VEINTISIETE. Parte 1

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*LISA*

Ya habíamos armado las carpas, nosotras las chicas nos quedaríamos las tres en una y los chicos se quedarían en otra, Emy al principio se negó pero después Abby y yo la convencimos, ella acepto pero con desgano.

Estábamos todos al rededor de la fogata, Tony estaba tratando de hacernos reír pero nada le funcionaba, así que Jackson decidió que mejor contaría una historia de terror, Tony se acerco a mi oído y me dijo que no me asustara mucho, yo sonreí y mire entre la oscuridad que escondía los arboles, no podía dejar de pensar en ese sueño, parecía tan real y lo que había dicho Alan, y si era verdad? no, no podría ser

-AHHHH!!- el grito de Abby me saco de mis pensamientos, la mire y estaba abrazada entre los brazos de Tony, sentí como mi sangre empezaba a recorrer todo mi cuerpo como intentando salir- No más Jack, por favor!- la voz de la Abby se perdió en el pecho de Tony

-Que pasó?- Evite seguir mirando a Tony que apretaba muy fuerte a Abby en sus brazos

-Acaso no estabas escuchándome?- dijo Jackson molesto, levante mis hombros restandole importancia- Abby se asusto por lo que estaba contando- Me hundí tanto en mis pensamientos que ni siquiera escuche la historia de Jackson, mi cabeza estaba muy mal, se suponía que este paseo era para olvidar a Alan, pero nada esta mejorando, parece empeorar

-Lo siento- dije mirando a Jackson- Creo que iré a traer mas troncos para la fogata- me levanté y evite mirar a Tony pero fue inevitable, me sorprendí al ver su mano unida a la de Abby, un amargo subió por mi garganta, él pareció darse cuenta que lo estaba mirando y soltó la mano de la pelinegra

-Te acompañ...- Tony intento levantarse

-No.- Sus ojos parecían estar perdidos- Prefiero ir sola- y antes de que pudiera decir algo tome una de las linternas y comencé a caminar hacía la oscuridad, trataba de buscar troncos, pero estaba demasiado oscuro y en ese momento sentí arrepentirme, mire hacía atrás y ya no se veía la luz de la fogata, un escalofrío recorrió mi cuerpo y empecé a sentir mucho miedo

Trate de devolverme siguiendo las huellas de pisada que había dejado en el camino, pero la linterna no dejaba ver lo suficiente-EMILY-grité con desesperación, no sabia que hacer-EMILY!!-espere, pero nadie respondía-JACKSON, TONY-lo único que logré escuchar fue la brisa rozando las hojas de los arboles y el murmullo de los búhos que se combinaba con el sonido de los grillos-ALGUIEN PUEDE ESCUCHARME!-no había respuesta alguna

me maldije una y otra vez por no querer que Tony me acompañará, por que tenía que ser tan orgullosa?, solo era un abrazo, todo era culpa de Jackson por ponerse a contar esas estúpidas historias, me gustaban pero no mientras estaba Abby cerca a Tony, luego pensé en las películas de terror y los tipos con cierras eléctricas cuando un arbusto se movió, mis pensamientos empezaron a invadir mi cabeza, recordando todas las maneras posibles de como me podrían asesinar, ninguna era exactamente bonita, una sombra empezó asomarse por detrás del arbustos, mi piel se erizo y trate de correr pero parecía que algo me lo impedía, y antes de que la sombra pudiera hacer algo mi puño impacto directo hacía ella, voló tan lejos que no pude divisar donde cayo

-Que duro golpeas!- Recordé que tenía una linterna en la mano, la apunte directo hacía donde venía aquella voz-Creo que hasta rompiste mi nariz- la cara de Alan apareció frente a la luz de la linterna con una mano en su nariz, se veía jodidamente lindo, estaba en su forma de Cupido, no podía ver muy bien su cuerpo pero podía divisar sus blancas alas asomándose detrás de su espalda, sonreí y el empezó acercarse


*CUPIDO*

Había estado siguiendo a Lisa hasta ese bosque, había visto como Tony le había pedido si la acompañaba y como ella se negó, sentí un poco de tranquilidad saber que al fin tendría un momento para poder hablar con ella, camino como por cinco minutos y me dí cuenta en momento que parecía haberse perdido, intento devolverse por el mismo lugar, pero no encontraba el camino, en su cara podía ver la frustración, intente acercarme pero cuando estaba casi frente  ella, sentí como su puño impacto en mi cara y mi cuerpo empezó a volar por los aires sin necesidad de utilizar mis alas, caí no muy lejos y volví donde ella estaba

-Que duro golpeas!!, creo que hasta rompiste mi nariz- Una luz golpeo contra mi rostro haciéndome quedar casi ciego, ella bajo la linterna y pude divisar una pequeña sonrisa en su rostro, empece acercarme y sentí miedo a que ella se alejara

-Lo siento- dijo cuando estaba casi frente a ella- es tu culpa, a quien se le ocurre aparecer así en la mitad de la noche en un bosque

-A mi- sonreí y ella bajo su mirada- no quería asustarte

-Y yo golpearte- me miro y alzo su ceja- o tal vez si- hizo un gesto dándole a entender que me había ofendido y ella sonrió de nuevo, me gustaba mucho cuando lo hacía y extrañaba todo de ella- Tu en verdad estabas en mi sueño?- sus palabras me hicieron reaccionar, no creí que fuera a sacar tan rápido el tema

-Si, no encontré otra manera de hablar contigo- su sonrisa desapareció completamente de su rostro, y en un momento me sentí triste por eso

-To-todo lo que me dijiste... es cierto?-su voz parecía entrecortarse en cada palabra-No entiendo, como tu padre puede ser mi padre

-Eso es una larga historia, que debe contarte él-tomé sus manos y pude sentir como su cuerpo se tensaba por mi contacto- Lo único que quería que supieras, es que debes tener mucho cuidado Lisa, mi madre, Venus, ella quiere lastimarte

-Espera, la diosa Venus es tu madre?- Rodee mis ojos por la manera en como el tono de su voz salio con el nombre de mi madre- Y por que quiere lastimarme, yo que hice?

-Tu, nada, mi padre, haberse juntado con tu madre-ella me miro sorprendida, parecía que no se esperaba eso

-Mi madre estuvo con un dio...

-Lisa, tu madre no sabe que tu padre es un dios- bajo la mirada, aun en medio de la oscuridad parecía que su cabello tenia luz propia

-Mi padre, que dios es?- me miro tratando de encontrar respuestas en mis ojos

-Ares, el dios de la guerra-y sus ojos brillaron de una manera muy extraña-Por eso puedes golpear cosas sin lastimarte, eres orgullosa como él- cuando dije eso su ceño se frunció de inmediato

-Yo no soy orgullosa!- le sonreí y seguí hablando

-y otras cosas que espero que mi padre te explique, lo principal, debes aprender a no exponer tu fuerza sobrenatural en cualquier lugar, no todo el mundo tiene la capacidad de entender que eres la hija de un dios griego muy fuerte- ella sonrió como si se sintiera orgullosa de aquello.

Mi pequeña pelirrojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora