Asilo del silencio (TERMINADA)

Capítulo 1 - ¿A qué clase de lugar vine?

          A lo lejos escucho un ruido y me percato de que aún es de noche, no puedo identificar de qué se trata pero este cambia el ritmo constantemente, es como si fuesen ligeros golpes en distintos lugares del castillo donde me encuentro. No presto más atención e intento conciliar el sueño nuevamente. Pero me temo que eso no va a suceder, a mi mente viene todo tipo de imágenes de aquellos psicópatas que se encuentran en este asilo, siempre me he considerado una persona escéptica todo lo que he aprendido sobre los mecanismos de defensa del cerebro como son el sudor, pupilas dilatadas, percepción exagerada de la realidad y otros. Me hacen dudar de lo que uno ve cuando tiene miedo, pero sin embargo no puedo dormir sin controlar esos mecanismos.

          Aún sabiendo todo sigo siendo un cobarde, no solo por el hecho de que este lugar sea tenebroso, oscuro, frío y que esté plagado de asesinos maniáticos. Hay otra razón por la que estoy acá.  Empezaré por el principio.

          Fui enviado acá por mi universidad para finalizar mi proyecto o sea estas son mis pasantías lo que significa que no tendré paga alguna ¿genial no? De todas formas este es el mejor lugar para demostrar todo lo que sé. Aunque quisiera que las cosas fueran tan simple no es así, en la vida real siempre hay un pero. Soy doctor, estoy terminando la carrera de psicología eso ya quedó claro, estas son mis pasantías sin paga y estoy en un asilo lleno de personas con desordenes mentales que cometieron crímenes pero eso no es todo. De camino acá luego de haber bajado del avión que me trajo. Dos oficiales de policía me retuvieron, yo pensé que sin querer había hecho algo malo ya que las reglas en un aeropuerto son algo estrictas.

          —¿Oficiales hay algún problema? —pregunté en aquél entonces recuerdo que estaba algo desconcentrado y si recuerdo bien los oficiales no dijeron palabras alguna y me llevaron a una oficina del aeropuerto. Todo fue muy rápido y para evitar problemas simplemente los seguí realmente no tenía nada que ocultar, quizás algunos bocadillos de papas que tenía en una de las maletas pero no creo que eso sea un gran crimen.

          Esperé en esa oficina y al poco tiempo entró un oficial quizás un detective porque no iba uniformado y no logré observar su placa el estaba junto a quien parecía ser un doctor, es obvio que sé leer el comportamiento de las personas, adivinar su profesión no fue un reto. Ambos entraron a la oficina y el doctor solo me pidió que me sentara.

          —¿De qué se trata todo esto? —pregunté en un intento por obtener respuestas.

          —¿Usted es Leroy Reyes? —preguntó en ese momento el oficial, recuerdo muy bien que hablaba como si estuviese interpretando un papel de una de esas películas que tanto odio.

          —Sí, ese es mi nombre —afirmé estaba muy enojado porque no me explicaban la razón por la que estaba detenido —, me pueden contestar mi pregunta, conozco mis derechos y no puedo estar acá tengo una cita a la que acudir.

          —Tiene razón así es pero nosotros sabemos que usted se dirige al asilo más custodiado y también con más secretos —expresó aquél doctor, yo en ese instante pensé que estaban actuando muy formal y que por alguna razón los dos estaban muy asustados —. Nos gustaría que de alguna manera nos ayudara, usted sabe cómo funciona esto Doctor.

          Aquél doctor pensaba que su psicología inversa funcionaría conmigo, de igual forma asentí para que continuara explicándome lo que quería, ya estaba cansado del día y ahora que estoy en una habitación de este asilo me doy cuenta que solo era el principio.

          —En el Asilo del silencio han estado ocurriendo muchas cosas extrañas. Muchos de los pacientes han desaparecido, hay rumores de que estén experimentado con ellos pero eso no es todo muchas de las personas que trabajan allí terminan aún peor que sus pacientes, en este lugar no solo hay personas mal de la cabeza también hay otras cosas —contaba el detective con una cara de preocupación, en ese momento pensé que todo era un chiste pero ahora que estoy acá mi imaginación cree que todo es real —. Créame no queremos que usted termine igual que los pacientes.

          —¿Entonces usted me está prohibiendo que vaya al Asilo del silencio? —fue lo que pregunté pero sabía que su petición era que hiciera todo lo contrario, el doctor me miraba como si yo fuera un delincuente, ¿realmente esas personas estaban tan asustadas por este asilo o había algo más? quizás lo descubra luego.
 
          —¡Todo lo contrario! Necesitamos que nos diga si ve algo extraño en ese lugar.

          La única razón por la que acepté ayudarlos es porque sabía que no me dejarían ir sino lo aceptaba. Todavía tengo la imagen en mi cabeza de aquél doctor asustado temblando y de aquél oficial fingiendo estar bien con una pésima actuación.  El asilo tiene a todo tipo de persona con problemas mentales de todos los países por eso es un sitio neutral en el que ningún policía de ningún estado puede interferir en el. El asilo incluso posee sus propias leyes.

          El doctor no interfirió más y salió de la oficina, no supe más nada de él, el detective me comentó un par de cosas pero como estaba muy cansado no le presté mucha atención, terminó por darme un teléfono el cual yo tengo que mantener encendido. Detuvo un viejo camión para que me llevara al Asilo del silencio el señor del camión también me comentó sobre las desapariciones pero me dijo que solo se trataban de animales salvajes que rodeaban el asilo.

          Cuando al fin llegué y tomé mis maletas observé el gran castillo donde ahorita me encuentro, es inmenso y afuera de él hay murallas de piedra, rejas de hierro e incluso tienen varios perros de razas corpulentas y oscuros como la noche. Es muy obvio que se trata de algo más que un manicomio o un asilo. Es una gran prisión.

          Sobre unas rejillas de acero se notaba algo escrito que no parecía parte de las rejas que conformaban el nombre «Asilo del silencio », estas decían: «cuando entres a este lugar te preguntarás ¿qué es real? Pero mejor pregúntate ¿qué no es real?».

          Quizás por todo lo que me dijeron aquél detective y aquél doctor ahora en esta habitación dentro de este castillo mi imaginación crea alucinaciones y convierte sonidos comunes en imágenes extrañas.