No te adentres en el bosque #EscribeloYa #Thriller

Distracciones necesarias y peticiones absurdas

"Finn..."

El sonido de la alarma del móvil me obligó a abrir los ojos. Sabía que me encontraba en mi cama, en mi cuarto. Pero había algo extraño. Una cálido brazo me rodeaba la cintura y algo duro estaba posandose sobre mi espalda. ¿Anoche...?

Un gruñido hizo que me tensase. El chico deslizó su brazo de mi cintura y parecio acomodarse en la otra esquina de la cama. Con el mayor silencio posible me levanté de la cama y me di una rapida ducha antes de vertirme con unos leggins, una camiseta interior y una camiseta holgada ancha de batman que mostraba mi hombro. Me puse mis usuales botas militares y me recog{i el pelo en una coleta alta antes de dirigirme a la cocina y encender la cafetera, rebuscando entre los cajones en busca de mi maldito termo. Puse en marcha la cafetera y comence a rellenar el termo, el suculento olor de este me ayudo a levantarme. Le puse mi usual cantidad de azucar antes de ponerle leche fria antes de cerrar el termo y ponerlo en mi mochila. Cogí una manzana y la lave antes de fijarme en como la puerta de habitacion se abria. En la cama, aún medio dormida me había olvidado completamente de que se trataba de el.

- Buenos días.

Me dediqué a observar su torso mientras este se estiraba y se revolvia aún más su mata rizada de pelo.

- ¿Que hora es? 

- Siete y media, puedes volver a la cama si quieres.- susurre antes de darle un bocado a la manzana.

Karl me regalo una sonrisa antes de ponerse delante mia y negar con la cabeza

-Mejor, asi me pongo a trabajar que ya es hora.

Alce una ceja. No le habia ni preguntado a que se dedicaba. le di otro mordisco a mi desayuno y le mire divertida.

- ¿A que te dedicas, por cierto?

- Soy escritor - deje de masticar sorprendida, ¿en serio? Menuda sorpresa-. ¿A que hora llegas del trabajo?

-Aam... Seguramente llegare a la estacion de trenes a la cuatro.

- Genial no te molestes en coger las llaves, te recogere en la estacion - sin habla observe como su mano ahuecaba mi mejilla izquiera con su mano antes de inclinarse hacia mi, ¿me iba a besar?, hasta posar sus labios contra mi frente-. Que tengas un buen dia.

Atontada asent{i y empece a coger mis cosas en mi mochila exceptuando un cigarro y el mechero y sali de casa desorientada. El camino a la estacion fue borroso exceptuando el humo que espiraba y los dibujitos que creaba delante mia. 

.

-Volteate, si....eso mismo, mirále a él. Tú, miráme mientras inclinas más la cabeza. Si, perfecto. Quietos - solté a los dos modelos que se encontraban delante mío antes de capturar la imagen. 

La sesión estaba resultando ser genial, no habíamos tenido ningún problema con los modelos ni con su agente. Habían firmado el contrato más ge felices de ser participes de una idea nueva. Volver al trabajo había sido la mejor elección para mi en estos momentos. En mi mente no había nada más que ideas sueltas y fuera del planificador mientras soltaba órdenes de cuando en cuando alejándome mi mirada levemente de la cámara. 

Cuando la sesión hubo finalizado, me volví a centrar en la cámara y me distraí al observar las fotos recién hechas.

- Tierra llamando a Finn..- canturreó Richard divertido- ¿Te unes a comer con onostros?

MIré el reloj y negué con la cabeza, sino llegaría tarde y dejaría practicamente tirado a Karl.

- Creo que hoy pasaré... Oye Richy mañana

- No, mañana tienes el día libre. Ven el jueves y revisamos los retoques del potoshop, por si necesitan cambiarse o deshacerse.

Asentí molesta, me quería dar tiempo libre el muy maldito. Yo no quería tiempo libre. Entre suspiros recogí mis cosas y me despedí de los chicso y de los dos encantadores modelos antes de dirigirme a la estación de trenes y pillar, por suerte, el que me dejaría a tiempo en el pueblo. Un viaje de aproximademente media hora reducida a un vaiven borroso gracias a la música. Cuando llegó mi parada alcé la vista un poco atontada antes de agarrar la mochila y salir del tren y quedarme en la plataforma un poco alterada, ¡casi me olvido de salir! Cosa que no era la cosa más extraña del mundo, pero que me jodía enormemente.