ASHTON

Capítulo 4

Eran las 18:30 y estaba yendo hacía casa, luego de una charla con Zoey me sentí un poco mejor. Todavía no creía eso de que Ashton estaba enamorado de mi, pero trataba de no pensarlo.

Intente abrir la puerta de mi casa pero había una llave desde adentro que no me dejaba abrir. Toque el timbre pero parecía que nadie estuviera en casa.

–Oye Liam, ¿estas en casa?

–No, ¿que necesitas?–se escuchaba música del otro lado de la línea.

–Necesito entrar a casa y hay una llave del lado de adentro que me lo impide.

–Entra por la puerta trasera, o avísale a Ashton que estás en casa. Él está ahí.

–¿Cómo que Ashton está en casa? ¿Tú donde estas?

–No puedo hablar ahora Sam, luego hablamos. Te quiero.

Colgó la llamada y me dejo sin repuestas.

Maldita sea.

Di vuelta hacia la puerta trasera e intente en entrar, pero como era de esperar, estaba trancada. Tendría que haberle hecho caso a mi madre cuando me dijo que le haga una copia a la llave de la puerta trasera. Intente abrir las ventanas de la cocina pero era inútil, estaban trancadas.

Bien, solo me queda hablarle a Ashton.

Pero la verdad que no quiero, ¿por que él se encontraba en mi casa? Porque no Mike o Harry, o cualquier persona menos él. Volví a la puerta de enfrente y toque el timbre, no había rastros de Ashton, lo toque de nuevo pero fue inútil.

Yo: Hola, mi hermano me dijo que estabas en mi casa ¿Me puedes abrir?

Visto 18:54

Ashton no me había contestado, se había conectado a ver mi mensaje y luego se desconecto.

Yo: Vienes a invadir mi casa y ¿no eres capaz de abrirme?

Visto 19:01

Sus pasos comenzaron a acercarse y escuche como daba vuelta la llave, abrí la puerta y el ya no estaba.

Estamos en presencia de flash.

Me di un pequeño baño, y me puse ropa para estar dentro de casa, había hablado por videollamada con mi madre y me había dicho que gracia a dios todo había salido bien en la operación que había tenido, y que si no la necesitaban más con suerte mañana a la noche estaría aquí.

Bajé en busca de algo para comer y Ashton se encontraba cocinando. Me senté en una butaca y lo sobre mientras revolvía una gran olla.

–¿Por qué estás aquí?–ignoro mi pregunta y siguió con lo suyo–¿Te quedarás esta noche?

Siguió revolviendo y me ignoró por completo. Había un silencio incómodo y ya no lo estaba soportando.

–¿Seguirás ignorándome?–dejo de revolver–Mira que no me interesa en absoluto lo que hayas dicho la otra noche–se giro a verme–Es decir, fue una noche como cualquier otra, y lo que hayas dicho bajos efectos del alcohol no me afecta en nada, tampoco tendría porque afectar nuestra convivencia.

Miro hacia un costado y respiro lentamente.

–Tienes razón, todos nos equivocamos bajo efectos del alcohol. ¿Cómo podría estar enamorado de ti?–se rio–es absurdo.

Okey, eso me dolió un poco.

–De todas formas, yo nunca estaría con alguien como tú–arqueo una ceja–Un maldito mujeriego que solo le importa el sexo y él mismo.