➳Horrible Pesadilla, Hermoso Sueño

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POV JongIn

-JongIn, despierta- la voz de Soo me llamaba- JongIn- sentía su cálida mano sacudiendo mi hombro.-JongIn, despierta.

Con mucha dificultad abrí los ojos para encontrarme con la hermosa visión del rostro de Soo a unos centímetros del mío.

-Hola- susurre esperando que el me contestara.

-Hola- contestó con una sonrisa- Es hora de cenar. Así que arriba- su voz sonaba divertida y eso me hizo feliz.

-¿Dormiste bien?- pregunto mientras me daba espacio para sentarme y desperezarme un poco.

-Muy bien- contesté.

"¿Por qué le mientes? Dile que soñaste con el chico"

Había soñado con Lu Han, más específicamente con sus gritos.

Ya casi no lo recordaba, no quería recordarlo. El doctor Oh me había obligado a recordarlo, yo no quería.

Cuando recordé su rostro bañado de lágrimas y lleno de suciedad, su cabello castaño enmarañado y su cuerpo lastimado quise llorar.

Solo lo había visto una vez, pero sus gritos los oía todos los días, hasta que un día él no grito más. Ya no grito porque ya no estaba.

-¿Sucede algo?- preguntó Soo al verme estático, no quería decirle de mi sueño, no quería parecer más trastornado de lo que ya podía parecer.

-Nada- intente sonreírle para que él estuviese tranquilo, otra cosa que quería impedir era que se preocupase.

Su rostro se veía más hermoso con una sonrisa que con su ceño fruncido, sus ojos siempre brillantes se volvían opacos cuando estaba preocupado, yo no quería eso. Quería verlo sonriente y feliz siempre.

-Aun te ves cansado, ¿no has dormido bien, verdad?-

-Un poco, pero de verdad no te preocupes-

Por un momento pensé que insistiría pero no lo hizo. Cené en completo silencio, mientras él terminaba de acomodar sus cosas en la otra habitación. Era una situación que me hacía casi saltar de felicidad: que se fuese a quedar conmigo. No se iría, estaría aquí. Esperaba que jamás se fuera, jamás me abandonase. Él era muy importante para mí, yo lo quería demasiado y no podía imaginarme que ya no estuviese.

Sin darme cuenta la comida de mi plato había desaparecido.

Soo recogió los platos sucios y salió de la habitación.

En cuanto salió yo entre a la otra habitación. Me sorprendí lo diferente que ahora estaba, mis cosas seguían en su lugar pero ahora había una cama, en ella estaba su maleta.

Ese lugar siempre había sido mío, nadie más entraba, pero ahora Soo lo ocuparía y no había otra persona que yo desease que lo hiciera.

Busque rápido la ropa de dormir que siempre usaba. YoungMi siempre me decía que debía cambiar mi ropa y yo le hacía caso a ella. Me cambie y Salí de nuevo a esperarlo.

Suspire mientras me sentaba en mi cama. Posiblemente esta noche tampoco podría dormir.

Recosté mi cabeza un momento en la almohada y cerré los ojos.

Como había dicho Soo aún estaba cansado y deseaba dormir. En ese instante el entro a la habitación de nuevo.

-¿Listo para dormir?-

Moví la cabeza afirmativamente.

-Descansa- dijo mientras pasaba su mano por mi cabeza alborotando un poco mi cabello, cuando dejo de hacerlo camino hacia la otra puerta.

-Espera- él se giro para verme- Quédate un rato, mientras me duermo, por favor- asintió y se sentó junto a mí.

Yo cerré los ojos. Casi inmediatamente sentí los dedos de Soo acariciando mi cabello y eso me relajo aun más para caer dormido en un momento.

Desperté en medio de la noche. Todo el lugar estaba completamente a oscuras. Puse mis manos en mi rostro y pude sentir las gotas de sudor y lágrimas que caían por él.

Había soñado de nuevo con los gritos pero esta vez no eran gritos de Lu Han.

Eran los gritos de una mujer, gritos desgarradores. Su voz, la voz de mis sueños se me hacia tan familiar, pero no lograba reconocerla.

Quizás lo más terrible del sueño era la oscuridad, no podía ver absolutamente nada, solo podía oír los gritos. Sentía una gran ansiedad al recordar esos gritos, desesperación, era como un hueco en el pecho al no saber quién era, al no poder hacer nada por ella.

Aun todavía consiente podía escuchar los gritos, dudaba mucho poder volver a dormir.

Rodé en la cama un par de veces intentando en vano estar cómodo, para nada lo estaba.

Me senté en la cama intentando enfocar la habitación a pesar de estar a oscuras.

Deseaba no estar solo, la angustia no me dejaba y la compañía de alguien me ayudaría a estar mejor.

Y en ese momento recordé que no estaba solo. Que Soo estaba en la otra habitación.

Sin pensarlo me puse de pie y a tientas empecé a caminar hacia su habitación.

Con mucha delicadeza abrí la puerta intentando hacer el menor ruido posible. Y con el mismo cuidado la volví a cerrar.

En su habitación había un poco más de luz, podía ver con más claridad. Rápidamente busque a mi precioso Soo.

Él estaba en su cama, ovillado con la cobija arremolinada a su cuerpo.

Su hermoso rostro estaba en completa paz, tan delicado, tan bello.

Me acerque despacio a su cama y me senté en el suelo, a la altura perfecta para seguir contemplándolo.

Tuve la tentación de tocar su mejilla o acercar mis labios a su frente, pero no deseaba despertarlo. Y definitivamente no deseaba asustarlo. No deseaba que se sintiera incomodo conmigo.

Recordaba perfectamente su muestra de miedo y repugnancia hacia mí aquella vez que el había venido a verme.

Había querido besarlo pero claramente él no quería eso.

Era algo normal, no podía sentirse completamente bien con mi cercanía. Y lo entendía.

-Te quiero, mi precioso muñeco- susurre mientras acariciaba su cabello.

Jamás se lo había dicho, por temor a asustarlo más aún, pero era la verdad. Esperaba poder decírselo algún día, que supiera cuanto significaba para mí y que él no se alejase.

Esa si sería una horrenda pesadilla, que él me abandonase.

No podía permitirlo, mi precioso Soo debía permanecer conmigo siempre.

Y solo tal vez algún día pudieses tener una vida junto a él.

"Solo en tus sueños"

Tal vez lo fuese, pero era un hermoso sueño.

Cuando sentí que llevaba mucho tiempo ahí, decidí irme, con muchísimo cuidado salí de la habitación y volví a mi cama.

Hundí mi rostro en la almohada y cerré los ojos fuertemente. Aún estaba cansado pero haber pasado tiempo observando a mi Soo había válido la pena.

Porcelana ➳ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora