Capítulo 04 - Sentimientos

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"Ha cambiado. Lo sé".

Menma, silencio a Anjo...con una amplia sonrisa.
Después se dio la vuelta y siguió caminando delante; dando pequeños saltos, mientras tarareaba una canción...
Jintan había cambiado. Era normal después de los sucesos que le habían ocurrido... Pero por mucho que cambiará, ella seguiría a su lado. Le quería. Era la persona más importante para ella. Por eso nadie, ni siquiera él mismo lograría que ella se alejara.

"Después de todo ella deseaba..."

—Me gusta —Los pasos cesaron —Estoy enamorada de Yadomi...

Un volcán ya estaba en erupción y le había impactado en la cara sin ni siquiera dar por ello.
¿Qué podía hacer en aquella situación? Ella era inexperta...
El pecho le dolía intensamente... Quería llorar... Pero lo que salió fue todo lo contrario.
Con una risa, después de una larga sonrisa... se escapó de la aguda situación.
Ni ella misma se percató, de las palabras que salieron de sus labios a continuación.

🍱🍱🍱

—Ah... Quiero dormir un rato más...

Un dormilón, se aferraba a la almohada con uñas y dientes, negándose a abandonar el nido, pero allí estaba presente una niña que no se rendiría hasta arrancarlo de la cama; y si no lo conseguía por las buenas, sería por las malas...

—¡Arriba, Jintan! — Se tiró encima del susodicho y este se dio tal susto, que no le quedó más remedio que abandonar su almohada.

—¡Menma!

Se levantó con ella pendiendo de su cuello, con una expresión sin descripción posible y con una cara roja de la pena.
Pese tener su corazón acelerado por el susto, la sonrisa de Menma, junto a su risa de niña juguetona, lograron sonsacarle una sonrisa.

"Era imposible enfadarse con ella pesé a lo que hiciera..."

—Eres tremenda — fingió una riña y le apretó suavemente la nariz.

—¡Lo soy! — afirmó con entusiasmo, balanceándose suavemente en el cuello de su amigo.

Jintan se rió en su interior y señaló al despertador.

—Vamos a llegar tarde — se burló.

Las pupilas de la albina se dilataron y a una increíble velocidad, se soltó y tomó el uniforme de su amigo, el cual le arrojó encima.

—¡Rápido! — comenzó a dar saltos de ansiedad en cuanto miraba al despertador varias veces — ¡Arai-sensei, me reñirá!

*El profesor de educación física. Un hombre de unos cuarenta años, corpulento, con una altura increíble de metro y noventa; ojos afilados de gavilán de tono oscuro y cabello teñido en rojo, en plan jefe de pandilla.
Su cara da razón para tener miedo, pero no se compara a su terrible carácter...
Detesta sobretodo, que sus alumnos lleguen tarde; ya que su lema es: El deporte por encima de todo.

—¡Eh! —Le señalo Jintan con el dedo acusador — realmente te asusta el *sensei — Se burló.

Había descubierto una de las debilidades de Menma; de la Menma que desconocía...

"La Menma que nunca había muerto."

Ella seguía allí. Había crecido, cambiado de colegio.

"Seguía sonriendo..."

—¡Claro que le tengo miedo! — reconoció dejando al descubierto dos gruesas lágrimas en las esquinas de sus ojos — ¡Se la pasa riñendo a todos!

Anohana ~ ¿Menma?... [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora