CAPÍTULO 11

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LAUREN

Sin darme cuenta, pasaron dos semanas después de ese momento entre nosotras, casi no había visto a Camila pues ella trabajaba mucho y cuando llegaba a casa solo la veía rápidamente mientras yo me iba, casi sin platicar pues llegaba extremadamente cansada del trabajo. Ninguna de las dos había mencionado nada de lo ocurrido y ninguna de las dos ni había hecho más esfuerzos por que volviera a suceder, sin embargo yo sentía que algo ya había cambiado entre las dos, puesto que las miradas que nos dábamos eran más significativas y, al menos a mí, me hacían estremecerme.

Mi cumpleaños estaba llegando, era el sábado y hoy era jueves, este fin de semana los niños se irían con su papá de excursión y Camila tenía mucho trabajo acumulado, así que no la quise importunar más y cuando acosté a los niños me despedí, sabiendo que la vería hasta el lunes siguiente.

L: Buenas noches Camila, me vengo a despedir rápidamente pues sé cuan ocupada estás y no es mi intención interrumpirte, nos vemos el lunes, le dije asomando la cabeza torpemente por el marco de la puerta que daba al estudio en donde se encontraba trabajando atrás de varios papeles y su computador.

C: Espera Lauren, ¿ya sabes qué vas a hacer para tu cumpleaños?

L:-Su pregunta me sorprendió por completo, pues no sabía que ella tenía presente la fecha de mi cumpleaños; ¿cómo lo habría averiguado? me pregunté- Sí, el sábado vamos a ir a un bar Frank y otros amigos, nada especial, solo espero que nos la pasemos bien.

C: Yo también lo espero, te hace falta salir y distraerte un poco pues últimamente eres puro trabajo, cafetería-niños, niños-cafetería y eso no es nada saludable para una chica de tu edad, pero bueno, quería saber si el viernes estarías ocupada, (pregunté con un poco de pena-miedo a la respuesta que podría obtener). Te quería invitar a cenar, para celebrar tu cumpleaños, solo será una cena, lo prometo. – enfatizó las palabras, lo que me hizo sospechar de las razones por las cuáles lo hacía.

L: Claro, me encantaría, solo me avisas a qué hora y en dónde y yo soy material disponible (dije lanzándole una sonrisa pícara) ;)

C: Sería aquí, a las 7 pm ¿te parece adecuada la hora?

L: Sí claro, nos vemos entonces mañana aquí, ¿traigo algo?

C: Si quieres traer algo de tomar está bien, yo me encargo de la comida. Nos vemos mañana entonces. Que descanses Lauren.

L: Que descanse Camila. Hasta mañana – Salí con una gran sonrisa en mi cara, no podía creer que se hubiera acordado de mi cumpleaños y que quisiera celebrarlo conmigo, ¡wow! Cómo mi cumpleaños, una fecha que nunca había tenido mayor significado para mí, ahora me hacía sentir ansiosa y muy contenta y me sorprendí pues aunque ya había dejado la casa cuadras atrás, llevaba aún una amplia sonrisa en mi rostro y mucha emoción en mi estómago (jijiji). Sería la oportunidad perfecta para hablar de lo que había pasado y saber de una vez por todas si tenía o no una oportunidad con ella, lo cual me emocionaba demasiado.

CAMILA

No podía dejar que se fuera sin invitarla a cenar, tenía dos semanas pensando en lo que había pasado entre nosotras y el destino se estaba prestando a que pudiésemos estar ella y yo solas. Y justo en su cumpleaños. Durante esas dos semanas solo había pensado en querer estar más cerca de ella, en sus labios, en sus brazos, en sus manos, en el calor de su cuerpo contra el mío. Tenía cada vez sueños más húmedos con ella y la verdad es que me asustaba eso porque yo siempre había sido muy clara con mi sexualidad, pero la niñera de mis hijos estaba cambiando todo y me aterraba demasiado. Por lo que, cuando se dio la oportunidad no dudé en aprovecharla para saber por fin si era lo que quería o solo estaba idealizando un concepto de ella.

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora