The Maze, instituto para chicos Inteligentes

Huir

Toda la estancia se quedo congelada, prácticamente inmóvil y taciturna ante tal situación. Puesto que no hubo ni el más mínimo movimiento, y sólo mostraban caras de súbito espanto.

Al principio, prefirieron no prestarme atención, y mejor preocuparse por qué es lo que deberían hacer, o más bien trataba de descifrar que quizo decir ella.

<<Todo va a cambiar>>
¿Que es lo que realmente trato de decir tras esas palabras?

Sin haberme percatado de que no estaba prestando atención a la situación que tenía en frente, me vi en la penosa situación de darme cuenta de que por fin habían fijado su atención en mi.
Al principio no dijeron nada, estaban más bien a la espera de ver mi reacción, tal vez para averiguar si era peligrosa o algo parecido.
Al no saber qué es lo que realmente debería hacer, lo único que se me ocurrió fue ponerme de pie.
Así que poco a poco lo hice, así no se alterarían y no los alteraría con algún movimiento brusco.

Al estar por completo de pie, acomode mi vestido, y Levante lentamente la vista, para así observar con determinación a todos y cada uno de los muchachos que me rodeaban.
En total instancia, no aparentaban ser malas personas, tal vez algo sucios y malolientes, pero buenas personas a fin de cuentas, o por lo menos eso reflejaban.

Para ser sincera, no tengo la más mínima idea de qué demonios debería hacer en esta situación, hasta que un solito pensamiento cruzó por mi cabeza.

"Huye"

Realmente quise hacerlo, pero mis pies estaban pegado al piso, y no podía moverlos por más que tratará de hacerlo. Por más que intentará, mi cerebro no quería conectarse a mis capacidades motrices, y prefería dejarme morir ante esta situación.

Pero de pronto, un muchacho se aventura a venir hacia mi, su cara no refleja que digamos felicidad de verme, más bien era algo amenazante, como si prefiriera acabar conmigo ahora, y así no sería una carga para el.
Al principio tan solo se trataba de el, pego luego fueron incorporándose, más y más chicos a su alrededor.

Así que lo único que pude hacer, fue seguir a mi instinto, el cual me indicó retroceder poco a poco, y por alguna razón específica, mi cuerpo reaccionó y comenzó a obedecerme. Cada paso que ellos daban hacia mi dirección, yo retrocedía dos, así impediría un poco más que me alcanzara.

Hasta que los chicos comenzaron a apresurar el paso, por lo que no me dio otra razón que echar a correr.
Corrí lo más rápido que mis pies desnudos me permitieran hacer.
Por el momento no me preocupa correr descansa en un suelo tan frío y húmedo como este.
Aunque realmente no supiera a donde debería dirigirme. Lo único que podía hacer en estos momentos es moverme sobre un largo corredor, sin rumbo fijo.

Podía escuche sus pisadas, las cuales me seguían de cerca, y no tenían pensado dejar me huir tan fácil.
Tal vez fue mi imaginación, por la aceleración de mi plan de contingencia y la poca racionalidad que pasaba por mi cerebro. Pero pude escuchar como los muchachos me seguían a través de el pasillo infinito.
-Alguien deténganla

Los gritos y murmullos aumentaban con cada paso que daba, y el pánico fue invadiéndome, ¿qué es lo que me harán? Fue lo único que pensé en esos momentos.
Hasta que divisé una hermosa intersección en la cual podría huir.
No tenía la menor idea si tomar derecha, izquierda o al frente. Así que deje que mi intuición me guiara.
Elegí izquierda.

Al momento de dar la vuelta, me encontré con un otro grupo de muchachos que venían a paso lento justo enfrente de mí. Tal vez no esperaban verme, por el hecho de que no reaccionaron a tiempo y me dejaron seguir mi maratón.

-¡Minho! Atrápala . - fue lo único que se escucho a través de estos pasillos.

Tal vez era muy tarde para que Mínho lograr encontrarme, puesto que cuando se escucho la orden, yo ya le llevaba mucha ventaja de camino.

De nuevo, ante mi se presentó otra intersección, esta vez elegí, derecha; luego otra elección, izquierda; por cuarta vez volví elegir y esta vez tan solo preferí seguir derecho.
De esta forma ellos estarán sumamente confundidos y no tendrán ni la menor idea de donde me encontraría .
Ya me los imagino situados tal vez él la segunda intersección, debatiéndose por donde habría ido, algunos dirán izquierda, otra derecha, y entonces comenzarán una larga pelea o se dividirían  para seguirme el rastro. Pero para entonces yo ya estaré lo suficientemente lejos de ellos. Puede ser que incluso me encuentre con alguien que me pueda ayudar a escapar de ellos, pero primero tendría que asegurarme que no me encontrarán.

Mis pulmones comenzaron a escocerme por tanta agitación. Lo cual no me permitió darme cuenta de lo que me esperaba.
Puesto que sin darme cuenta, en un transcurso de algunos segundos alguien me tomó por la cintura. Y lo último que recuerdo es que ya nos encontrábamos en el suelo cuando por fin reaccione y me di cuenta que me tenía sujeta y no planeaba soltarme.