CAPITULO IV "REVELACIONES"

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Apagamos las luces, las órdenes de mi tío Matías eran claras, pero a falta de los desobedientes, aquí me tienen a mi

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Apagamos las luces, las órdenes de mi tío Matías eran claras, pero a falta de los desobedientes, aquí me tienen a mi. 

Estos hijos de puta secuestraron a mi hermano, mi hermano mayor, mi ejemplo de vida, mi salvador y mi maestro, eso no se lo perdonaría ni a mi madre. Cargué mis armas y disparé a más de uno con el ánimo de matarlo, estoy hasta la madre de esta gente, se metieron con una de mas personas que mas amo y admiro en este mundo. 

Se supone que Matías, Eric y Ánder eran los encargados de sacar a mi hermano, de alguna forma, Galilea había sacado conclusiones, y creía saber en qué lugar lo tenían...

Así que desobedientemente rompí mi línea y corrí al lado contrario, donde el plan era entretenerlos mientras los otros sacaban a mi hermano, pero no pude con esto, la realidad es que estaba poseído por algo mucho más fuerte que yo. 

Corrí por todo el pasillo, incluso derrapé un poco al momento que escuchaba a alguien correr en mi dirección.

Edgar Carrillo...

Se metió las manos a los bolsillos y echó el cuerpo un poco atrás, me miró sonriente.

- vaya vaya, hasta que decidiste ser un hombre... 

dejé caer el arma y la lancé lejos de mi con el pie, respiré profundo...

Edgar hizo lo mismo, dejó caer el arma, sé que soy un suicida, la operación que me hicieron en el corazón aún no me tiene óptimo para pelear, pero de que le rompo la madre aunque después me dé un infarto, se la rompo.

Lo dejé que atacara primero y lo recibí con la rodilla, se giró dándome la espalda con la mano en la cara...

- vaya, el maricón sabe tirar golpes... mínimo... 

- ven hijo de puta, te voy a enseñar de qué estoy hecho, que nunca me hayas visto en acción, es un problema que vamos a solucionar...

volvió a atacar y de nuevo lo recibí con un golpe... 

me dio uno que me hizo retroceder, me reincorporé y le di uno más... lo tomé del cuello y lo estrellé en la pared, le di varios golpes en las costillas y gemí gustoso...

- vamos hijo de toda tu puta madre, no sabes lo que acabas de ocasionar... nunca, nunca debiste tocar a mi hermano...

gruñí...

- ¿ese inútil parapléjico que está dentro? por Dios, otro poco y no tienes hermano, será medio, con eso de que solo le funciona a medias... te hice un favor, por lo menos tienes mas atención de tus padres desde que lo traje a hospedar aquí ¿que no? 

Se ríe y eso me enciende más...

Me lanzo a él y de nuevo lo golpeo, me golpea y lo golpeo... no siento sus golpes... pero sé que él siente bien los míos. 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐏𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐋𝐞𝐚𝐥𝐞𝐬 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora