Parque.

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— Sal de una buena vez.... —escucho su voz detrás de la puerta. Sigo escondida bajo las colchas sin querer contestar, sin querer verlo todavía. No me sentía tan valiente en estos momentos para eso. — ¡_____! — me llama.

Escucho la puerta abrirse, creí que aquí dentro Vegeta podría ignorarme e irse, pero encontró la manera de abrir mi puerta.

—No puedes quedarte aquí para siempre. — escucho su voz. Me hago bolita debajo de las colchas.

— No me siento bien. —explico.

—No mientas, la semilla del ermitaño funciona a la perfección. —escucho su voz molesta. Me quito las colchas de encima para mirarlo con fastidio.

— El malestar físico no es el único que existe. ¿Sabes? También existe el emocional.... —trato de darle mi peor mirada. — A todo esto. ¿Qué es lo que quieres?

—Eh... bueno.... — Vegeta se cruza de brazos y desvía la mirada, avergonzado. — Preparé el desayuno.

Vaya, Vegeta cocinando. Nunca lo imaginé.

— No tengo hambre. — contesto con sencillez volviendo a colocar las colchas sobre mí. Puedo sentir la furia de Vegeta crecer cada vez más.

— ¡Me importa una mierda si no tienes hambre! ¡Vas a comer! — me quita las colchas de encima, me siento en la cama igual de molesta. No había olvidado todo lo que sucedió con éste hombre.

— ¡Oblígame!

— Tú quieres morir.... —regala una sonrisa terrorífica. Le muestro la lengua y salto de la cama directo al baño de mi habitación. — ¿Crees que no soy capaz de romper la puerta de tu baño también?

Abro la puerta sin poder creerlo. —¿¡Rompiste la puerta de mi habitación!?

—Tú no querías abrirme. —se excusa, decido salir a enfrentarlo furiosa. Me acerco hasta tocar su pecho con mi dedo índice, fingía que no me afectaba verlo con su traje de entrenamiento típico.

—Creo que es momento de ponerte un maldito límite, señor alien. —murmuro molesta. — Te crees que por ser fuerte puedes ir por ahí doblegando la voluntad de los demás, pero no es así. Lo único que estás logrando es que te miren como un total enfermo.

Vegeta no había dicho palabra alguna, creí en la posibilidad de que no me estuviera escuchando pero no era así, su ceja temblaba ligeramente de la molestia acumulada en él.

—¿Y bien?

—Hablemos. —sentencia, eso me sorprende. —Sé que sigues molesta por lo que te dije aquel día después de que nosotros tuvieramos sexo...

—¡Oye papá! —Trunks entra a la habitación, por instinto y para callar rápidamente a Vegeta, lo pisé. Los tres nos quedamos en silencio durante unos segundos, Trunks esperando la reacción de su padre y yo rezando por mi vida.

—Eh, lo siento... me dejé llevar. ¿A qué venías Trunks? —pregunto rápidamente cuando Vegeta me devolvió aquella mirada asesina.

—Y-yo... quería... —mira a su padre con timidez, Vegeta ya estaba bastante fastidiado.

—Dilo de una vez. —ordena su padre, Trunks agacha la mirada.

—Prometiste llevarme al parque de diversiones... —juega con sus dedos, nervioso. Vegeta chasquea la lengua.

—Tu madre no está. —otra vez.

—P-pero... mi tía _____ sí, ella puede venir con nosotros. —propone con tanta emoción como si fuera su mejor idea. Fue cuando vimos a Vegeta sonreír de lado.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2020 ⏰

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Te obligaré a quererme. |Vegeta x Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora