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"No soy una bruja, simplemente dibujo como quiero que mueran y así se cumple"
Esta vez no tenia la necesidad de salir de casa, esta vez podia estar en mi estudio viendo sus dibujos. Ella tenia un gran talento, tal vez pueda sacarle provecho a aquello.
Me levante de mi asiento y camine directo a la ventana. La luna iluminaba las, extrañamente, silenciosas calles de Nueva Orleans. La brisa soplaba con delicadeza moviendo levemente las ramas de los árboles.
Seguramente ella esta durmiendo, tal vez deba ir a verla. Comence mi camino hacia las escaleras pero me detuve al escucharla hablar con alguien.
— ¿Qué clase de bruja eres? —senti mi cuerpo tensarse al escuchar su voz.
— No soy una bruja, solo soy una artista.
Avance con rapidez por el pasillo y entre a la habitacion, estaba realmente enojado.
— Aléjate de ella, madre —rompi el silencio de manera brusca.
— ¿Porque, hijo? ¿Acaso ella es más importante que yo? —madre me miro con fingida tristeza.
— Créeme, no te gustaría saber la razón.
Sin siquiera saberlo Venus se habia metido en el campo de batalla. Ella sabia la historia de mi familia, ella sabia que estabamos en guerra y aun asi no habia intentado escapar. Debia protegerla, era mi deber, porque sabia que le harian daño. Justo como ahora.
Esther la estaba asfixiando con su magia. Ella no tenía oportunidad de salvarse, su única salvación ahora era yo. Me movi rápidamente por la habitación hasta llegar frente a madre y rodearle el cuello con mis manos.
— ¡Déjala! —demande con fuerza.
— Lo siento, hijo, sabes que ella va a morir —una sonrisa maternal apareció en su rostro—. Podríamos volver a ser la familia que éramos si ella muere.
Aprete con fuerza mis manos en su cuello quitandole el aliento. Pude ver como Venus trazaba unas lineas sobre una hoja en blanco, estaba dibujando a Esther. Funciono. La hiso desaparecer.
— ¿Estás bien? —me acerque rápidamente a ella y la deje sobre la cama.
— Sí, estoy bien, gracias.
Su voz apenas había salido como un susurro débil. Había notado eso y no me quede tranquilo hasta que la vi dormir en paz. Ahora sabía porque madre estaba en Nueva Orleans. Debíamos matar a Esther antes de que ella matase a mi protegida.
