Capítulo 4

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Este capítulo tendrá un enfoque un poco diferente, espero no arruine el flujo de la historia, que creo el siguiente será el último capítulo.

Si Sayukamon podía ser sincera consigo misma, pese a todo lo que había pasado, no esperaba que Beelzebumon realmente decidiera en el acompañarlos.

Con ella habiéndolo intentado en más de una ocasión antes, encontraba impresionante el hecho de que Dukemon hubiera conseguido hacer que volviera con ellos en menos de la mitad del tiempo que la kitsune llevaba tratando de convencerlo de hacerlo.

Aunque, al voltear hacia atrás para verlos y contemplar como ambos conversaban tan amenamente mientras marchaban, y en especial a Beelzebumon, quien se le podía escuchar una risa tan sincera que la sacerdotisa no había escuchado provenir de él en tanto tiempo, le hacía ver claramente el porqué.

—Sigo creyendo que no es buena idea que él venga con nosotros —se quejó SaintGalgomon como susurro, agachándose un poco al lado de Sakuyamon para evitar que el resto lo escuchara.

—SaintGalgomon, Beelzebumon es nuestro amigo —lo regañó la sacerdotisa, sabiendo plenamente a quién se refería con "él"—, hay que darle otra oportunidad, entre más ayuda tengamos para nuestra tarea, más posibilidades tendremos de concretarla.

El gigante metálico aceptó a regañadientas, aunque Sayukamon sentía que él seguía sin estar de acuerdo en ello, aunque decidió dejar la discusión de lado.

Los seres Digitales siguieron andando en las planicies del desierto, sin ningún rumbo fijo, hasta que no muy lejos de su posición se podía divisar un pilar de luz rosa.

—¡Ahí está —avisó Dukemon mientras se alejaba del grupo con dirección hacía aquella luz— ¡Andando!

Beelzebumon se quedó extrañado ante la reacción del caballero, y sólo se quedó aún más cuando todos los demás empezaron a seguir al Caballero y lo dejaron atrás.

Al darse cuenta de que ya no había nadie, decidió correr con toda la fuerza que tenía para alcanzarlos, prefiriendo preguntar qué ocurría después.

A pesar de que con la restauración y separación entre ambos mundos se había disminuido su aparición, eso no significaba que la anomalía de los pilares de luz desapareciera por completo. Sólo ya no eran tan comunes como antes y su velocidad al desplazarse era ahora mínima.

Tras correr por lo que parecía haber sido una eternidad, los Digimones finalmente llegaron ante aquel pilar de luz.

—¡Esperen! —gritó alguien atrás de ellos.

Todos voltearon sus miradas hacia atrás para ver a Beelzebumon corriendo desesperado tras ellos. Cuando finalmente logró alcanzar al resto, éste apoyó sus manos sobre sus rodillas, tratando de recuperar el aliento.

—¿Y esto qué? —preguntó el Señor Demonio entre jadeos, observando la extraña formación de luz.

—Es cierto, tú no estabas con nosotros en ese momento —dijo Dukemon volteando a ver a su compañero—, se trata de un fenómeno natural de este mundo. ¿Qué nunca trataste de acercarte a uno de estos en el tiempo que no estuviste con nosotros?

El Digimon de la gula se encogió de hombros ante la pregunta del caballero.

—Eh, a diferencia de ustedes, el ponerme a tocar todo lo que brilla como insecto atraído por la luz no es mi idea de diversión supongo —se mofó el Digimon demonio cruzándose de brazos con una sonrisa burlona en su rostro.

El Caballero y el Demonio (Dukemon x Beelzebumon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora