Llegando.

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En un día especialmente soleado, la Corporación Capsula estaba en movimiento. Trabajadores venían de aquí a allá, cargando cosas, colocando mesas, sillas, y demás.

-¡Por favor! –grita Bulma. –El adorno de las flores va en el otro lado.

-Sí señora.

En el centro de todo, Bulma señalaba dónde debía ir cada cosa. - ¡Vegeta!

Un hombre de traje azul y cabello de flama, atravesaba el jardín como si no importara que toda la tierra que traía encima, ensuciara la pequeña alfombra que adornaba el lugar. Él siguió caminando con intención de entrar a la Corporación para darse un baño, pero la peli-azul le detuvo justo en la entrada.

-Vegeta. ¿Dónde estabas? ¿Se te olvidó qué día es hoy? –reclamaba con ambos brazos en la cintura. Mirándole con enojo.

Vegeta suelta un bufido. Ya sabía lo que venía, últimamente Bulma le regañaba mucho y eso le estaba haciendo perder los estribos. –Estaba entrenando.

-Eso ya lo noté. –se queja, repasa su cuerpo con la mirada. - _______ llegará en cualquier momento. Hace mucho que no la veo y esto debe ser perfecto. ¿Podrías por primera vez apoyarme con lo que te pido?

-Hmp... -Vegeta pasa de largo a Bulma para irse a bañar. No se le había olvidado que la hermana menor de Bulma llegaba de visita unos días. Lo que menos quería era tener que soportar a una niña.

Mientras entraba en el baño de su cuarto, pensaba en lo mucho que su cuerpo le dolía, siempre que terminaba un entrenamiento tan intenso como el de hace una hora, terminaba molido, pero esa sensación le gustaba, era una buena señal de que cada vez se volvía más fuerte.

Con cansancio, tomó la base de su camiseta de entrenamiento y tiró de ella sacándosela por completo, y botándola en el cesto de ropa sucia, poco a poco, terminó desnudo frente a la regadera.

Bañarse con agua fría siempre era una buena opción.

Ahí, duró el tiempo que él necesitara.

Por el otro lado, Bulma ya había terminado de arreglar todo y los invitados a la fiesta comenzaban a llegar. Eran todos empresarios y amigos de la peli azul. Ella los saludaba a todos con entusiasmo, cuando de repente; frente a la Corporación Capsula se estacionó un vehículo común, para nada lujoso, y parecía que le faltaba una limpieza general.

La puerta del vehículo se abrió, de ahí salió una chica de cabello corto morado, su estatura era baja y llevaba lentes de sol encima. Al cerrar la puerta de la máquina, ésta hizo un sonido estruendoso que hizo que todos pensaran que en cualquier momento, se caería.


Pov. ______

Mi mirada repaso por toda la gente que estaba en el jardín de la Corporación hasta dar con mi hermana, que me sonreía a medias.

-¡Bulma! –grito con emoción, corro hacia ella y casi le salto encima, si no fuera porque me detuvo con una mano en el aire.

-Hola, _______. –saluda con un abrazo. Correspondo con emoción.

-Ha pasado bastante desde la última vez que nos vimos, y tampoco he visto a Tights. –menciono a nuestra hermana mayor. Ella estaba en constantes viajes.

-Sabes que está ocupada. –Bulma me sonríe con ternura. -¿Tienes tus maletas? Pediré que las lleven a tu habitación.

-¡Oh! No te preocupes, yo misma lo haré. –camino a mi hermoso vehículo e intento abrir el portón en el que guardaba las maletas, pero este no se abría. –Maldición.

Te obligaré a quererme. |Vegeta x Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora