Porcelana ➳ KaiSoo

➳No Te Angusties

POV JongIn

Aun sin abrir los ojos sabía que era de día. La sensación de haber estado acostado durante demasiado tiempo me lo decía. Gire en la cama para poder levantarme.

Me enderece de la cama y abrí los ojos con pereza.

Me llene de pánico al no hallarme en mi habitación de siempre.

Había un gran ventanal por donde entraba gran cantidad de la luz del día.

La habitación era enorme, nada que ver con mi habitación habitual.

Y la cama... Esa no era la cama que yo solía ocupar.

¿Dónde estaba?

Mi pánico era creciente. Con la desesperación aflorando en mi recorrí la habitación con la mirada.

Cuando dirigí mi mirada al buro junto a la cama divise dos porta-retratos. Inmediatamente los tome en mis manos. Al reconocer las personas en esas fotografías mi cabeza lentamente recordó en donde estaba y el porqué.

Estaba en casa de Hong Il.

-Estoy en casa- dije para mí a modo de tranquilizarme.

Después de un rato en el que intente pensar detenidamente en todo, recordé bien los últimos días y deje escapar una risa. Tanto de alivio como irónica. No era la primera vez que me pasaba.

Al menos no fue como el primer día. Empecé a gritar y Hong Il  corrió a mi habitación para calmarme. Gracias al cielo YoungMi no me escucho, lo que menos quería era asustarla.

Volví la mirada a las fotografías de mis manos. Una era la de mis padres conmigo en mi cumpleaños. Y la otra era... la de Soo conmigo el día de mi cumpleaños. Uno de los días más felices de mi vida, el más feliz, probablemente.

Sonreí con cariño al pensar en el. Lo extrañaba. Era lo único que extrañaba de estar en el hospital. Tenerlo junto a mí las veinticuatro horas del día.

Pero debía saber estar alejado de el. Por mi bien y el suyo. Debía aprender.

Eso me repetía Sehun después de algunas sesiones. Aunque a veces me parecía que se lo decía más a el que a mí.

Con cuidado pose los marcos de nuevo en la cómoda de tal manera que ambos estuvieran a simple vista para mí.

Un poco confundido todavía fui al cuarto de baño y me arregle para bajar a desayunar.

-Buenos días, joven JongIn- me saludo la chica que se encargaba de la limpieza mientras bajaba las escaleras.

-Buenos días- le conteste cordialmente.

Camine hacia la cocina para buscar mi desayuno.

-Buenos días, cielo- me saludo YongMi cuando entre.

-Buenos días, YoungMi- dije mientras me acercaba a ella para besarle su mejilla. Estaba sentada frente a un plato de fruta a medio comer.

-Déjame servirte tu desayuno- sonrió mientras se ponía de pie.

-No te molestes...- Quise interrumpirle pero ella ya estaba sirviendo panqueques en un plato.

Sonreí ante la manera como ella se desvivía porque yo estuviese cómodo aquí. Porque me sintiera en mi hogar.

Puso el plato frente a mí mientras le vertía jarabe de chocolate.

-Bueno provecho- comento mientras volvía a sentarse a mi lado.

-Muchas gracias.

-¿Cómo dormiste?

-La verdad, muy bien- mentí a medias. El descanso era mejor. Pero las pesadillas aun permanecían. En los momentos que despertaba deseaba que Soo estuviese conmigo.