Epílogo

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Meliza

-apresuraré Valentina! llegaras tarde al colegio!

-Mama no quiero usar este celular! Es viejísimo por Dios. -se Queja, mi hija Valentina.- Por favor, te prometo que si me compras otro lo cuidare mucho, por fis por fis.

-Valentina apresúrate, lo hablamos más tarde -la llama Adam desde la puerta.

-Valentina, es un Nokia del año 2005, y es muy especial sabes?

-En serio? Esta cosa al menos hace llamadas?

-Si las hace, y a personas muy especiales.

-Seh... Claro.

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Adam

-Papa, por favor tienes que comprarme un nuevo celular, esto es horrible.-Se queja al subirse al auto.

-Sabes pequeña, una vez, hace unos 20 años, una joven también rompió su celular.

-Si? Y? -Dice con odiosa indiferencia.

-Y le dieron ese para ver qué tan responsable podía ser.

-Y entonces... - Dice cansada.

-Ella solo podía usarlo para llamar a su padre al salir del colegio, pero cada vez que lo hacía, el número se ligaba con otro.

-Osea que esta malo este celular...-Empieza a buscar una excusa para no usarlo.

-Y termino llamando a un chico que no conocía.

-Genial! Y cómo voy a llamarte? -Explota.

-No te preocupes, llama al número de tu abuelo y responderé yo.

-Esta el número de mi abuelo aquí? -Pregunta frunciendo el ceño.

-Si, pero está como "Papa"

El resto del camino lo pasamos en silencio.
Que buenos tiempos eran.

-Esa historia... Es de cómo se conocieron... Tú y mamá cierto? -Pregunta Valentina antes de bajarse del auto.

-Por supuesto. -Asiento.

Fin.


Al otro lado del teléfono #OIMAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora