CAPITULO XIV "SIGUES TÚ"

852 87 33
                                    

el gobernador había mandado a su gente al penal y nunca llegaron

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

el gobernador había mandado a su gente al penal y nunca llegaron...

hago crujir mi cuello mientras analizo la maldita situación... 

¿qué mierdas pasó aquí? 

golpeteo mi escritorio con mis dedos de forma sincronizada, frunzo el ceño... ¿estará tomando partido por algún grupo?

- ¿en qué piensas?

me dice Karen mientras me besa el cuello...

- ¿por qué el gobernador frenaría la ida de los judiciales a Puente Grande por los Palacios? 

- porque lo han comprado...

- si lo hubieran comprado hubieran ido por Irving... así que no, por ahí no va la cosa...

- ¿por qué no lo preguntas?

- que lista - dije de forma sarcástica - no seas estúpida, no puedo preguntarle eso...

- ¿que te lo impide?

- ¿cómo voy a preguntarle? le diré, oiga señor gobernador ¿por qué chingados no mando electrocutar al Palacios?

- si... es una buena pregunta...

- ese accidente te jodió cabrón la cabeza verdad ¿mi amor?

le beso la clavícula... 

- eres tan idiota a veces que me he preguntado más de una vez que es lo que mierdas te vi...

se levantó de mis piernas en dónde se había sentado y salió de mi despacho... 

que se largue, ahorita no quiero distraerme de ese culito suyo... al tiempo que ella salía, Christian entraba. 

- ¿que le pasa?

- está loca, todas las mujeres lo están... ¿tienes alguna novedad?

- creo que ya sé porque el gober frenó a los judiciales... parece que alguien se ha metido por su hija menor que vive en Tonalá... 

frunzo los labios...

- que puto listo ese Palacios... ¿quién los dirige? 

- Matías todavía... 

- ese cabrón sabe a lo que está jugando... 

- regularmente sabe jugar bien sus cartas, Edgar, y nosotros nos estamos viendo lento...

elevo las cejas mientras miro al Bueno...

- ¿estás bromeando, verdad?

- ¿acaso tengo cara de bromear? Irving tiene razón, mi mamá se está alentando, y la suya, ni se diga... 

- ¿me estás diciendo lento?

- mira, Edgar, tómalo como quieras, ellos ya rompieron las reglas, nosotros seguimos guardando eso y ésta tarde enterramos a uno nuestro más, como pasó con mi hermana, como pasó con Aurelio y como va a seguir pasando mientras no muevas los hilos que tienes en las manos... 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐏𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐋𝐞𝐚𝐥𝐞𝐬 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora