Segunda Oportunidad

EPÍLOGO

LAUREN

L: Amor, ¿has visto mi cámara? – grité desde nuestra recámara. Hoy era el juego de campeonato de Matt, lo habíamos apuntado a un equipo de béisbol cuando tenía 11 años y había jugado con el mismo equipo por 7 años más, hoy era muy importante porque venían de varias universidades a verlo jugar.

C: Creo que está en el cuarto de Kieran, la usó para su proyecto de artes – me contestó el amor de mi vida, la mujer que me había costado recuperar y tras cinco años había sido mía una noche de tormenta en NY.

Bajé a la recámara de Kieran, quien ahora con 9 años era un niño muy talentoso para la fotografía y el dibujo, decía que lo había sacado a mí, yo solo había contribuido a apoyarlo con sus gustos y Camila también. Vi un collage que tenía en su pared y en el describía cómo era su vida y las cosas más importantes para él, había fotos con Camila enseñándolo a tocar guitarra, fotos con Sandy y él patinando en Grand Central, de Matt y él jugando béisbol, con los papás de Camila comiendo helados y con mi familia en un picnic, en el centro estaba una foto conmigo cuando lo registré en África y una leyenda que decía "mi madre, quien no me tuvo pero me dio una vida", eso me hizo sentir un orgullo muy grande por mi hijo. Encontré la cámara y salí de su recámara para unirme con la familia e ir a apoyar a Matt.

C: Amor, ya es tardísimo, ¿por qué no venías? – decía poniéndole la chamarra a Kieran y agarrando su bolsa.

L: Es que cierta personita no pone las cosas en su lugar – le guiñé un ojo a Kieran, quien bajó la mirada – así que me costó trabajo encontrar la cámara y sabes lo importante que es este día para mi enano, no puedo dejarlo fuera de mis fotos – la tomé de la cintura y la besé, un beso corto pero apasionado, ella cerró los ojos al contacto y me acarició la mejilla

C: Como sigas así no saldremos de aquí – me tomó de la mano y nos fuimos hacia la camioneta.

Camila manejaba mientras yo iba poniendo los focos a la cámara para tomar mejores fotos, Kieran iba atrás con su Tablet y Sandy nos iba a alcanzar en el campo. Ella estaba estudiando en la NYU Ciencias Ambientales, pues después de que ganara con el proyecto de los cristales de hidrogel que le apoye a hacer, una empresa se interesó en eso y le pagó una beca completa para estudiar en la Universidad de New York para especializarse en dichos cristales y hacerlos una realidad. Cuando se fue de la casa se nos partió el corazón, pero ambas sabíamos que era algo que iba a pasar y que era lo mejor para ella.

Cuando llegamos al campo ya estaban todos los jugadores y las familias de éstos. Saludamos a Matt con la mano y él nos devolvió el saludo, pero sólo se acercó brevemente para besar a su madre y de ahí se regresó al campo a calentar. Yo estaba tomando fotos de todo hasta que por la lente percibí una chica que me estaba mirando fijamente, le tomé una foto y la revise en la pantalla digital. La chica tenía unos ojos azules muy bonitos, pero era muy joven como para estar viéndome a mí, pues aunque me conservaba bien para mis 38 años, sabía que ella estaba viendo a otra persona. Estaba entretenida viendo la pantalla cuando sentí un manotazo en la cabeza.

C: ¿Con que ahora tomas fotos de niñas Jauregui?, ¿no tienes ningún respeto por la madre de tus hijos? – y con esto se fue hacia atrás de las gradas dejándome a mí con toda la pena del mundo por el numerito que acababa de hacer y con ganas de que me tragase la tierra. La seguí y la llamaba para que se detuviera

L: Camz, amor, espera, Camila por favor – ella se detuvo y se giró hacia mí con los ojos llenos de furia, en ese momento preferí no haberla detenido

C: ¿Qué vas a decirme ahora Jauregui? – Jauregui, ahí estaba mi apellido, el cual en ciertos momentos era muy excitante escucharlo de sus labios, pero en estos, era el aviso de tormenta