Cecilia Parks
Yo no era una chica popular, tampoco alguien a quién le gustaba llamar la atención, sin embargo, por alguna razón no pasaba desapercibida, siempre he sido buena estudiante y por esa razón me pusieron de mentora para aquellos estudiantes no tan buenos.
Me gustó la idea de ayudar a los demás y por eso acepté fue así como conocí a Max me lo asignaron para ayudarle ya que le estaba yendo muy mal y aunque en principio me atemorizó un poco trabajar con él por la fama de chico malo que tienen él y su grupo decidí aceptar el reto.
Todos los sábados debía verme con Él en la escuela para su tutoría, no lo voy a negar fue duro al principio, no le interesaba nada de lo que yo le decía y realmente la fama de malo era cierta, no se de donde sacaba tanta paciencia pero a pesar de su mal genio lo sobrellevaba estaba resuelta a hacer de Max un producto terminado.
Mi esfuerzo comenzó a dar resultado, Max empezó a ceder, logré que me prestara atención y entendiera lo que trataba de transmitirle, los resultados se vieron en sus calificaciones que comenzaron a aumentar y en su comportamiento conmigo que se había vuelto menos agresivo.
Fue durante una de las tantas tutorías, mientras le enseñaba matemáticas Max me quitó el lápiz y el cuaderno para que le prestara atención
_¿qué sucede? _pregunté confundida
_Ven. _me tomó de la muñeca y me hizo seguirlo.
Me llevó hasta el patio específicamente en la cancha antes de llegar cubrió mis ojos con sus manos.
_¿qué sucede? _volví a preguntar impaciente.
_tranquila. _sonrió
me guió hasta el centro de la cancha y quitó sus manos de mis ojos, al abrirlos vi un enorme cartel colgado en la pared que decía "¿quieres ser mi novia?" Y eso fue todo me quedé helada realmente no me lo esperaba, entonces entendí, su cambio de humor, el ser más atento...
aún no lograba moverme o articular palabra, no sabía qué hacer era un detalle muy lindo de su parte pero yo no deseaba tener una relación con Èl, me giré en su dirección hasta quedar de frente
_Max. _empecé
pero antes de que pudiera continuar él me besó de repente, por acto reflejo me alejé de él y le pegué en el rostro, el chico se quedó viéndome con su mano en la mejilla pasmado yo también estaba sorprendida de mi reacción.
_Max lo siento. _dije él no respondió. _de verdad no fue mi intención, es que... lo siento no, no quiero ser tu novia.
me miraba con una liga de odio y tristeza a la vez me sentía muy mal por él y quise abrazarlo pero ya le había pegado y Max era agresivo por naturaleza, lo único que pude hacer fue irme y dejarlo allí parado aún pasmado y con la mano sobre su rostro.
Después de eso hablé con el director para cambiar de lugar con alguien ya que me sentiría incómoda sí seguía como su tutora. Pasaron algunos días y pronto me enteré de que Max estaba volviendo a tener la mala actitud de antes y que siquiera estaba yendo a las tutorías con su nueva mentora.
Verlo en las clases que tomábamos juntos era incómodo, sin embargo, trataba de actuar lo más normal posible, fue durante las clases de matemáticas, era la última hora y todos estábamos cansados anhelantes de irnos a nuestras casas, el timbre sonó por fin y en pocos segundos el curso comenzó a vaciarse,
El maestro dejó unos últimos ejercicios y se marchó._Me iré primero Ceci debo hacer algo. _dijo mi amiga Lili
_de acuerdo. _dije sonriendo
Mi amiga desapareció por la puerta y yo me apresuré en guardar mis cosas ya que para mi mala suerte me había quedado sola con Max y su grupo intentaba no verme tan nerviosa y esperaba no se notara, tomé mi mochila y me dispuse a salir pero entonces Tay me interceptó y cerró la puerta mi corazón empezó a latir fuerte.
_¿A dónde crees que vas? _escuché la voz de una chica, Ciara quien acababa de encender un cigarrillo.
Mis nervios aumentaron no sabía qué estaba pasando, la chica me tomó del pelo y me llevó frente a Max, mi confusión era evidente ¡qué demonios querían hacerme! Miré a Max suplicando me ayudara pero él no volteaba a verme y cuando por fin me miró supe de inmediato que no me ayudaría, era una mirada oscura que expresaba mucha rabia.
_te daré otra oportunidad. _me dijo y como por reflejo arrugué el ceño. _se mi novia.
Mi corazón empezó a latir fuerte y a este punto ya no contenía las lágrimas, así que todo esto era un plan para obligarme a ser su novia, no podía permitirlo
_No. _le respondí temblando
Entonces miré sus ojos nuevamente y él me miró a mi, parecía estar poseído en sus ojos se veía el enojo
_¿no? _cuestionó
Y yo sin saber de donde sacaba tanto valor volví a responder que no. Fue entonces que Ciara que aún me sostenía del cabello me hizo arrodillar y todos se acercaron a golpearme, puños y patadas, lo único que pude hacer fue acurrucarme en posición fetal y cubrir mi rostro para evitar quedar desfigurada.
Sólo fueron unos pocos minutos, los más largos de mi vida, se fueron y me dejaron allí tirada duré unos dos minutos antes de pararme y darme cuenta de que realmente se habían ido, sequé mis lágrimas me dolía todo el cuerpo me puse de pie y me dirigí al baño allí lavé mi rostro y limpié las marcas de polvo de los zapatos que me pisotearon, las lágrimas volvieron a salir al verme en el espejo.
Sólo podía preguntarme ¿por qué? Sin cesar de llorar, a pasos cortos me dirigí a la salida no había nadie, estaba completamente sola, salí del colegio y miré todo el alrededor por si aún ellos seguían cerca, estaba asustada insistí en caminar hasta mi casa a pies pero mi madre llegó a recogerme maldije internamente no quería que me viera así
_Pero... Cariño qué... ¿Qué te pasó? _concluyó por fin acercándose a mi y cruzando mi brazo por su hombro.
estaba espantada, me ayudó a subir al auto y allí me pidió explicaciones, miré su mano sobre el guía temblaba de los nervios y eso me partía el alma
_No te preocupes Ma. _dije colocando mi mano sobre la suya.
_Cómo puedes pedirme que no me preocupe, qué rayos te pasó, quién te hizo esto hija, iremos ya mismo al hospital.
_¡No! Ma por favor todo está bien tropecé en la salida y caí por las escaleras. _fue lo único que se me ocurrió decirle en serio no tenía ganas de que mi madre hiciera este problema más grande, ya se vengaron ya no volverán a molestarme, pensaba.
_No te creo. _dijo.
Suspiré al ver que realmente iríamos al hospital, allí me chequearon las heridas tenía muchos hematomas en el cuerpo y querían ver que no tenía hemorragias internas o huesos rotos por lo que me tomaron análisis y tiraron placas. Mientras esperábamos los resultados mi madre se fue al baño y en eso llegó el doctor
Dijo que todo dentro de mi estaba bien y me recomendó algunas pomadas para los hematomas.
_gracias. _dije y mi mamá regresó le dije lo que el médico me había dicho y las pomadas que me había asignado fuimos a la farmacia las compramos y emprendimos el camino a casa, mi madre no dijo nada en todo el trayecto estaba muy pensativa. Entró el vehículo dentro del garaje y cuando abrí la puerta para salir mi madre me detuvo.
_No me creo ese cuento de las escaleras. _dijo y suspiré frustrada.
_Ma...
_No me importa lo que digas, se que hay algo que no me estas diciendo y mañana iremos a ver a tu director. _me interrumpe.
Sin mucho ánimo de discutir con ella sólo suspiré y me dirigí a mi cuarto lancé la mochila y me acosté sobre la cama.