-Vale, es lunes, vamos Natalie -se dijo la rubia mientras abría los ojos y se sentaba sobre la cama- bien, ahora hablo sola...
Apagó el reloj ruidoso de su mesita de noche, se levantó perezosa y se vistió. Bajó las escaleras para luego sentarse al lado de su padre en la pequeña mesa que cabía en la cocina.
-Buenos días -dijo Natalie a su padre frotándose uno de sus ojos azules y cogiendo una manzana. A Natalie le encantaban las manzanas, sobre todo las rojas- ¿Dónde está mamá?
-Buenos días -respondió Adam dando un sorbo a su café matutino- supongo que estará en el cuarto de baño o en el sótano cogiendo algo.
-Bueno, ¿qué tal la mañana? -dijo Anne entrando por la puerta de la cocina con una gran sonrisa de oreja a oreja y un biberón en la mano-.
-Bien -dijeron padre e hija a la vez, a lo que se miraron incrédulos y volvieron a mirar a Anne-.
-Cariño, ¿qué estás haciendo con uno de los biberones de Natalie? -dijo Adam levantando una ceja-.
-Ah -Natalie mordió su manzana- ¿que eso es mío?
-Sí, y no hables con la boca llena, hija -dijo Anne señalando a su hija, a lo que esta masticó y tragó rápido- Tengo esto porque Jack rompe todos los biberones...
-Bueno, me tengo que ir a trabajar -Adam se levantó, dejó la taza ya vacía en el fregadero, cogió su maletín, besó a Anne y a su hija en la frente y se fue con un leve portazo para no despertar al pequeño de la casa-.
-Yo también me tengo que ir que el profesor de Física tiene un gran carácter y no es bueno despertarlo por la mañana temprano -Natalie dejó el hueso de la manzana en la encimera de la cocina, cogió su mochila y se despidió de su madre con un abrazo-.
-Adiós, hija -dijo Anne, a lo que Natalie sonrió y repitió la acción de su padre en la puerta-.
···
En el instituto Natalie se encuentra con Elizabeth y con Ellen en la puerta. Elizabeth estaba llorando y Ellen consolándola. Natalie se acercó para ver que le pasaba a su amiga. Elizabeth solo sollozaba y aspiraba por la nariz de una manera muy graciosa a lo que Natalie sonreía y la abrazaba para darle apoyo.
-¿Qué te pasa Elizabeth? -preguntó Natalia tocando el pelo a su amiga-
-Nada -dijo Elizabeth sollozando por décima vez- Cosas.
-Sabes que nos puedes contar todo Elizabeth -dijo Ellen mientras miraba a los ojos azules verdosos de su amiga- Nosotras nunca le diríamos nada a nadie.
-Bueno, lo que pasa es que -la morena iba a decirles lo que le pasaba pero vio a Ed saliendo de el cuarto de baño y agachó la cabeza mientras este último la cogía de la barbilla y ponía sus labios en su oreja para luego susurrar algo a el oído de Elizabeth a lo que esta sonrió y besó su mejilla-.
La profesora de Plástica venía ya con su mala leche de siempre abriendo la puerta, ordenando y mandando... Todo el mundo la odiaba. Las tres amigas entraron en la clase sentándose cada una en un sitio distinto debido a que la profesora puso a todos separados en mesas de uno.
···
En el pequeño descanso de media hora que tenían los estudiantes para desayunar Natalie, Ellen y Elizabeth se reúnen con Ed y Agnes en el Starbucks.
-Hola -se saludaron todos amigablemente-
-¿Habéis visto a Finn? -preguntó Agnes mirando a su alrededor esperando tener señales de vida de el chico moreno de ojos azulados-.