Plegarias Por Sasuke. Libro I. [EN EDICIÓN]

Cap 3. "Huir" Parte I

3. 

"Huir" Parte I

么Lunes 5 de Agosto, 2013.

Esta semana se cumplía un mes, treinta días, setecientas treinta horas, cuarenta y tres mil doscientos minutos desde que lo conocí, frió y cortante, cabello azabache, uno de mis pacientes favoritos, maldición, tanta belleza y tan poco tiempo, jamás había visto a un chico como él, en mi vida, no solo era lo físico si no el calor y frió que emanaba, golpeándose como si fuesen una tormenta.

Nuevamente decidí no tocar, no tenía mucho sentido, de todos modos no me respondería, sigilosamente abrí la puerta, las persianas de su habitación estaban abiertas, el no estaba en la camilla, miraba por la ventana que daba a la calle, con la mano en el cristal, deseando estar afuera, esa imagen hizo estremecer mi corazón.

-Sasuke—lo llame, pego un pequeño brinco y se volteo hacia mí.

-Me asustaste—murmuro de manera indiferente alejándose inmediatamente de la ventana y recostándose en la camilla—

-Lo siento—me disculpe ocupando mi lugar en la silla, mi silla. Abrí mi bolso, esta vez había cargado uno ya que era difícil transportar los expedientes, poco a poco saque el libro. Lo miro y como si hubiese recordado algo repentinamente comenzó a buscar alrededor de la habitación— ¿Qué haces?—pregunte riendo

-Busco mis anteojos—aunque lo dijo en el mismo tono de siempre esta vez pude notar algo más en su voz pero no reconocí que era—

-Bien te espero—abrí el libro en la pagina donde anteriormente estaba el separador y... un segundo.... —Sasuke...

-¿Si?—pregunto con la mirada baja

-Tú no usas anteojos—reconocí esa expresión y ese tono esta vez, vergüenza.

-Yo... emm... ¿Cómo sabes si no has leído mi expediente?—

-¿Cómo sabes que no he leído tu expediente?—

-Solo lo sé—respondió seguro de sí mismo, puso los brazos en la nuca y se dejo caer de golpe en la camilla—Me gusta que me leas—No fueron solo las palabras, si no la calidez de sus ojos lo que hizo subir la sangre a mis mejillas, cerré el libro.

-Hoy no leeremos—me miro sorprendido

-¿eh?—

-Hoy aremos algo más interesante.... —Una leve, muy leve sonrisa picara se formo en sus labios—Se dé un lugar.... A unas cuadras de aquí, si me preguntas son los mejores pastelillos de la cuidad—Bajo la mirada

-Afuera.... —mordió su labio inferior—Diviértete

-¿De qué hablas tonto? Tu vienes con migo—sonreí, el me miro con desconcierto

-Sabes que no puedo salir—

-Sabes que no me rindo fácil, ahora párate de la cama, ponte tu ropa y luego hablamos—

-Pues... pues lo voy a hacer porque quiero no porque me digas—ocultando su entusiasmo, que era más que evidente se paró de un saldo y abrió el pequeño estante en la pared, del que saco una camisa negra y unos jeans del mismo color

-Sal—

-¿Qué?—

-No esperas que me cambien en frente de ti—

-¿En serio Sasuke? Pareces chica.... —

-Bueno—allí mismo se quito la bata, quedando solo en bóxers, carraspee la garganta, ¡Cielos! Bíceps bien marcados así como el torso, seguramente hacia ejercicio... o lo hacía, debí penosamente quedarme mucho tiempo viéndolo ya que cuando levante la vista en so rostro había una divertida expresión, de nuevo mordía su labio pero no por vergüenza, no, lo hacía para contener las carcajadas.

Se puso la camisa y los pantalones, movió sus cabellos azabaches acomodándolos un poco, tallo los ojos, y me miro, un ángel en frente mío,  y hasta ese término se quedaba corto ante el Uchiha.

-¿Y ahora qué?—pregunto divertidamente serio.

-Bueno, ahora a huir de la recepcionista, vamos—lo tome del brazo, al tocarlo una corriente me recorrió, justo como la que tuve la semana pasada, con mucho esfuerzo la ignore y lo lleve al ascensor—Escucha, cuando el ascensor se habrá la recepcionista nos mirara yo correré y me tirare, ser suficiente tiempo para crear una distracción y.... —El ascensor se abrió sin haber terminado de explicar mi brillante plan— ¡Mierda!

La mujer de cabellos rojizos nos miro acusatoriamente. Empecé a sudar frió, seguramente esto me costaría el empleo. De nuevo aquella corriente me envolvió, dirigí la mirada abajo y me di cuenta el porqué, Sasuke me había sujetado de la mano, el corazón me empezó a latir más fuerte.

El peli azabache me arrastro fuera del ascensor,  con relucientes zancadas comenzó a caminar como si nada conmigo de la mano, al pasar junto a la recepcionista él le guiño un ojo, y eso fue suficiente para dejarla noqueada.

-Linda forma de emplear tus encantos— ¿Lo pensé o lo dije?

-Gracias—Lo dije, Sakura eres una profesional ¡compórtate!—Bien, señorita genio del disfraz y planes bien planteados, ahora a donde—

-Por aquí—comencé a caminar, seguida por él, la brisa estaba mojada, traviesamente acariciaba la piel, sonreí ante la sensación, entre cerré los ojos, mmm... el olor a pastelitos llegaba hasta acá, poco a poco los abrí encontrándome con un par de ojos Ónix mirándome fascinados— ¿Qué?—pregunte

-Nada, nada—volteo la cara, si no fuera tan orgulloso podría jurar que se sonrojo un poco

-Mira, allí está la cafetería—señale el establecimiento color naranja con detalles caoba al otro lado de la calle—Vamos—me pare en la acera y mire a ambos lados, no venia ningún auto pero el semáforo estaba en verde, no correría el riesgo

-¿Qué esperas?—pregunto el chico a mi lado

-El semáforo esta en verde, nos pueden atropellar, puede salir un auto no vernos y.... —Nuevamente me tomo de la mano y nuevamente hizo que mi cuerpo se estremeciera, maldito Uchiha, causaba tantas sensaciones, sin saberlo, la apretó aun más fuerte y comenzó a cruzar la calle con migo jalándome un poco intentando zafarme, era peligroso.

-Solo es una calle—no sé, creo que eso fue para animarme, pero el tono no ayudaba.

En un abrir y cerrar de ojos estábamos al otro lado, Sasuke, frió, distante, impetuoso y hasta grosero, pero muy sensible, muy Sasuke...

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