Dreaminess [Pausada y en edición]

Capítulo 22: Ciudad Laberinto ~cayendo en la oscuridad~

En el interior de una pequeña casa estaba una chica llorando, ella se encontraba acostada sobre un sofá de tres puestos ubicado en la sala, sus pies estaban sobre el puesto de la izquierda, su cintura estaba sobre el puesto del medio y su cabeza sobre las piernas de su amigo que estaba sentado en el puesto de la derecha, este ultimo agradecía para sus adentros que su amiga fuera delgada y a pesar de que su la larga cabellera marrón avellana cubría su rostro, el sabía muy bien que ella estaba llorando.
La chica de piel morena y ojos verdes vestía un short azul celeste que le llegaba hasta las rodillas junto a una camisa ligera con diseño monocromático, es decir lineas que alternaban entre blanco y negro, y usaba una medias hasta unos 10 cm por debajo de la rodilla con el mismo diseño que la camisa sobre una pequeña mesa que estaba frente al sofá yacía una chaqueta rojo bermellón, afuera hacia frío, unos tenis negros descansaban al pie del sofá.
El chico, un pelirrojo natural con dos mechones de distinto color, uno rosado y el otro rojo vino tinto, él tenia una característica que llamaba la atención además de su color de ccabello y era una anomalía en sus ojos conocida como " heterochromia iridum", provocando que el iris de sus ojos fueran de un color distinto siendo el izquierdo rojizo y el derecho negro azabache, su piel era tan blanca como la nieve.
El chico usaba una camisa blanca y un blue jeans grisáceo junto a unos tenis también negros.

-Cuanto tiempo pretendes seguir llorando?... Ya han pasado tres días desde que se fue.
-Es... Es que lo extraño... Dijo el la entre sollozos.
-Entonces, llora en tu casa... No vez que tus llantos no me dejan concentrarme en lo que estoy haciendo.
-y que haces?... Dijo un poco más calmada.
-Acaso no lo vez.

El chico estaba centrado en su celular, estaba resolviendo crucigramas mientras su amiga estaba recostada sobre sus piernas mojando su pantalón con sus lágrimas, ella lloraba porque uno de sus amigos se había mudado y a pesar de solo conocerlo por año y medio, ella sentía que lo conocía de toda la vida, así de importante era él para ella.

-Además, yo te dije que no lo hicieras... Sabías muy bien que el solo tiene ojos para ella... Dijo él sin despegar la vista del celular.
-Es que pensé que podía hacerlo cambiar... Pensé que mientras estuviera a su lado él me miraría y por eso se lo dije... Nunca pensé que se mudaría.
-Aja, si... Entonces, puedo decir que es tu culpa... Dijo de forma indiferente

Esto solo hiso que ella empezara a llorar de nuevo pero con mas fuerza que antes, ahora se podía escuchar su voz desde cada rincón de la casa.
El chico no lo soporto más y se paro del sofá haciendo que su amiga cayera al piso.

-¡Ya me tienes harto!¡llevas tres malditos días llorando!... Él estaba lo suficientemente molesto como para dejar de lado su celular.
-Que quieres que haga... Además de que el prometió que nos llamaría pero no lo ha hecho.
-Entonces, Por qué no lo llamas tu?... El ya se había calmado y continuo con sus crucigramas.
-Eh?... Sus ojos se iluminaron... Tienes razón, porque no se me había ocurrido.
-Lottie, a veces eres realmente estúpida.
-Calláte.
-Asegurate de ponerlo en el altavoz que yo también quiero escuchar.

Ella tomo la chaqueta roja que estaba sobre la pequeña mesita que estaba frente al sofá, después de unos segundos buscando saco su celular y rápidamente marco un número y tras varios segundos repicando nadie contesto, marco una segunda y una tercera vez, todas con el mismo resultado, ella estaba al borde de las lágrimas.

-Calmate, marca de nuevo y si no contestan lo intentas mas tarde.

Ella siguió el consejo de su amigo y volvió marcar, tras varios segundos repicando por fin contestaron la llamada.

-Aló, Harui?
-No... Se escucho la voz de un hombre mayor.
-Ah, es usted señor... Lamentos las molestias pero se encuentra Harui?
-Quien es Harui?
-Jaja..Que bromista, estoy hablando de su hijo mayor.
-Señorita creo que se equivoca, yo no tengo hijos.
-............ Ella no pudo decir nada.
-Ahora si me disculpa, tengo muchas cosas que hacer.