sido para Kyuhyun enterarse de que toda la fortuna de su familia, que mucho podría ayudarle después de la muerte de su padre, había sido confiscada por las autoridades.
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Beautiful Temptation [Wonkyu + 18]
FanfictionSu trabajo era protegerlo de cualquier peligro, pero resultó que el peligro era él. Y es que cuando Cho Kyuhyun se cruzó en su camino, no esperó que estuviera dispuesto a romper con todas y cada una de sus reglas.