El pequeño William estaba en la habitación de su padre viendo "Go Diego Go" y respondía a todo lo que aquel niño de caricatura preguntaba. William grito al ver que los monos de la caricatura le lanzaban cosas a Diego, nunca entendía porque aquellos animalitos siempre molestaban a Diego si aquel animado niño nunca les hacía nada, eran simplemente molestos verlos de esa manera tan grosera.
—¡Monos feos! ¡No te dejes Diego!—Harry entró a la habitación con una sonrisa al ver a su hijo tan entretenido viendo aquella caricatura infantil.
—Hola pequeño.
—¡Hola papi! ¿Me das permiso de ver Tío Grandpa?
—Claro pequeño—sonrió, William chillo de la emoción y cambio de canal tan rápido como recibió una respuesta positiva.
—Papi, yo soy Tío Grandpa.
—¿Porque, hormiguita?
—Porque, te ayudo en muchas cosas—dijo alargando la "U" y abriendo sus brazos dando énfasis a la palabra muchas.
—Pero tío Grandpa ayuda a los niños y tu eres un niño que tío Grandpa debe ayudar—sonrió.
—Tu eres un niño grande, por eso te ayudo—el corazón de Harry se derritió de ternura al escucharlo decir esas cosas, no cabe duda de que su hijo era demasiado tierno para este mundo.
—Hoy tu madrina te quiere llevar con ella ¿quieres ir?
—¡Si! Pero quiero que tu vayas con nosotros—hizo pucheros tratando de convencerlo con su ternura de niño pequeño. Esperaba que funcionara.
—¿Para que Sky?
—Duh, para ayudarte a que seas amigo de Wouis—el rizado abrió sus ojos con sorpresa por tal respuesta, negó rápidamente sacudiendo sus manos. Tenía que inventar una escusa.
—Tengo muchas cosas que hacer William, no voy a poder ir.
—¡Pero no trabajas hoy!—los ojos azules se su hijo se aguaron con la intención de llorar.
—Está bien, voy a ir, ¡pero! Con una condición.
—¡Si si! ¿Cual?—sonrió.
—No comerás golosinas dentro de cinco días.
—¡Agh! ¿¡Porque!?
—Ah ah, entonces no voy—se cruzo de brazos.
—¡No no! ¡No comeré golosinas!—el mayor rió.
—Bien, deja y le marco a Carmen, toma tu mochila y empaca lo que vas a llevarte.
—¡Si!—el pequeño castaño salió corriendo, Harry tomo su celular y le marco a Carmen para confirmar que irían con ella, tal vez media hora o incluso una hora, dependiendo lo que pueda pasar en la oficina de Carmen.
»¿Diga?
—¡Carmen! Solo quería decirte que vamos a ir contigo a tu trabajo, ¿está bien?
»¡Claro! Pero...aquí esta el señor Tomlinson, ¿seguro que quieres venir?
—Si, Sky quiere que volvamos a ser amigos—suspiro con un poco de pesadez—todo por mi pequeño, si él así lo quiere, pues no puedo negarme a eso, no quiero que se desilusione.
»Esta bien, aquí los veo, pero recuerde que no puede obligarse en hacer algo que usted no quiere.
—Lo sé pero ¿que puedo hacer cuando veo a mi hijo ilusionado? No importa, estaremos en media hora allá—colgó—¿Estás listo Will?
—¡Si papi! Vamos—el pequeño tomo la mano de Harry, bajaron. El oji-verde tomo un poco de dinero y las llaves de la casa, salieron y caminaron al auto.
—Ponte el cinturón—William obedeció a su padre y arranco el auto. Harry estaba muy nervioso, no sabia como actuar, volverá a ver a Louis y eso no es todo ¡Hablara con el! Quería que la tierra lo tragara y lo escupiera en otro planeta.
—¿Papi?
—¿Si, cariño?—le dio una mirada rápida a su hijo.
—Quiero que Wouis sea mi papá—hizo un puchero.
—¿Por qué?—frunció su ceño.
—No sé, siento que...no sé, me cae bien.
—Pero eso no significa que ya quieras que sea tu papá William, además de que casi no lo conoces, no puedes decir eso tan a la ligera—dijo mientras daba vuelta a la izquierda.
—Si...¿puedo hacer una pregunta?—Will dijo con un poco de timidez mientras jugaba con sus deditos, Harry tarareó en confirmación—¿quién es mi papá?
El hombre solamente abrió y cerro su boca tratando de encontrar una respuesta para su hijo, no tenía nada en mente para explicar ya que le había caído de sorpresa aquella pregunta.
—Sky, ya hablamos de esto. Hasta que cumplas la edad suficiente te diré quien es tu padre, ahorita no—vio aquel edificio y se estaciono. Quito el cinturón de su hijo seguido de el.
[...]
—Hola Carmen—la saludo con un beso en la mejilla.
—Hola Harry ¡hola Will!—sonrió.
—¡Hola madrina!—la abrazó sonriendo en grande por volverla a ver.
—¿Esta Louis?
—Si, dijo que los pasara en cuanto llegaran—Harry asintió, su corazón palpito muy fuerte, Will estaba muy feliz.
Carmen toco y se escucho un: "Adelante", Carmen sonrió y solo paso Harry y su hijo.
—Buenos días—aquella voy aguda resonó en los oídos de Harry. Quería salir corriendo en ese momento pero no tenía opción ahora que estaban aquí, no había salida. Estaba muerto en cuanto paso aquella puerta y vio el cabello desordenado del hombre que una vez amó con toda el alma.