emparejamiento Were-Hunter

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Emparejarse es un asunto serio en el mundo Were. Emparejarse no es sólo sexo; es el descubrimiento de tu alma gemela. El alma gemela es elegida por los Destinos. Como muchos de los animales
que Lycaon cruzó con los Apólitas eran unos que se emparejaban de por vida, la perspectiva de encontrar a un alma gemela para la mayoría de los Weres es tan natural como respirar.
He dicho natural, no fácil. Para algunas especies, emparejarse
involucra una caza o una persecución. Para algunos, la hembra debe haber alcanzado la madurez y estar lista para recibir al macho. Para otros, es sólo la divinidad de las propias feromonas. Luego todo ese
instinto animal tiene que ser sopesado entre dos Weres en forma humana, con todo el dolor y equipaje emocional que lo acompaña.
Como he dicho, no es fácil. Pero incluso los más básicos
corazones humanos no pueden discutir con los Destinos. Todos
sucumben eventualmente. Y si se resisten… bien, tú verás.
Una vez que las almas gemelas se han descubierto la una a la
otra, unas hermosas marcas griegas arden en las palmas del macho y la hembra después de que tengan relaciones sexuales. Las marcas son un reflejo exacto una de la otra, mostrando el linaje parental y una cifra antigua que sólo puede ser leída por otro Were. Parece un
delicado y detallado tatuaje de henna. Desgraciadamente, no es exactamente tan inocuo.
Mientras portan la marca la pareja debe tener cuidado, ya que cada uno llevará el olor de su compañero. Esta complicación ha puesto a los Were en peligro mortal más de una vez. Una vez que un enemigo ha señalado a un Were, ese Were puede ser rastreado por su olor. El olor de un Were es el único elemento que no puede cambiar u ocultar con magia.
Una vez que la marca de emparejamiento aparece, la pareja felizmente condenada tiene tres semanas para consumar el apareamiento, un acto sobre el que la hembra tiene total control. Es la que debe decidir si toma a su compañero en su cuerpo y le acepta como su compañero.
Es un tributo a la primera ley de los Weres: “Nada de lo que
una mujer entregue vale, a menos que lo entregue por su propia voluntad”. (Tengo la sensación de que esto es un gran trato con los Destinos que son mujeres… pero por amor de dios no me cites eso).
Si por alguna razón ella no lo hace y la pareja no consuma su
relación dentro de las semanas asignadas, los Destinos han declarado que deben vivir el resto de sus muy largas vidas sin otro compañero.
Y hay más.
Tal condenación solitaria tiene menos impacto biológico en la
hembra de la especie. Ella todavía es capaz de copular con
quienquiera que le complazca, sólo que no será capaz de tener emparejamiento
Estas son sólamente las leyes de los Destinos, de cualquier
modo. Las leyes del clan no son tan benevolentes. Son estrictos
sobre quién y qué será permitido en su patria, malditos sean los
Destinos. En ciertos grupos Arcadios, el castigo para una hembra emparejada con un despreciable hombre Katagaria es que debe ser “entregada” a los hombres no emparejados del clan.
Pocas mujeres sobreviven a tal castigo.
Lo que el macho de las especies debe encarar si decide rechazar
a su alma gemela elegida es cruel. Se vuelve no sólo estéril, sino
también incapaz de realizar el acto sexual con cualquier otra mujer, otra vez, durante tanto tiempo como su rechazada compañera viva.
Para hacerlo peor, no es algo que la pareja pueda cambiar de
opinión más tarde. La pareja debe tomar la decisión dentro del tiempo asignado y deben hacerlo bien. Es para siempre. Su futuro depende de ello.
Ahora, una vez emparejado, hay dos clasificaciones según cuan
fuerte puede ser el lazo entre cada pareja: machos reclamados y compañeros vinculados.
A cada pareja se le da la oportunidad de decidir si quieren reclamar al otro o no. Como casi todas las otras decisiones en la vida de los Were, la decisión de emparejarse o no es eterna e irreversible.
Para emparejarse durante la consumación de su amor la pareja debe colocar las manos marcadas con la marca de emparejamiento juntas. Luego, cada uno debe recitar las palabras del Hechizo de
Vinculación.
Te acepto como eres y te mantendré siempre cerca de mi
corazón.
Caminaré a tu lado para siempre.
Directamente después del Hechizo de Reclamo, los Weres
sucumben al thirio, su apasionado instinto animal. Se rinden a su lado salvaje y sus caninos se alargan.
En ese momento, la pareja puede oficialmente vincularse con el
otro hundiendo mutuamente sus dientes en el otro, bebiendo la
sangre de su compañero y combinando sus fuerzas de vida. Puede sonar espantoso y más de un estómago se revolverá, pero en el mundo de los Were-Hunters la vinculación es un sacramento. Es hermoso y natural y es el testamento del amor verdadero.
Así como es elección de la hembra reclamar a su compañero, la vinculación está también totalmente dentro del control femenino del compañero. Sin embargo, resistirse al thirio es aparentemente mucho más fácil que resistirse al alma gemela.
El acto de elegir la no reclamación de su compañero es una práctica común entre las hembras Were Arcadias indecisas. Muy pocas hembras Katagaria rechazan a sus compañeros. Para ellas,
reclamar a sus compañeros es simplemente aceptar las cosas de la forma en que deben ser.
Una vez formalmente vinculados, si uno de la pareja Were
muere, el otro morirá también. La única excepción a esto es si la hembra Were está embarazada. Si una Were está embarazada
cuando su compañero muere (o es asesinado), sobrevivirá a su
compañero sólo lo suficiente para dar a luz a su camada (Ver Anya). Si la pareja no está vinculada, entonces cuando un compañero muere, el otro es libre de emparejarse otra vez.
Así que puedes ver porqué los Arcadios tienden a ser un poco
indecisos sobre comprometerse. Para siempre en años Were-Hunter es un periodo de tiempo bastante largo.
Además, mientras que los Arcadios y humanos pueden
emparejarse debido a sus similares formas base humana, no es posible para Katagarios y humanos hacer eso. Vale, vale, se que se supone que nunca debemos decir nunca. Es posible, pero nunca habría ningún niño de tal unión.
Sin embargo, todos los humanos machos (y Dark-Hunters)
deben hacer caso de esta advertencia: vigila a tu mujer. Se dice que los Weres pueden seducir a cualquier mujer viva sólo diciendo su nombre.
Créelo o no, pero conoce esto: Vane Kattalakis dijo mi nombre
una vez. A veces, en los momentos antes de caer dormida o justo antes de despertar, le oigo repitiéndolo en esa voz baja, depredadora, llamando a mi alma.
No me malinterpretes; no envidio su emparejamiento con Bride en lo mas mínimo. Tanto poder es simplemente demasiado aterrador para manejarlo por la mayoría de nosotros.
Como los Dark-Hunters, cada Were y sus poderes son únicos,
pero hay algunos rasgos en común a cada patria. Estos rasgos son descubiertos a través de testigos oculares… y generalmente cuando
los Were-Hunter se descuidan, directamente nos lo cuentan. Por
ejemplo, gracias a Dante Pontis, podemos ahora incluir cierta
información específica sobre los Were-panteras. Olvida lo que sabes sobre humanos y sus hábitos sociales; las mujeres llevan la batuta en el mundo de las Panteras Katagaria. La
típica conducta de las hembras Were-panteras es aparearse, quedarse embarazada y luego dejar a los cachorros para que los hombres los críen. Las hijas permanecen en la manada hasta la pubertad. Después de ese tiempo forman una manada con otras hembras de su propio
grupo y parten para buscar compañeros. (Contactar con cualquier macho de fuera de su clan está prohibido hasta el primer ciclo menstrual de la hembra).
Esta es una de las diferencias más definidas entre Katagarios y Arcadios, las panteras hembras Arcadias no abandonan a sus hijos hasta que son adultos, de acuerdo a su naturaleza humana. (En este punto, por supuesto, es duro decir quien exactamente es abandonado por quien).
Sabemos que las embarazadas Katagaria son imanes para los
Daimons debido a la fuerza de su alma y a su poder. Un niño no
nacido es una delicadeza para el Daimon, con su ilimitado poder
sustentador de su alma. Las madres Were tienen camadas de hijos, de dos a seis y posiblemente más y aunque la tasa de nacimientos es más alta que la de sus primos animales, hay también un desafortunado riesgo de mortalidad infantil.
Las madres-Were son también intrínsecamente muy poderosas, a menudo más que su contrapartida masculina. Puede tener que ver con el inherente poder de la madre y la combinación con los poderes
sin explotar de sus hijos no nacidos o ambos. Pon todo esto junto y tienes un buffet escandinavo para un rey... o una reina y su ejército.

CAZADORES OSCUROS (Saga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora