Cap 7. "Mascaras" Parte I [-]

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Cap 7.  

"Mascaras" Parte I


-Viernes 16 de Agosto 2013;

Tres cucharadas de azúcar, un panque glaseado y mi bolígrafo favorito, suspire, no podía esperar más tiempo, debía leer el maldito expediente ya.

Mordí mi labio inferior, abrí el folder lentamente y fije la vista en la primera página.

Nombre del paciente (a): Uchiha Sasuke

Edad del paciente (a): 21 años

 Sexo del paciente (a): Masculino

Fecha de nacimiento del paciente (a): 16 de Agosto

Numero... un minuto 16 de agosto, casi me atraganto con mi propia saliva, el cumpleaños de Sasuke ¿Era hoy? ¡Dios! me incorpore de un salto metí todos los papeles que permanecían regados en la mesa en mi bolso, corrí a darme un baño y termine de desayunar en el camino. Los viernes usualmente me los tomaba libres, pero este podía hacer una excepción por mi paciente favorito, sonreí, ¿Desde cuándo lo llamo así?

El hospital silencioso y con olor a oxido, normal de hecho, como de costumbre me detuve en la puerta con la mano en la perilla,  quizás su familia estaba allí, yo y mis malditos impulsos, debí llamar antes.

Toque una, dos, tres veces pero nadie contesto, pensé en que tal vez estaría durmiendo como fascinantemente lo hacía, amaba como su estomago se levantaba y como su boca se curvaba en diferentes muecas, como en la orilla de sus ojos se formaban pequeñas arrugas, cuando dormía perdía todo rastro de esa personalidad fría, y simplemente mostraba al Sasuke vivo. Abrí con lentitud la puerta encontrándome con una desilusión terrible, la cama estaba vacía así como la habitación, apreté los dientes el corazón se me acelero, esa cama vacía...

-¿Sakura? ¿Qué... que haces aquí?—me gire de inmediato, el alma me regreso al cuerpo al verlo, vestía unos pantalones de chándal negros, unas zapatillas converse y el torso desnudo, dios, aun vestido tan sencillamente era hermoso, su rostro estaba mojado así como su cabello— ¿Sakura?—pregunto preocupado, carraspee la garganta, debo dejar de quedarme mirándolo tan obviamente.

-Yo... es que.... —me percate de que no había pensado en que decirle estando allí, otra cosa inteligente Sakura— ¿Dónde estabas?— con la cabeza señalo la puerta tras de sí, el baño de su habitación, camino lentamente a los estantes, saco una camisa y se la puso.

-¿Por qué estás aquí?—volvió a preguntar fríamente, agache la mirada

-Es que... no sé si pueda asistir a la sesión del lunes así que vine hoy—una mentirilla piadosa, antes de cualquier cosa sobre su cumpleaños y conociendo su carácter primero debía ver que terreno pisaba.

-Está bien—Camino a su camilla y se recostó, ahora debía pensar en cómo llegar al punto de una manera sutil.

-No traes la bata—hizo una mueca de fastidio

-No—hoy estaba más cortante que de costumbre—Mi familia vino en la mañana—bien, bien, bien, tenía que aprovechar.

-Eso es bueno—me miro con sarcasmo, que en lugar de hacerme sentir mal me hizo derretirme. Sonreí—

-Sabes que no me gusta que vengan—hablo en respuesta a mi risa tonta

-Sabes que no lo van a dejar de hacer—sacudió la cabeza indicando que yo había ganado esta batalla ¡yei! Pero había perdido el hilo sobre lo de su cumpleaños ¡Ay!

De pronto la puerta se abrió mostrando a una peli negra con uniforme impecablemente blanco, le sonreí, Hinata, amiga mía y enfermera de Sasuke.

-Sasuke Kun, Sakura San—saludo mirándome un poco extrañada— ¿Interrumpo?

-Hola Hinata, no, solo le contaba a Sasuke que quizá no podre venir el lunes y que por eso estoy aquí—disimuladamente le guiñe un ojo

-¡Oh! Ya recuerdo, me lo habías comentado... lo siento—sus mejillas se colorearon, después le agradecería por cubrirme—Disculpen por entrar así, es... es solo que su hermano, el señor Itachi Uchiha ha mandado a alguien quien traía un paquete—de su bolsa saco una pequeña cajita color azul con un moño rojo—ha dicho que lo disculpe por no poder venir pero que esté presente es por su cum...

-Gracias—interrumpió tomando de manera brusca la caja, tarde Uchiha, de todos modos ya lo se

-Bueno entonces me voy—sonrió, Hinata era una chica linda y sensible muy centrada en su trabajo—Hasta luego—dicho esto salió de la habitación

Sasuke observo la caja con detenimiento y nostalgia, el chico frio se desvaneció dejando a un joven frágil e indefenso, el cambiante peli azabache actuando de nuevo, estire los brazos instintivamente a punto de abrazarlo algo me hizo detenerme, no era el momento.

Abrió el paquete mostrando un hermoso collar en forma de abanico, reconocí ese símbolo de inmediato, era el mismo que estaba impreso en sus camisas, debió costarle una fortuna a su hermano, pero eso no le es todo, lo había "mandado" no se lo había traído el mismo., quizás eso era lo que lo entristeció.

-Necesitamos un pastel—de inmediato me miro perplejo

-¿Qué?—gruño recuperándose

-Dije que necesitamos un pastel—sonreí intentando hacer que me correspondiera—Un cumpleaños no es cumpleaños sin pastel—Creo que mi plan no funciono del todo, dado que se puso aun más serio

-¿Por qué no lo olvidan y ya?—pude notar su voz de enojo.

-Porque es importante y se debe recordar—realmente no comprendía el porqué de su molestia

-¡No me tienen que recordar que es mi último cumpleaños Sakura! ¡Dios!—me encogí de hombros, mis ojos se llenaron de lagrimas y perdí el aliento, no lo había pensado, no así. Suspiro calmándose, me sentí la persona más insensible y mala del mundo, no había pensado en sus sentimientos, ese es mi trabajo y estaba fallando—Ni siquiera me gusta el pastel—murmuro con la expresión más relajada, no, no solo era el trabajo, era más, su expresión adquirió un aire de arrepentimiento—Y no conseguirías un pastel a esta hora en viernes—por un segundo me dio la impresión de que intentaba animarme, muy a su forma, claro.

Intente recuperarme y tragarme el nudo en la garganta, parpadee para ahogar las lágrimas.

-No me retes—sonreí levemente

-Ninguna pastelería abre hoy—una muy, pero muy pequeña, extraña y hermosa sonrisa apareció en su rostro, ¡dios! Con eso tuvo para matarme, imagine una sonrisa en su máximo esplendor, definitivamente, si la llegaba a ver moriría de un ataque cardiaco.

-No pensaba comprarlo—

-¿Entonces?—

-¿Crees que podrías emplear tus encantos de nuevo en la recepcionista para poder escaparnos?— dejo la cajita en el buro y abrió la puerta, eso era un sí, me sonroje pensando en lo que acabada de decir, pero de hecho no me arrepentía.

Sasuke y sus contrastes, aquel chico que me derretía, hacia feliz y destruía a la vez, he leído mucho sobre sentimientos y actitudes pero en este momento me cuesta saber qué es lo que pasa.



Plegarias Por Sasuke. Libro I. [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now