7. Un descampando y una estación de tren abandonada.

24 0 0
                                    

Ese día me desperté pronto, no había podido dormir en todo la noche pensando en que pasaría, empecé todo el ritual pre-cita, ya sabéis, depilación, mascarillas, un baño de hora y media para relajarme, comí y me preparé para ir a verle, un maquillaje sencillo, una camiseta fucsia que me hacia una cintura pequeña y tenía un poco de escote, unos pitillos y unas zapatillas, bastante normal para pasear por el barrio.

Intenté llegar un poco tarde a posta, por lo de: "Lo bueno se hace esperar" y yo quería que el creyera que era buena.Eran las 5 pasadas, iba yendo nerviosa, llegué y no estaba.

    -¡Ah bien! Y ahora le tengo que esperar yo.-me decepcioné, pensé que sería puntual.

A los 5 minutos le vi en la cera del frente mirando a todos lados a ver si me veía, el tonto estaba ciego, estaba casi en sus narices y no era capaz de verme, cruce la acera y mientras el iba caminando grite su nombre: ¡Iker!

Giró, sonrío y me dio dos besos.

   -Llegas tarde, bonita.-encima se creía que llegaba tarde, no le dije nada.

   -Bueno, perdóneme usted.

   -Tonta...-con una risa tonta-¿Vamos a mi casa? Voy a sacar a   Lala

   -¿Lala? 

   -Mi perrita.

Fuimos a su casa, hablamos poco, yo era muy tímida por esos tiempos, llegamos y sacamos a Lala, pude fijarme que no había nadie en su casa.Yendo a un parque un poco abandonado, creo que no era ni parque, era como un descampado en la cual había una estación de tren antigua casi abandonada.

-Bonito lugar para una cita-pensé con ironía en mi cabeza.

Mientras íbamos adentrándonos en el descampado y acercándonos a la antigua estación de tren, vimos que había un grupo de chicos, Iker los reconoció enseguida porque dos venían se acercaban a nosotros.Eran Carlos y otro amigo suyo.Mierda.

Iker dio media vuelta, aún no estaban tan cerca y podríamos escaquearnos de preguntas embarazosas.

Nicol y sus cosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora