Capítulo 34: Cómo Comenzó Todo #2 ~Demise~

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En una habitación donde la única luz que ilumina este oscuro lugar proviene de unas velas, 6 para ser más exactos repartidas de tal forma que hay una en cada esquina de la habitación y las dos ultimas están colgadas del techo de cabeza en el centro de dicha habitación, se encuentra una tina de porcelana negra con un diseño algo bizarro ya que por toda la superficie exterior se podían apreciar, a pesar de la poca luz, lo que eran las partes de los cuerpos de infantes que iban desde rostros que expresaban dolor y sufrimiento, hasta pequeñas manos y pies, en algunos casos las manos o pies emergían de la boca de los infantes, como lo era en el caso de los soportes de la tina, y en otros estas pequeñas manos se  de tal forma al rostro desfigurándolo.
En el interior de tan bizarra tina y sumergida hasta a el cuello,  solo su cabeza, la zona que comprendía desde el codo hasta la mano y la zona que iba desde la rodilla hasta la punta de los dedos del pie estaban fuera y apoyándose en la orilla de la tina que era un tanto pequeña para su ocupante, el líquido que llenaba dicha tina y en la cual ella estaba sumergida tenía un peculiar brillo rojizo a la luz de las velas que cautivaba  la mirada de ella y por tanto la relajaba de tal forma que había ocasiones que caía dormida pero hoy era la excepción ya que se encontraba extremadamente feliz pues había visto aquella faceta tan seria en su amado hermano mayor.
A pesar de haber muerto hace mucho y haberse desligado de todo recuerdo que le vinculara a su pasado, salvo aquellos en donde ella estaba juntó  a él que hasta el último momento intento rescatar su cuerpo sin vida y alejarlo de sus padres, si es que se le puede llamar de esa forma a aquellas personas.
La chica sacudió su cabeza para alejar aquellos felices recuerdos pues quería disfrutar de la agradable sensación que le invadía tras haber visto aquella faceta llena de seriedad en su hermano y por tal motivo siempre pensaba y buscaba la forma de hacer que se la mostrara y no se detendría por nada ni siquiera aunque esto provocara que su hermano le odie porque también les gustaba esa expresión.
Después de meditar un tiempo y calmar su acelerado corazón que no había dejado de latir tan fuerte desde que su hermano poso sus ojos llenos de odio sobre ella, después de cerciorarse de que ya se había "calmado" se puso de pie en medio de la tina y aquel líquido espeso empezó a resbalar como todo su cuerpo.
Por su altura se podría decir que su cuerpo tiene unos 20 años aproximadamente, la poca iluminación dejaba ver lo blanca que era su piel, tenía el cabello corto y era rubia, sus ojos rasgados eran de un dorado intenso y compartían cierta similitud con los de un reptil, era algo voluptuosa.
La chica paso su mano con extrema delicadeza por su cuerpo, pasando primero por sus largas y esbeltas piernas, siguiendo sus anchas caderas hasta llegar a su delgada cintura para después llegar sus voluptuosos pero no tan exagerados pechos para llegar al final con sus brazos y cuello.
Después de esto soltó una sonrisa de satisfacción.

-Perfecto... Suave y tersa como siempre... Dijo ella con un tono alegre mientras abandonaba el interior de la tina.

La chica salió de la habitación que parecía ser el baño, sin nada que cubriera su cuerpo ya que se sentía orgullosa de su cuerpo además de que en el preciso instante en el que abandono aquella pequeña habitación la luz de las velas se apago casi al mismo tiempo que su cuerpo fue envuelto por la oscuridad.
Tras pasar unos segundos aquella oscuridad que la envolvió se disperso mostrando a una Demise completamente vestida, su ropa consistía en un vestido corto de color negro y sobre este una armadura del mismo color pero con los bordes dorados, la armadura era un tanto ligera ya que no cubría por completo su cuerpo, solo los brazos, pechos, cintura y caderas, y por ultimo las piernas que eran cubiertas hasta unos 5 cm por encima de la rodilla.
Se paseo por su habitación que de igual forma que la anterior era iluminada por la luz de las velas, camino hasta llegar una de las paredes donde estaban pegadas tres imágenes y sin dignarse a ver a quienes estaban plasmadas en dichas imágenes alzo su mano izquierda por encima de su cabeza y al instante unos cuantos cuchillos repartidos por toda la habitación, unos 60 para ser exactos, se elevaron y quedaron suspendidos en el aire a la espera de la siguiente orden que no se hiso esperar, mientras su mano izquierda estaba alzada extendió la derecha hacia el frente, la cual estaba abierta, y los cuchillos se tensaron y todos apuntaron a dichas imágenes y sin dudar ni un segundo cerro su mano abierta, en cuestión de instantes absolutamente todos los cuchillos volaron hacia las imágenes perforándolas y clavándose muy profundamente en la pared detrás de esta.
La chica miro conforme lo que había logrado sin mucho esfuerzo y con una enorme sonrisa dibujada en su angelical, para no decir otra cosa, rostro se dispuso a salir de su cuarto para buscar a aquel que tuviese el honor, la mala suerte, de convertirse en su nuevo juguete en lo que su adorado hermano mayor llegaba.
La habitación había quedado, de momento, abandonada y antes de que la última vela se apagara y la oscuridad consumiera por completo el interior de este lugar se podía apreciar en aquellas rasgadas y agujereadas imágenes los rostros de de tres chicas, la primera con el cabello rosado, la segunda era una pelirroja y por último una peliazul que eran idénticas en todo exceptuando el color de sus ojos y cabellos.
Había pasado más de un mes, tal vez, es muy difícil saberlo ya que aquí en el primer círculo del infierno no existe ni el día ni la noche, solo una eterna oscuridad por lo que era difícil llevar la cuenta de cuantos días han pasado desde que Doll junto a Sullzan, Ada y Lady habían dejado el castillo.
Esto generaba una enorme carga en Demise hasta el punto de estresarla puesto que desde su punto de vista ella es la única con el derecho de estar junto a Doll y el que él se haya marchado con las ya mencionadas hacía que Demise hirviera, literalmente, de la rabia por lo que que todos los días desde que ellos se fueron ha eliminado su estrés de aquella forma un tanto violenta.

-Bien... Quién sera mi "juguete"?... Decía ella con cierto tono juguetón mientras iba saltando por los pasillos del enorme castillo como si de una pequeña niña se tratase.

Todos los días Demise salía a buscar a alguien que cumpliera con el rol de "juguete" mientras que los demás ángeles huían hacia el mundo humano con la perfecta excusa de que tenían que ir a reclamar almas, otros simplemente se escondían en sus habitaciones ya que no tuvieron la suerte de escapar antes de que ella empezara con su búsqueda y pobre de aquel que fuera sorprendido por ella porque sufriría un infierno que ni los mismos humanos sufren cuando son atormentados en los otros círculos del  infierno.
Mientras ella iba saltando por los pasillos tarareando felizmente alguna canción de cuando estaba viva, diviso la silueta de una persona.

-~Te encontré~...... Dijo ella con un tono inocente y juguetón mientras se colocaba detrás de aquella persona.

Al sentir la infantil voz de Demise a espaldas suyas todo su cuerpo se tensó y empezó a sudar frío debido al miedo............

Momentos más tarde los gritos de dolor y agonía de aquella persona, un miserable peccant, retumbaron cada rincon del mismo castillo mientras los ángeles en el interior de sus habitaciones no hacían más que temblar y pedir que Doll regresara pronto para que ella se calmara y sus días de sufrimiento se acabaran.

Dreaminess [Pausada y en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora