Cuando Ace había regresado tras una semana de desaparición Luffy no había sabido si en alguna ocasión había experimentado más alegría y alivio en su vida como al ver a su único hermano y querido amante vivo y a salvo, y si esto no fuera suficiente el rubio que había llegado junto con él resultaba ser nada más y nada menos que su otro hermano a quien habían creído muerto por tantos años, esa perfecta felicidad que había empujado al pequeño monito hasta las lágrimas le había durado un exacto de 3 horas y 54 minutos, tiempo en el que había acosado al pecoso y al rubio con preguntas que aquellos dos se habían tomado el tiempo a responder en la sala del apartamento del chico con la cicatriz en la mejilla izquierda, Sabo no había muerto en el accidente que se suscitase muchos años atrás en la fábrica de papel cercana al ahora abandonado orfanato, Ace le había encontrado alrededor del tiempo en que desapareciera y debido al temor de perderle por segunda ocasión no había tenido tiempo a avisar a Luffy o cualquiera de sus amigos de su paradero hasta el momento, todo era felicidad y júbilo a pesar de que desde su llegada el pequeño Monkey D. Luffy se había fijado en que a pesar de su sonrisa las miradas que le dedicaba su recién encontrado hermano Sabo no eran para nada cálidas.
En realidad todo se comenzó a desmoronar cuando Luffy preguntase si Sabo tenía ya donde quedarse.-Si no tienes a donde ir sería genial que te quedases aquí. - había dicho con una enorme sonrisa, mirando con curiosidad como el rubio se inclinara a susurrarle a su Ace algo que no alcanzara a comprender.
No, eso era probablemente erróneo, las cosas habían comenzado a desmoronarse desde mucho antes, desde que les viera llegar tomados del brazo, ya desde ahí debió haber sospechado algo pero la emoción había nublado lo mejor de sus instintos.
Tras ese breve susurro la sonrisa en el rostro de Ace sin motivo aparente había temblado como cuando el mayor solía fingir encontrarse perfectamente a gusto en compañía de gente que realmente no le agradaba, una mala manía de su hermano que solamente Luffy y uno que otro allegado realmente conocía.
-Desde hoy Sabo estará viviendo conmigo. - aquella afirmación no habría sido tan mala de no ser porque tras partir del alberge a los 17 años a Ace no le había gustado la compañía en "su pequeño país" que era como denominaba aquel departamento que se había comprado hacia no tanto y al que incluso Luffy rara vez había sido invitado a quedarse.
-Oh...- Luffy no había atinado a respuesta alguna además de aquel monosílabo y la sonrisa casi condescendiente que Sabo le dedicase no había servido en nada para tranquilizarlo, mucho menos aun sus siguientes palabras.
- Estoy un poco cansado Ace ¿Crees que podamos ir a casa pronto?-y así de sencillo era como si el mayor de los morenos hubiera perdido toda voluntad que Luffy antes conociera, como si estuviera estremeciéndose por dentro pero no pudiera demostrarlo.
-Claro. - Había dicho el pecoso poniéndose en pie, mirando por un momento con horrible culpa al monito que aún no acababa de procesar lo que estaba pasando. - Solo necesito un momento a solas con Luffy ¿Esta bien? -
El rubio tomo su gabardina de donde la había colocado en el respaldo del sofá al llegar, considerando aquella petición de privacidad. - Te esperare afuera entonces. - Había dicho, de nuevo la sonrisa casi siniestra que se dibujase en el rostro del ojiazul no había ayudado en nada a calmar la opresión que comenzaba a formarse en el pecho del monito moreno.
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- ¿Le has dicho a Sabo acerca de nosotros?-
- En realidad de eso quería hablar contigo Lu, no habrá más nosotros. - La mueca de confusión que había puesto el pequeño había sido un poco difícil de contemplar pero apretando los puños el pecoso se forzó a continuar con aquello, todo era por el bien del más joven, quizá si todo marchaba de acuerdo al plan un día podría reparar todo ese daño que estaba a punto de causar. - Tu sabes que yo siempre quise mucho a Sabo... él... - el dolor que podía ver reflejado en esos ojos color avellana le hacía un poco difícil continuar con esa farsa pero era absolutamente necesario. - Lo siento Luffy pero terminamos.- Eso tenía que ser un mal sueño ¿Ace le estaba dejando? ¿Ace le estaba dejando para irse con Sabo? Por muy estúpido que pareciera el chico sabia sumar uno más uno al menos. -No quiero que siquiera menciones que hubo algo entre nosotros alguna vez frente a él. - No estaba a discusión, así era como iba a hacerse y sin darle tiempo al monito de replicar o decir cualquier cosa el pecoso se marchó, no quería escuchar los quejidos de aquel niño chillón y quejumbroso al que tanto había tenido que soportar seguramente.
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Heart abduction
Fiksi Penggemar"Eres mío, siempre lo fuiste" la posesividad sin límites de un retorcido sentimiento puede llegar a consecuencias un tanto desagradables, un inesperado rencuentro manchado por los celos y la amargura llevan a una situación un tanto extremista, Sabo...