Capítulo 6

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Alguien está llamando al teléfono de mi habitación pero decido ignorarlo y sigo durmiendo. A los cinco minutos vuelven a llamar y hago lo mismo que antes. Tres minutos después siguen llamando. "Quien narices llama a estas horas "maldigo en alto cuando me levanto de la cama y cojo el teléfono.

-Buenos días señorita Díaz, le llamamos de la recepción del hotel.

-Mica.-Le corrijo a la voz que inmediatamente reconozco.

-Está bien Mica, su madre nos avisó ayer para que hoy le despertáramos temprano. Nos dijo que le comunicáramos que el señor y la señora Díaz le esperarían a las 9 en el comedor para desayunar y después marcharse a visitar Londres.

-Joder. -Respondo en bajito. -¿Qué hora es?

-Son las 8, señorita.

-Vale gracias Albert. Buenos días a ti también. -El carraspea tras el teléfono cuando digo su nombre. -Y llámame Mica, no te lo repito más veces. -Cuelgo.

Salgo de la cama y voy directa al baño para darme una ducha. Las tripas me gritan que necesitan ser llenadas, así que no tardo mucho en arreglarme y vestirme. Unos vaqueros cortos, una camisa sin mangas azul verdosa y las convers negras. Agarro un jersey blanco y lo meto a mi mochila azul junto con mis gafas de sol y unas cuantas cosas más.

Cuando entro en el comedor, que realmente no me ha costado tanto encontrarlo como ayer, veo a mis padres sentados en una pequeña mesa en el fondo. Agarro una bandeja y la lleno de cosas. Zumo de naranja, un tazón de leche, tostadas, galletas y bacon.

Una vez que acabamos de desayunar salimos del hotel y comenzamos a caminar por las calles de Londres. Nos cruzamos con miles de personas, vemos un montón de cosas que me sorprenden. Londres es más bonito de lo que yo me imaginaba. Es más verde, más puro, pero demasiada gente para mi. Zaragoza es una ciudad tranquila y Londres todo lo contrario. Aun así me está encantando todo lo que vamos visitando. Varios museos, tiendas y cosas así que mi madre y mi padre están empeñados en ver. No me aburren pero ya son las cinco de la tarde y mi cuerpo necesita un descanso. Quiero volver al hotel.

Mis padres me dejan en la puerta del hotel pero se marchan, dicen que quieren ir a cenar a un restaurante del que han oído hablar pero yo ya he tenido suficiente por hoy.

Entro y sonrío cuando veo a Albert pero no me paro a hablar con él. Me meto en el ascensor y presiono el botón del piso al que me dirijo. Las puertas comienzan a cerrarse y en el ultimo momento una pierna les frena el paso y vuelven a abrirse. Me quedo inmóvil cuando reconozco al rubio que acaba de impedir que el ascensor subiera.

-Ey Mica, te dije que nos veríamos pronto. -Me giña el ojo derecho y entra dentro junto con otro chico, este también con unos ojos azules intensos y el pelo castaño. Parece más mayor que Niall pero tienen la misma estatura.

"No hagas el tonto y contesta Mica". Me digo a mi misma.

-Ey Niall. -Me quedo callada porque mi retraso mental no me deja avanzar. Seré idiota.

Los dos chicos se ríen y el ascensor comienza a subir. Hablan entre ellos pero lo hacen tan rápido que no entiendo lo que dicen.

-Oye Mica, ¿te gustaría dar una vuelta hoy conmigo? -Niall me pone cara de cachorrito y no puedo decirle que no.

-Claro. -El rubio sonríe satisfecho. - ¿Dónde iremos?

-Ah, eso déjamelo a mí. En una hora paso a buscarte por tu habitación.

-¿Y cómo sabes cuál es mi habitación?

Otra vez esa risa. Le odio. No. Arg. Niall mira a su amigo que también reía por la situación y seguidamente me agarra de la cintura y me presiona contra él. ¿Se puede saber que tipo de problema tiene este chico con estar tan cerca de mí?

HOTEL (PARADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora