CAPÍTULO 18

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LAUREN

Estaba jugando con los niños después de haberles explicado mi comportamiento cuando vimos por las ventanas un relámpago, seguido de un trueno muy fuerte el cual hizo que se fuera la luz de la casa. Sandy gritó y Matt sollozó, Kieran empezó a llorar y yo los abracé. Cuando logré que se calmaran tomé la linterna que estaba en la mesa de los niños y se la di a Sandy.

L: Sandy, por favor quédate con tu hermano, voy a ver cómo está tu mamá y que venga con nosotros ¿ok? – ella asintió y abrazó a Matty.

Cargué a Kieran quien no dejaba de sollozar pero empezaba a tranquilizarse en mis brazos y salí a buscar a Camila. No la encontré en el pasillo ni en la sala, había un poco de luz de los relámpagos lo que me permitía ver algo, así que fui a los cajones de la cocina a buscar velas o linternas, encontré varias velas y las encendí, las puse en la encimera de la cocina y en el comedor y me llevé una a la recámara de Camila para tratar de encontrarla. La hallé hecha un ovillo a un lado de la puerta del baño, cerca del closet. Bajé un poco a Kieran quien caminó hacia ella para agarrarle su cabeza. Ella la alzó y abrazó fuertemente a mi hijo contra ella. Él la observó y le dio un beso en la frente a lo que ella dejó escapar una lágrimas y después besó su cabecita para recostarlo en su hombro. Eso me llenó de ternura y de más amor hacia ella, pues sin deberla quería a mi hijo y lo protegía. La llamé por su nombre pero no contestó, así que me agaché y tomé una de sus manos, ella alzó la mirada y veía en terror en esos hermosos ojos cafés que tanto me enamoraban.

L: Camila, todo está bien, vamos levántese para que vayamos con los niños que de seguro están muertos de miedo – le sonreí tratando de tranquilizarla y parece que ayudó. Se levantó poco a poco con Kieran en sus brazos – si quiere deme al niño, para que pueda caminar más tranquila – ella pareció dudarlo

C: Creo que me calma tenerlo en brazos, perdón pero es que me dan mucho miedo las tormentas, debes pensar que soy una tonta

L: No pensaría eso de ud nunca Camila y si quiere puede llevar a Kieran, he puesto velas en la sala y en la cocina así que va a poder llegar sin problemas a la recámara de los niños, yo voy a ver si hay alguna forma de arreglar lo de la luz, ¿le puedo encargar a Kieran por favor?

C: Claro Lauren, pero por favor no tardes – pude ver su nerviosismo y la tomé una mano para presionarla contra mi pecho – No se preocupe, no tardo – y besé sus nudillos para hacerla sentir más segura, ella suspiró y caminó hacia la recámara de los niños y yo me fui hacia la cocina tratando de encontrar una linterna, la cual encontré en un cajón y que me ayudar a llegar donde estaban todos los circuitos y desagües del departamento, que para mi desgracia era en el pequeño patio fuera del mismo *a mojarse otra vez*.

CAMILA

Cuando Lauren estaba jugando con los niños decidí ir a ver cómo estaba la ropa que se estaba secando, pero antes me pondría un suéter pues ya estaba haciendo más frío. Cuando estaba en mi recámara buscando qué ponerme, escuche un trueno muy fuerte y enseguida se fue la luz. Eso me daba mucho miedo desde que en un campamento, cuando era novia de Matthew, nos quedamos atrapados en una cueva con una tormenta así y pasaron varias horas para que nos encontraran. Yo había tenido mucho miedo y frío y me juré que jamás haría ese tipo de actividades de nuevo. Pero el miedo a las tormentas me había costado mucho trabajo superarlo. Entonces me agaché tratando de tomar mis piernas como un ovillo, haciendo que ese miedo desapareciera de mí para poder levantarme e ir a ver a mis hijos, pero no podía estaba paralizada.

De repente sentí unas manitas en mi cabeza y cuando levanté los ojos ahí estaba mi salvador, Kieran, quien me veía con ojitos de tranquilidad y me besaba la frente para que se me fuera el miedo. Yo lo abracé y lo acurruqué entre mi cabeza y mi hombro para acariciar y besar después su cabecita, eso me estaba tranquilizando y pude sentir entonces a alguien tomar mi mano

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora