SECUESTRADA

122

-Juez procederé a realizar mis preguntas.- Dije, hasta ahora no iba tan mal.

-Proceda.

-Señorita Helena usted nos contó sobre su secuestro, que tenía graves heridas causadas por las pruebas de su agresor las cuales, corríjame si me equivoco, fueron, un laberinto lleno de bichos, un video que la dañó de manera psicológica, una caja llena de agua para ahogarla, la obligó a quemarse las manos porque si no le caería ácido, una especie de silla eléctrica, otro video que mostraba la felicidad de los demás sin usted, elejir entre matar a su madre o al crminal Jerome Miller y por último una prueba junto a su secuestrador Daniel, que consistía llegar a la salida sin que la maten. -El juez me miraba con cara de asombro, se nota que no pensaba que fuera tan grave la situación.

-¿Cuál es el punto?-intervino Thalia.

-Mi punto es que las lesiones que presentaba Helena, no tenían coincidencia con la de estas pruebas, ¿alguna justificacio señorita?-Le pregunté a Helena.

-Bueno, mi secuestrador me lastimó de muchas maneras, tengo varias heridas de vidrios y algunas quemaduras.

-Pero esas son heridas que puedes hacerte en casa. -Me fulminó, destrozó y muchas cosas más con su mirada.

-Continúe señorita. - Me dijo el juez.