Capitulo 28 - Resolución

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Corrí por las calles frias esperando llegar a mi destino antes de que fuese demasiado tarde.
Él frío que inundaba las calles por la nevada se colaba profundamente en mis huesos provocando que mi cuerpo temblara, aún así no me detuve, aunque mis pulmones quemaban y hasta el aire frío que entraba en ellos dolía, no podía parar.
Mi destino estaba próximo.
Llegué hasta la estación y al entrar choque fuertemente contra el oficial Ramirez que venía saliendo a toda prisa.
Me recompuse rápido y lo tomé de la camisa.

-¡Oficial! - Mi voz apenas encontraba camino hacia afuera por el cansancio. - ¡Los van a matar! ¡La asesina esta en la casa! ¡Matará a Connor y a Anna! -Tras el oficial apareció la figura del psicólogo de Anna. -¿Que hace aquí el psicólogo de Anna? - Aclaró su garganta para proceder a corregirme.

-Psiquiatra... -Selló con un deje de irritación. - He venido a arreglar un error que podría desenlazar muchos de los misteriosos asesinatos ocurridos.

-¿Sabes que la asesina es Jessica?

-Claro que lo se...

-¡Entonces llamen a un maldito exorcista o algo! -Gruñi furioso.

-¿De que mierda hablas mocoso? -Interrogó el oficial ya completamente irritado.

-De Jessica... La hermana de Anna. -Me detuve un segundo. -¿La que murió hace dos años? -solté sintiéndome estúpido y dudando de ello.

-Jessica no murió... La que murió fue Anna. -Mis ojos se abrieron de par en par sin comprender absolutamente nada.

Ya en el auto, las explicaciones volaron.

-Hace un par de días descubrí en mi escritorio un sobre que contenía diagnósticos del estado de la paciente que habían sido escondidos de mi. Al parecer Jessica había sido diagnosticada de esquizofrenia leve y un muy probable caso de personalidad múltiple que se hizo mas evidente con la muerte de su hermana... -Para ese momento ya no creía que mi mandíbula pudiera caer mas de la sorpresa... Al parecer si podía. -Uno de los enfermeros encontró esta información y se dio cuenta que algo estaba mal, tras ser seducido por ella terminó por esconder esta información. Sus personalidades hasta el momento habían sido dos, la propia Jessica y una muchacha que se hacia llamar Lidia, por su puesto Jessica era la tranquila, en cambio fue su otra personalidad la que tomaba por cuenta lo que creía les pertenecía. Con la muerte de Anna, Jessica se sintió culpable y capturó su esencia haciéndola parte de ella.

-Su segunda personalidad robó los exámenes de defunción de su hermana y los hizo pasar por suyos, así nadie sabría de la existencia de Lidia en el cuerpo de la personalidad que ahora era Anna, ella realmente piensa que es su hermana. -Acotó el oficial.

-Jessica trató de revelarle la verdad a su personalidad predominante, pero Lidia no podía permitirse perder lo que tenía y cuando Jessica intentaba hacerse cargo de esto era atacada por Lidia y ahí era cuando Anna retomaba el control y se encontraba dañada... Lidia Asesino a los muchachos cuando se dio cuenta que podrían averiguar algo...

-¿Por que me atacó a mi?

-Eso pudo simplemente haber sido una trampa, Lidia era salvaje e impredecible. - Tomó silencio un momento y sus ojos analizaron la situación revelando entendimiento en su mirada. -Ella jamas pensó en matarte, te utilizó para hacer creer a Anna que un fantasma era la que los asediaba y así poder desviar su atención de la verdad.

-Eso quiere decir que Connor se encuentra a merced de las tres personalidades de Jessica y podría pasar cualquier cosa. -Señalé.

-Lidia no lo dañará... Ella aun cree que es lo que necesita.

-Pero si es tan impredecible como dicen eso podría ser momentáneo. - La patrulla se estacionó frente a la casa de los muchachos y senti como cada vello de mi cuerpo se erizaba al encontrar la puerta abierta y no había rastros del Sedan de Jessica. -Mierda... - Mis ojos buscaron desesperados alguna señal que me indicará que estaba sucediendo. - Bajé del auto a prisa y corrí hasta la puerta deteniéndome abruptamente en la entrada.- Santa mierda... - Me deslice hacia dentro de la casa siguiendo la mancha de sangre que venía desde un enorme charco en la cocina, las paredes y los mesones estaban salpicados. Salí hecho una furia y encontré al oficial Ramirez y al doctor Paul en la entrada examinando la escena. -¡Dijiste que no le haría nada! -Gruñi tomando al doctor desde sus ropas y alzándolo. -¡Lo dijiste! -Grité.

Anna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora