Capítulo 11

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Yo: Busquen un cuarto donde esconderse, pero ésta vez apaguen la luz y enciendan sus linternas aunque no se haya ido la luz. Así se le hará más difícil de identificarnos a los fantasmas.

Todos: ¡De acuerdo!

Yo: Iremos al cuarto de mi madre.

No terminan usando las linternas. Iba a apagar la luz de la cocina, pero parece haber dado cuenta el fantasma.

*Se va la luz*

Corro rápidamente al cuarto de mi madre antes que vuelva el fantasma, logro entrar sin el perseguirme.

*Otra vez los susurros*

Yo: ¡Ya estoy a salvo!

Todos: ¡Sí!

Fantasma 2: Ahora me toca a mí, a ver quién atrapo.

Estábamos todos temblando, este fantasma era totalmente invisible. En cualquier momento podría arrastrar a alguien de nosotros.

*Atrapa a Shaliz por el pelo*

Fantasma 1: ¡Te tengo fanfarrona!

Shaliz:¡Estúpida, mi pelo idiota!

*Risas*

Leonardo: ¡Ayudemos a Shaliz!

Marielis: ¿Perro cómo?

Miro entonces un pote que contiene agua bendita, los rayos escasos de la opaca luz de la luna me dejan diferenciar el pote. Hago un movimiento improvisado, le tiro agua al fantasma.

Fantasma 2 mientras se desvanecía: ¡No! ¡Me va a llevar el diablo!

Daniel: ¡Señor reprenda!

Shaliz mientras escapaba: ¡Satanás!

*Vuelve la luz*

Leonardo: Fue buen movimiento tirarle el agua, era un espíritu maligno ya que fue poseído por un demonio.

Yo: Sí, ahora me doy cuenta.

Marielis: ¡Quiero salir de aquí!

Leonardo: No podemos porque todavía los fantasmas no nos han dicho que terminemos el juego, aunque ya derrotamos a uno.

Yo: ¡Oh! ¡Tengo un escondite donde de seguro nunca nos encontrarán!

Elmily: Nos encontrarán de algún modo, ¿y no dijiste que nos escuchaban y observaban todas nuestras estrategias?

Yo: Sea como sea, iremos allá.

Todos: ¿ A dónde?

Yo: Síganme.

El Inusual Día de HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora