Nuestro Secreto

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Disclaimer: Los personajes de Inuyasha pertenecen a Rumiko Takahashi. Kazou pertenece a mi amiga GabyRodin. Yo los utilizo para diversión.

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. -indica cambio de escena.

—Indica el pasado. –

—indica tiempo actual-

—"Indica diálogo de bestia interna".-

"Indica pensamientos"

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Todos en el palacio estaban esperando la llegada de los lores, que no tenían ni la más mínima idea de cuál era el verdadero motivo de su visita. Después de haber sido informados por Irasue de que posiblemente vinieran a matar a Kagome el general del castillo había redoblado la seguridad dentro de este.

— ¿Qué es lo que sucede? –Preguntó Rin a Kagome que la llevaba de la mano.

— Los lores de los otros puntos cardinales vendrán a visitarnos. –informó la adulta satisfaciendo a la infante que ya no preguntó más.

— ¿Señorita Kagome? –inquirió la chica gato que le habían asignado como dama de compañía.

— ¿Qué sucede Saipu? –inquirió con extrañeza.

— Tiene que prepararse para la llegada de los lores, tiene que vestirse con los colores de la casa de la luna.

Saipu la llevó hasta la habitación para comenzar a prepararla para la llegada de los lores. 

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Por los pasillos corría apresurado la última creación del hanyo araña hasta llegar a una enorme puerta que daba a la recámara donde su creador dormía. 

— Naraku. -habló Byakuya. 

—  ¿Qué quieres? -preguntó con fastidio. 

— Se trata de Kazou. 

— ¿Qué le sucede a mi hijo? -preguntó con preocupación.

— Ha hecho una alianza con los lores, quieren matar a Sesshomaru y a esa criatura que mató a Kagura. -informó.

— Perfecto. -espetó para dejar que una sonrisa maquiavélica se formara en su rostro. 

La extensión no dijo nada solo se retiró dejando a su creador. 

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Entre los árboles se encontraban los poderosos lores cardinales caminaban mientras trazaban su plan, con la ayuda de Kazou. 

— ¿Cuál será el plan? -preguntó el lord zorro. 

— Matar a Sesshomaru y con él a esa legendaria miko. 

—  ¿Creen que será fácil? -volvió a preguntar. 

—   Con mi ayuda lo será. -aseguró Kazou. 

—  Hoy será una visita para conocer mejor al enemigo. -Ordenó el demonio dragón. 

— Perfecto. -secundo el neko yokai. 

Así  apresuraron el paso para llegar esa misma noche. 

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Todo estaba en completa paz en el palacio del oeste o al menos lo estaba, pues un grupo de cuatro integrantes se encontraba gritando por fuera 

— Oí, Sesshomaru. -gritaban desde la entrada del palacio. 

— Dejadme pasar, soy medio hermano de su amo. -refunfuñaba el medio demonio. 

— Usted no es bienvenido. -habló un guardia. 

— ¡Oi Cabron! ¡Dejame entrar! -gritó una vez más el orejas de perro. 

— ¿Qué quieres Inuyasha? 

— ¡Hasta que te dignas a aparecer! -reclamó al ver a su medio hermano frente a ellos. 

— Venimos a ayudarte, sentimos tres energías dirigirse a este sitio. -explicó Miroku. 

— Déjalos pasar. -fue lo único que dijo para comenzar a caminar hacia el palacio. 

Los ahora invitados eran dirigidos por Alphonse, uno de los guardias más jóvenes del palacio, el les asignaría sus habitaciones. 

— Tienen que alistarse para la llegada de los lores cardinales, encontrarán ropas adecuadas para la ocasión. -informó para retirarse. 

— Keh! Yo no quiero hacer nada de eso. 

— Pues ahora lo vas a hacer. -habló alguien de mirada dorada a su espalda.

— ¿Usted quién es? 

— Yo, Hanyo irrespetuoso, soy Lady Irasue, legítima esposa de tu padre. 

— La madre de Sesshomaru. -susurró la loba. 

—  En efecto Ayame. 

— Lamento esta "bienvenida" tan descortés. -se disculpó Sango. 

— No es necesaria la disculpa exterminadora. —cortó el hablar del cuarteto—. ¿Qué es lo que hacen aquí? 

— Venimos a ayudar, sentimos tres energías poderosas dirigirse hacia acá. -explicó la exterminadora. 

— Pues sean bienvenidos. 

Después de eso Lady Irasue se dio la vuelta para caminar lejos de los visitantes. 

— La madre de Sesshomaru da miedo. -concluyó el monje para entrar a sus habitaciones a alistarse para bajar a la cena. 

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"Esto es una locura" -pensaba el yōkai zorro.
Ya divisaban el enorme castillo del Oeste y, el youkai zorro estaba nervioso, porque no quería atacar a su mejor amigo pero, tampoco quería quedar mal con los demás Lores cardinales lo mejor por el momento era mantenerse de su lado y cuándo llegará el momento justo rebelarse en contra de ellos para atacar junto con sesshomaru y así defender a la legendaria sacerdotisa demonio.

Justo cuando estaban frente a la enorme puerta de metal con una enorme "T" en el centro indicando el territorio de la familia Taishō.

— Preparados para todo lo que pueda pasar esta noche daremos que sea la última de esa demonio Sagrada, no dejaremos que exista una amenaza como esa que nos pone en peligro a nosotros como cardinales. -espetó el dragón.
— Esperó que el Lord Sesshomaru no le haya tomado cariño a la sacerdotisa. -siguió el gato.

Ya no dijeron nada al ver que un guardia se acercaba a abrirles la enorme puerta. 

— Sean bienvenidos al Oeste. -habló inclinándose cuando los tres poderosos yokai pasaron a su lado. 

La hora había llegado, el secreto se descubriría y la miko ¿moriría? 

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Sayonara RT.