Tanto como él infinito
—Tal vez puedas tomarlo mal pero, el no cambiara —dijo Wolowitz.
—Howard tiene razón, nosotros somos sus amigos y sabemos lo difícil que es convivir con el, lo mejor para ti seria dejarlo ir —le apoyo Leonard.
Involuntariamente solté una risa como si fuera un suspiro. "Dejalo ir, Amy". Me dije a mi misma.
—Animo, Amy, el se va a arrepentir de hacerte sufrir. —dijo Penny.
—encontraras a alguien que te ame tanto como tu le ames a el. —me animo Bernadette.
—claro, además puedes retomar las citas que dejaste para volver con Sheldon la ultima vez. —continuo Penny.
"La ultima vez que nos peleamos, y volvió a suceder" pensé con nostalgia.
Hace un año, decidí en darme un tiempo en mi relación con Sheldon. Ahora el mismo día de nuestro aniversario, volvimos a pelear y decidí ponerle fin definitivamente a todo esto. El no vino a hablar o solucionar el problema, no quise hablar con el. Eso acaba de pasar hace una semana. Los avances nuestra primera vez, todo lo que habíamos vivido durante él año parecía no ser le relevante.
Mis amigos decidieron dejar de hablar de Sheldon y yo y para animarme platicabamos cualquier trivialidad hasta que tres golpes seguido de mi nombre nos dejo a todos en silencio y mirando la puerta.
—¿vas a abrir Amy?. —susurro Penny.
—no se. ¿que hago? —busque ayuda en sus miradas pero ninguno sabia que hacer.
—yo te sugiero que puedes hacer, Amy, abreme la puerta por favor. —me quede helada.— se que estas ahi, no solo tu, también están Leonard, Penny, Howard y Bernadette, me lo dijo Raj. —todos se miraron molestos, supe que a Raj no le iría muy bien al rato.— cuando mencionaste lo de tener una casa, tal vez un gato y hijos, me asusto Amy, se que tu piensas que no debe ser hací pero me asusto, y no por que yo no quiera eso, también quiero una familia contigo. —me levante de el sofa y camine a la puerta, cuando puse mi mano en la perilla no pude girarla, derrepente se me vinieron a la cabeza las veces que me lastimo y fue egoísta.— Amy, me gustaría pasar el resto de mi vida a tu lado y hacerte feliz cada día, pero creo que ambas no se podrían, elijo hacerte feliz a ti y a todos nuestros amigos llendome lejos. Me voy Amy y no planeo regresar. Solo venia a despedirme y dejarte algo que te pertenece, lo dejare aquí frente a la puerta, adiós chicos y adiós Amy —quería abrir la puerta pero mi mano no respondía.
—¿¡Amy, no vas a abrir!?. —pregunto alterada Bernadette.
—tienes que abrir o se ira. —expreso Penny.
Lentamente gire la perilla y mire a los lados. Ya no estaba.
—¡ay por Dios!. —grito Penny emocionada. Se escucho a Bernadette gritar de emoción y cuando me gire a verlas note que ellas abrazaban a sus parejas y todos miraban con los ojos muy abiertos a mis zapatos.
—¿¡que les sucede!?. —frunci el ceño y planche mi ropa con las manos buscando imperfección.
Penny apunto al suelo y después todos hicieron lo mismo. Busque con la mirada que era lo que miraban con tanta impresión y al encontrarlo mis ojos se abrieron mas y lleve mis manos a la boca.
Sobre una nota estaba una pequeña caja de terciopelo negro que contenía un anillo de compromiso.
Me arrodille y tome entre mis manos la pequeña caja, nunca la había visto, supe que me pediría matrimonio cuando su abuela "meemaw" lo dijo en su ultima visita y me había dejado claro que faltaba mucho para pedirmelo.
Tome la nota y la leí en voz alta.
"Amy, este anillo me lo dio meemaw para la mujer con la que compartiría mi vida, no me sirve de nada conservarlo ya que la única mujer con la que me quedria casar eres tu, te amo" sentí un nudo en la garganta, tome el anillo y corrí a el elevador del edificio, sabia que si tomaba el elevado tardaría mas hací que fui a las escaleras, con una velocidad que nunca había tenido llegue al primer piso y salí a la calle buscando con la mirada a Sheldon, no había nada.
—Amy, ¿no lo has visto?. —pregunto Howard. Ellos bajaron corriendo detrás de mi. Solo pude negar con la cabeza, el nudo en mi garganta se hacia mas grande y podía escuchar mi corazón latir.
—no se preocupen, estoy rastreando su celular, lo vamos a encontrar, Amy. —escuche decir a Leonard y también sus fuertes respiraciones por el cansancio de haber bajado las escaleras. Mire desesperada a los lados. Debí abrir la puerta cuando pude, ahora es demasiado tarde.
—yo le marco a su teléfono para ver si responde. —dice Penny.
—buena idea, yo le marco a Raj, tal vez el lo ha visto. —dice Howard y junto con Penny sacaron sus teléfonos para comenzar a llamar.
Yo comencé a pensar un lugar donde podría estar pero no se me ocurrió nada, las lágrimas salían de mis ojos y no podía detenerlas, comencé a caminar sin rumbo para que los chicos no me vieran llorar.
Mientras me alejaba escuche a mis amigos llamarme pero simplemente no respondí.
Camine y camine, no sabia donde ir, la verdad es que no quería ir a ningún lado.
Ni siquiera estoy buscando a Sheldon a pesar de que me hubiera gustado verlo, abrazarlo por que lo amo, el es el primer hombre que ame, aun que hubiera buscado citas no me importaba estar con alguien mas, solo el.
—Soy Sheldon Cooper tu eres Amy Farrah Fowler. —me gire para verlo. Era el.
—Sheldon, ¿crei que te habias ido?. —dije y lo en volví con mis brazos para nunca dejarlo ir.
—me iba a ir, solo quería pasar a cierta cafetería para recordar los viejos tiempos.
—¿recordar?, de que hablas. —levante la mirada a el y usaba una playera que parecía recordarla de un momento especial, aunque podría estar sobrevalorando el momento.
—mira atrás de mi. —hice lo que me dijo y mire lo que parecía ser lo que el había dicho una cafetería, pero no cualquiera, la cafetería donde nos conocimos.— ¿lo traes?. —pensé un momento a que se refería pero la respuesta vino inmediata al extender mi mano. El anillo.
—Amy, nos conocimos en este lugar, hace seis años con dos semanas y medio día, usabas el mismo suéter, blusa, falda, medias y zapatos que justo ahora —di una mirada rápida a mi ropa y tenia razón—. Yo traía las mismas playeras y pantalón que hoy. Desde el primer momento que sostuve una conversación contigo, supe que eras y sigues siendo una mujer inteligente y muy interesante con la que no dude iniciar amistad, derrepente me di cuenta que no solo quería amistad, quería y quiero estar siempre contigo, un día te pedí que fueras mi novia y ahora te pido que por favor seas mi esposa, mi compañera y madre de nuestro futuros hijos. Tenia miedo al cambio y eso me separo días de ti. No cometeré el mismo error. ¿quieres ser mi esposa?. —con lágrimas en los ojos asenti repetidas veces.
—si, acepto. —el deslizo el anillo por mi dedo y se acerco para darme un beso, tímido, tierno pero lleno de amor.— te amo. Te amo tanto, tanto...
—tanto como el infinito universo. —completo Sheldon, volviendome a besar.
Hasta el infinito y muchisimo mas allá.