—¡Por favor, ven conmigo! —reclamó por el otro lado del teléfono
—Te he dicho, no puedo solamente salir por la ventana de mi habitación y correr hasta tu casa en media noche—respondí sarcástica, aunque creo que era buena idea.
—¡Exactamente, nadie te verá! —respondió con ironía—No creo que el asunto de los payasos tenebrosos sea totalmente verdad...
—Violet, entiende que si me descubren, no veré la luz del día, ni siquiera por mi ventana.
—¿Y qué tal si no te descubren? —la note con un tono de pícaro.
—Lo harán —Conteste segura, era buena idea, pero prefería no arriesgarme.
—¡No lo harán!, solo confía en mí por un momento. —Suspire resignada.
—Bien, pero si lo hacen, si se dan cuenta te echarás toda la culpa, ¿De acuerdo?— Me contestó con un "Uhm", colgó y yo me dispuse a vestirme.
Me puse el vestido negro que me había comprado mi madre para el funeral de mi tía, no me gustaba recordar aquel día, pero valía la pena, solo lo había usado una vez; me puse mis botines negros y por último mi chaqueta de mezclilla.
Abrí la ventana de mi habitación; si me rompía una pierna será Violet quien me pague el hospital, saque las piernas y me apoye en la pequeña cerca de la pared, bajó un poco temerosa y lentamente pongo los pies en el piso. Fui alejándome sigilosamente.
Ya llevaba unas cuantas cuadras hacia casa de Violet, su casa estaba cerca, pero ya era muy noche; ¿A quien se le ocurre hacer una estúpida fiesta a estas horas de la madrugada?, una persona común duerme plácidamente a estas horas. Solo faltaban un par de calles por cruzar, bajo la banqueta y me dispuse a cruzar, hasta que unos reflectores se asomaron a mi costado. Voltee y vi un automóvil dirigirse a mi dirección; no sabia como reaccionar y solo me limitaba a estar petrificada.
Sentí un leve golpe haciéndome caer, más del susto que del impacto, me quede en shock por un momento, para después darme cuenta que había un chico a mi lado; era castaño, de ojos azules y mucho más alto que yo.
—¿Estas bien?— Me preguntó exaltado y asustado.
—Sí... pero, creo que deberías fijarte en las luces del semáforo— Él asintió nervioso, ayudándome a ponerme de pie.
—Lo siento mucho, ¿Cuál es tu nombre? —Note que lloraba, ¿tanto se había asustado?
—Ash... ¿Estás bien?—Él asintió limpiando las lágrimas que bajaban por sus mejillas —No lo estás, ¿verdad?
—T...te lo juro, estoy bien —sorbió la nariz— Soy Isaac, por cierto...
Nos quedamos callados unos segundos, la verdad no sabía qué decirle, así que lo único que musité fue una pregunta estupida:
—¿Quieres ir a una fiesta?— Se limpio las lágrimas que caían por sus mejillas y asintió, regalándome una sonrisa que yo al instante correspondí.
—Vamos... —Subí al asiento de copiloto y me puse el cinturón, en ese instante me di cuenta del error que cometí por confiar en un desconocido. Soy tan tonta, ¿Cómo pude subir a su auto?, ¿Y si me asesina, me secuestra?, o peor aún, ¿Y si me viola?
—¿Ash... te encuentras bien? —reaccione en ese momento, saliendo de mis pensamientos.
—¿Qué?... Oh, perdón, sí... estoy bien. —Asintió dando vuelta en la calle "Shelton", la calle de Violet.
—Llegamos... —Apago el auto, se quitó el cinturón y volteo a verme— ¿Pasa algo?
—¿Cómo supiste dónde era? —Mi corazón se aceleró del susto y miedo.
—Me la dijiste cuando subimos, ahora vamos. —Solté aire, calmándome y dejando de temblar, Dios mío, soy tan paranoica.
Baje del costoso automóvil y camine hacia Isaac.
—Entremos... —Le dedique una sonrisa para después caminar hacia la puerta. Toqué tres veces, esperando a que Violet me abriera.
—¡Hey Ash y chico guapo!, pasen... —Violet se hizo a un lado para que Isaac y yo pudiéramos pasar.
—Hailey, tengo que presentarte a una chica muy cool. —Violet nos condujo entre toda la multitud, hasta llegar con una chica pelirroja y de ojos verdes, con un buen estilo de la moda. —Lovelis, ella es Lydia, Lydia Martin. Lydia, ella es Hailey, Hailey Lovelis.
—Es un gusto, —Estrechamos las manos, después su mirada se posó en Isaac— Hola Isaac, ¿Lo conoces?
—Bueno, casi me atropella... —Comente mientras reía, Lydia me miró extrañada. —Es decir, si, lo conozco.
La noche, es decir, la madrugada siguió igual, hasta que el Sheriff Stilinski llegó y obligó a todos a retirarse, le llamó la atención a Violet y ella lo único que pregunto fue: "¿Y cómo está Stiles?", no supe de quién hablaba pero tampoco me interesaba.
ESTÁS LEYENDO
No Come Backs~Teen Wolf
WerewolfTodo estaba bien. Mi vida era "normal" O bueno, Era una vida llena de mentiras. Hasta que simplemente pasó. Todo cambio. Mi vida se convirtió en una experiencia sobrenatural sin sentido. Y entonces yo cambie, Personas murieron, Otras salieron herid...