Sus ojos,llenos de dolor y rabia contemplaban un pequeño cajón de caoba. Sus manos temblorosas lo rodeaban preguntándose si hacía lo correcto.
Finalmente, tras segundos de demora,tiró del pomo enérgicamente y en su interior apareció sobre montones de álbumes un cuaderno desgastado,de tapas duras y color azul marino. Lo sujetó con ambas manos,con fuerza y delicadeza,como si en cualquier momento pudiera caerse y romperse en mil pedazos.
No sabía si aquella sería la decisión acertada,ni siquiera si algún día se lo reprocharía. Porque las palabras se borraban,pero no los hechos.
Se había visto obligada a escribir durante años en clave, hablando de sentimientos con fragancias; de palabras arraigadas con hortalizas; de detalles con condimentos y de su presencia con utensilios. De tal manera que no había recetas ni platos ni postres ni resultados sin cubiertos. Y ese había sido su gran fallo.
Fue un sueño truncado al que dio demasiadas esperanzas. Y es que había dejado de ser un presente para convertirse en un pretérito perfecto simple.
Y por eso,consciente de que jamás volvería a leer aquellas recetas ni las palabras quebradas, arrancó enérgicente todas y cada una de las hojas presentes en ese cuaderno. Las arrancó y las rompió en dos,cuatro e incluso seis pedazos descargando su rabia y proyectando su venganza. Y tras eso, en un parque que fue testigo de miles de promesas e infinitas palabras bellas acercó la llama al papel hasta que comenzó a arder y todo se vio reducido a cenizas.
Y lo que para algunos fue una hoguera en una noche de luna llena, para otros fue el hallazgo de un nuevo horizonte.
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Microrrelatos
RandomAquí encontraréis un poco de todo. Microrrelatos escritos sólo por el mero hecho de divertirme y ponerme un reto; cartas; amor; desamor; recuerdos etc.