Hace seis días empecé una especie de terapia para olvidarte
aunque no hago más que recordarte.
Es jueves,
y las cosas siguen igual,
el corazón me duele igual.
Siempre me dijiste que jamás dedicara mi canción favorita a alguien,
que solo es una tontería para estropearla,
y joder,
que razón tenías.
Ahora no puedo dejar de preguntarme si cuando pienses en Taylor Swift,
te acordarás de mi,
y cuando estábamos tirados en mi cama,
y me prometías que nos íbamos a ir a Hawaii,
por que los jueves de estudio daban demasiado asco para aguantarlos una tarde de enero en mi casa.
Son seis días los que no he podido dejar de versarte,
y es curioso,
por que cuando más quiero sacarte de mi mente,
más hondo te clavas,
y llevarte aquí entre corazón y costillas es jodido,
aunque lo es más pensar que ya no volveré a ser tu musa,
que esa canción que estás escribiendo ahora mismo,
no es para mi.
Siempre fuiste el más fuerte de los dos,
ese príncipe azul desteñido a negro,
siempre fui la loca de medianoche,
esa princesa que se paseaba por tu vida,
dejándose zapatos de cristal,
copas vacías,
y congelando todo lo que tocaba.
Y de alguna forma
arrasaste con el invierno,
fue como si estuviera en otro hemisferio
(el de tu cuerpo)
Seis días es mucho tiempo para alguien como yo,
que duerme con el sol
por que la luna le recuerda demasiado a tu sonrisa.
Y claro,
aquí estamos de nuevo,
más tarde que nunca,
pero ya sabes lo que dicen:
"mejor tarde, que nunca".
Malditos jueves que no pueden olvidarte.
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Sinfonía número 13
PoesiaUn día me rompieron el corazón a trocitos muy pequeños, y mientras busco pegamento para volver a unirlos, escribo.