Capitulo 1

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Seis de la mañana, sonó el despertador, su canción favorita sonó, la estaba odiando, escuchar la misma melodía todos los días a la seis de la mañana no era tan agradable, estiro su mano y lo apagó, se sentó en la punta de la cama, sintió sus pies con el suelo frío de cerámica, se levantó y se dirigió al ropero, se puso su ropa preferida, un pantalón de jeans con sus zapatillas converse, su remera de su banda favorita "The Beatles".

Fue al baño, se lavó la cara, se cepilló los dientes y se peinó, y un poco se maquilló, no quería ir tan fea a la escuela.

Sofía, de catorce años, tenia ojos azules, era rubia no era tan alta pero tampoco era tan baja  e iba a handball, era su deporte favorito, va allí desde los siete años.

Tenía que desayunar, pero antes tenía que despertar a su madre.

Vivían solas, ya que su padre, al enterarse que su madre se embarazó de ella, una noche de invierno, preparó un bolso, puso un poco de ropa, sacó todo lo que había en un frasco de ahorros, y se fue sin dejar ningún ruido, dejando a una mujer embarazada, sola y abandonada, con las esperanzas, de que algún día, el hombre de su vida, volvería.

-Levántate mamá, se nos va a hacer tarde y tengo que llegar temprano para sacar fotocopias y tengo que entregar un trabajo que nos pidió la profesora.
Dijo desde la puerta de la habitación de su madre, no quería entrar.
-Okey, ya voy.

Sofía y su madre no tenían una relación como todas, tan bien no se llevaban. Ellas tenían pocos recuerdos que sean lindos y que esten juntas, muy pocos, demasiados. El único recuerdo que tenían era de un viaje de dos días, donde fueron a conocer las nieve. En realidad era el único recuerdo porque la mama de Sofía la había dejado llevar a una amiga, entonces ella llevo a su mejor amiga, Florencia.

Eran mejores amigas desde los seis años, se conocieron en la escuela e iban juntas a handball, pero Florencia dejó por causa de un accidente de auto, por culpa se su padre que estaba pasado de copas, tuvo una lesión, que le impidió jugar por mucho tiempo. Al tiempo que estaba recuperada, no quería volver a pisar la cancha, en su vida.

Luego de desayunar, Sofía tiene que ir a escuela.

La pasa a buscar Tobías, un chico alto, con rulos, el chico que le gusta desde hace dos años.
El piensa que son mejores amigos, pero el no se da cuenta de que Sofía hace varios meses no siente lo mismo que el, no lo quiere de la misma forma.

En fin, Sofía tiene que vivir con ese secreto mientras sea posible, era obvio de que Tobías no sentía lo mismo que ella porque le habla sobre la chica que le gusta.

El le habla todos los días sobre ella, sobre su forma de ser, su forma de expresarse, básicamente para Tobías la chica es perfecta, bueno, siempre cuando nos gusta alguien le vemos todo positivo, hasta sus defectos ¿O No?

Llegaron a la escuela y les tocó despedirse, no querían, la charla que estaban teniendo estaba demasiada buena como para cortarla y seguir hablando en los recreos, que duraban diez minutos cada uno.

Se encontraban todos los recreos al lado del bañó de hombres.

Los chicos del último año estaban justo al lado del baño y siempre los veían juntos, ellos decían que siempre tuvieron una amistad así, que atrás de esa amistad había algo de "amor", que siempre terminaban siendo novios pero no duraban demasiado, un mes o dos solamente duraba el supuesto amor que se tenían entre ellos.

Once treinta y cinco del Miércoles, era el único dia que Sofía y Tobías, No salían al mismo horario. Asique Sofía se tiene que volver sola.

No había muchas cuadras desde la escuela a la casa de Sofía, específicamente había unas ocho cuadras.

Se quedó unos minutos hablando con Ana, era amigas desde que tenían tres años de edad, básicamente, crecieron juntas. Estaban sobre un trabajo que tenían que hacer las dos juntas justo un día después, pero esos minutos se convirtieron en una media hora.

La madre llegaba de trabajar a las doce exactas de su trabajo, trabaja en una panadería que quedaba cerca de su casa, la mama de la mejor amiga era dueña de esa panadería, asique no se hizo difícil conseguir el trabajo.
No era un sueldo tan grande lo que cobraba, pero alcanzaba para comer, pagar las cuentas, y las cosas básicas.

Sofía se puso los auriculares y se fue con el paso apresurado a su casa, estaba muy asustada por como iba a reaccionar su madre al ver que llegaba tarde a su casa, pero más asustada iba a estar con lo que le iba a pasar en el camino a su casa.

La Desaparición de Sofia. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora