Anohana ~ ¿Menma?... [Completa]

Capítulo 06 - ¿Cuantó más durará?...

No había podido dormir.
La mirada de Menma, seguía bien presente en su mente — como si ella siguiera allí observándolo.  "¿Qué le ocurría?" Era la respuesta que trataba de hallar, pero ya hacía mucho que había dejado de comprender aquel mundo de fantasía... De hecho, no la había comprendido desde un principio; es más... ¿Por qué seguía siquiera soñando? Es que... ¿No terminaría nunca? Cierto que antes, había deseado que eso no ocurriera de verdad, pero tenía que asumirlo...

"Cuando despertará el dolor sería mayor que antes."

—Si tan sólo pudiera volver atrás...

Estiro el brazo hacia arriba. Quizás... Si rogaba, su sueño se hiciera realidad. Si tan solo... Se hiciera realidad... Podría salvar a Menma; y entonces... ella de verdad estaría allí.

—"¡Jintan!"

Apretó los párpados.
La voz de su amiga, siempre le hacía querer permanecer más allí. Ya era suficiente. Ella tan sólo quería descansar en paz.

"¿Cómo podía ser tan egoísta?"

—¡Buenos días! — Un grito en su oído, le sacó de cualquier pensamiento

—¡Ah!

Se cayó de la cama y se quedó asombrando, al ver a su amiga albina.

Nuevamente, vestía una linda prenda de un tenue rosado, que sólo la hacía verse más mona de lo que ya era.

—¿C-como has e-entrado? — se encontró aún, tratando de coger suficiente oxígeno para llenar los pulmones.

—¡Tu papa me dejó entrar! — estiro al máximo la comisura de sus labios y se agachó para estar a la altura de su amigo — ¡Vamos a salir!

—¿Eh? —Jintan aún seguía empanado.

—¡Vamos, vamos, vamooooos! — grito inquieta, tirando de él con esmero.

Parecía, una auténtica hiperactiva. Aunque... un poco si lo era...

—En ese caso... — la arrastró hasta la puerta y la dejo fuera — ¡deja que me cambié! —Le acribilló con la mirada.

Como una perrita fiel, la albina permaneció sentada sobre el suelo de madera, hasta que su amigo salió y él se sorprendió, al verla de aquella manera.

—De verdad Menma, eres increíble — sacudió la cabeza, esbozando una pequeña sonrisa.

Eso es lo que necesitaba. Distraerse y no pensar tanto en lo que estaba por venir...

—Buenos días — salió el padre de Jintan del salón.

—Buenas, ¡nos vamos! — exclamó Menma, saliendo de casa con Jintan arrastras.

—¡Oye, Menma! —Jintan se esforzaba por seguir su ritmo — ¡Hasta luego papa! — se despidió con un ademán mal hecho, pues Menma no le dejó más.