Amor Forzado- WIGETTA

Y yo daría la vida por ese imbécil

Flashback

-¡Más tonto y no naces, imbécil!- Gritó la chica empapada de refresco.

-¡Habló!- Su hermano, un chico alto y moreno como ella, estaba tirado en el suelo, con lágrimas de risa.- ¡Mira que eres tonta! ¿¡A quién se le ocurre!?

-¡Te odio!- Y la chica sonrió, una sonrisa entrañable por ver a su hermano tirado en el suelo, riéndose de ella tras haberle tirado todo el refresco en su vestido nuevo y haberlo empapado de forma pegajosa y asquerosa.

-Me amas.- El chico cogió el pie de su hermana y la tiró al suelo, haciéndole daño, aunque la niña no se quejó.

-Te odio.- Repitió la chica cogiéndole la cara al hermano como si fuese un crío pequeño, haciéndole poner morritos.

-Me amas.- Dijo como pudo el mayor.

La chica negó con la cabeza por última vez y cogió la botella, con aún líquido en su interior, se la metió en la boca, hizo unas cuántas gárgaras y se lo escupió a su hermano en toda la cara.

-¿¡Qué haces, enana!?- La empujó e hizo una mueca de asco escupiendo el líquido que se había tragado sin querer.- ¡Eso ha sido asqueroso! ¡Ahora tengo tus babas por mi boca!

La chica soltó una carcajada y le dijo:- Muchos pagarían por tenerlas y tú que las tienes gratis te quejas.- La cara del hermano cambió drásticamente.

-¿Cómo has dicho? ¿Que pagarían por qué? Enana lleva...- En ese momento sonó el móvil de la chica.

La chica contestó rápidamente pero a su hermano le dio tiempo a mirar el nombre. Mi niño. Acto seguido quitó el móvil de las manos de su hermana y comenzó a hablar.

-Hola... mira, soy el hermano de tu niña- dijo con tono irónico e intentando imitar la voz de su hermana- no vuelvas a hablar con ella ¿vale? O te partiré la cara. No hace falta que te lo diga, al menos eso espero, y por último, como la toques...- rio- estás muerto.- Y colgó.

-¿¡Qué has hecho!? ¿¡Estás tonto!?- Sin responder le devolvió el móvil a su hermana, se levantó y se marchó.

La chica parecía estar realmente enfadada con su hermano, pero en el fondo pensó: Y yo daría la vida por ese imbécil.

Y sonrió.

Fin del flashback

Estaban todos sentados en el sofá, acurrucados con una manta y viendo una película a la cual Mare no prestaba ninguna atención, tan solo podía centrarse en las manos de Soraya y Guille cogidas. Ella sabía que no llevaba ni tres semanas en el fandom de WIGETTA pero como buena shipper debía hacer algo para que esos dos se separaran.

Un calor veraniego inundó la sala al completo, todos comenzaron a sudar, quitaron la manta y abrieron las ventanas. Mare sonrió de medio lado cuando vio que las manos de Calvito y Guille ya no estaban cogidas.

Mare llamaba a Soraya Calvito puesto que se parecían, no es que estuviese calva, aunque entradas tenía, era en la forma de la cara, redonda, además era baja, muy baja, más baja que ella, aunque ella era alta.

Al fin terminó la película y Calvito se fue, dejando a Willy y Vegetta solos en la sala de estar, viendo Narcos.

-¿Has subido ya el episodio de Apocalipsis Minecraft?- Preguntó Willy.

-Sí, a la gente le está encantando, está siendo la temporada con más éxito.- Dijo Vegetta con una gran sonrisa en la cara. Miraba la televisión sin ninguna curiosidad, le apetecía más hablar con Willy.- Oye... ¿cómo conociste a Soraya?

Willy estaba siendo cortante, es decir, estaba incómodo, Vegetta lo conocía tan bien cómo a la palma de su mano.- Willy, ¿cómo está tu padre?- Dijo cogiendo su mano suavemente.

Él pareció sobresaltarse.- Bien, aunque Daniela dice que no mejora.- Susurró.- Vegetta yo... -sacudió su cabeza,- ¿cómo está Mare?

-Podrías preguntárselo tú mismo, Willy.- Willy apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza.- Está bien, sigo pensando en su pasado y en su cicatriz...- dejó la frase en el aire, aunque quiso decir: la chica ha sufrido mucho, está muy dañada. Y Willy le entendió.

-¿Cómo se hizo la cicatriz?- Preguntó curioso. Vegetta, interiormente sonrió, por fin Willy comenzaba a demostrar interés por Mare.

-No lo sé, el primer día me dijo que le recordaba quién era, que le recordaba su pasado. Le duele hablar de ello, parece sensible con ese tema.

Willy parecía estar pálido de nuevo y a punto de echarse a llorar. Su padre, pensó Vegetta.

-Willy, -cogió su rostro y lo levantó,- tu padre se pondrá bien, seguro que lo de las alucinaciones se le pasa o se lo cura Daniela. Tranquilo, chiqui.- Lo estrechó contra sí, calentándolo de todo su sufrimiento.

Willy sabía que no lo podía solucionar, que todo se iría a la mierda, incluso Daniela había perdido la esperanza, pero le quería demasiado como para rendirse.- Eso espero Vegetta, eso espero.

Y dejó caer una lágrima por su mejilla.

No había nadie en la casa, todo estaba en calma y Vegetta lo agradeció. Cuando él se había despertado ya estaba la casa vacía así que decidió ponerse en marcha más tranquilamente.

Estaba preparando su desayuno, cereales con leche. Ya tenía los cereales en el cuenco y vertía la leche, empapándolos.- Hola, Vegetta.- El chico se sorprendió tanto que tiró el cartón de leche a la cara de Willy, impactó y lo caló entero.- ¿¡Qué haces, tío!?

Vegetta comenzó a reírse, había sido su culpa, él le había asustado. Willy parecía enfadado aunque segundos después rio tanto que tuvo que sentarse en el suelo, junto con Vegetta.

-Tío eres tontísimo. ¿Pensabas que era un ladrón o algo?- Y después gritó:- ¿¡Pensabas que era un ladrón y te defendías con un cartón de leche!?- Volvieron a reír hasta que a Vegetta le dolió la tripa y a Willy le lloraron los ojos.

En ese momento la puerta se abrió y apareció Mare, con cara asustada y mirando el desastre.- ¿Qué habéis hecho?- Dijo tranquilamente.

-Le he tirado a Willy un cartón de leche pensando que era un ladrón.- Dijo Vegetta riéndose, Willy ya no reía.

-¿Te has defendido con un cartón de leche?- Vegetta volvió a reír y miró a Willy.

-¡Él me ha dicho lo mismo! ¿¡Verdad, Willy!?- El menor asintió y Vegetta oyó un sollozo, pero fue Mare quién lo soltó.

Sonreía, una sonrisa dolida y nostálgica, tenía los ojos encharcados y la nariz roja, junto con los ojos.

Tapó su boca con una mano y se dirigió al pasillo, pasando por encima de Willy, al hacerlo este notó un escalofrío recorrerle y el corazón se le paró.