Observada

Capítulo 7

Salí de la ducha envuelta en una toalla y escurrí mi pelo, eché otro vistazo a la nota que Anón, «Visteté sexy» eso daba vueltas en mi cabeza, en fin, lo haré.

Me dirigí a mi armarió y abrí unos cajones, en el primer cajón tenía ropa interior de encaje, en el segundo había algunas medías de red y ese tipo de cosas, y en el tercero donde se suponia que debía haber algunas pulseras, aros y ese tipo de cosas había un corset negro, me sonrojé, ese debió ser Ethan.

Me pusé un conjunto de ropa interior negro, con un encaje púrpura en el bra, arriba me puse un vestido con un encaje en las mangas y una puntilla en la parte de la falda, un collar, maquillé mis ojos y sequé mi pelo, me pusé unos zapatos negros.

Otro mensajé, me senté sobre la cama y lo abrí.



De: Número bloqueado.
Para: 555632698
Hora: 09:02 pm.

«Por lo que veo, aceptaste vestirte para mi, te ves increible, me encantaría tocar cada parte de tu piel»




Una onda se expandió por mi columna vertebral, dios mío, esto no me podía estár pasando ¿Me estaba encariñando por Anón? No, eso es imposible.

Saqué toda clase de pensamientos de ese tipo de mi cabeza, le enviaré un mensaje a Liam.



De: 555632698
Para: Liam - 555248635
Hora: 09:07 pm.

«Liam, ya estoy lista, sí quieres ya puedes venir xx»




De: Liam - 555248635
Para: 555632698
Hora: 09:10 pm.

«Vale, en 5 minutos estoy allí cariño»




Liam tiene muchísima confianza, espero poder soportar su acento hispano toda la noche, creo que luego de 3 horas debe ser irritante.

Bajé las escaleras y apagué las luces, dejé la únicamente la luz de la cocina encendida y la de mi pequeño despacho personal.

El timbré sonó, miré por la ventanita de al lado de la puerta, era Liam, llevaba unos jeans y una camisa con un saco en combinación, se veía extravagantemene sexy, dios mío.


-Hola Liam. –Abrí la puerta, tomé mi bolso y lo saludé con un beso en la mejilla.

-Hola Jadie. –Sonrió –Te ves preciosa.

-Gracias. –Dije agachando la cabeza mientras mis mejillas tomaban color, me sentía una cría de 14 años frente al niño que le gusta.

-Vamos. –Rodeó mi cintura con uno de sus brazos y cerré mi puerta a tientas, estaba nerviosa.

-¿A dónde iremos? –Le pregunté mientras nos dirigiamos a su auto.

-Ya veraís, te gustará. –Sonrió y me abrió la puerta del coopiloto –Te lo aseguró.


Entré en su auto y cerró mi puerta, rodeó el auto por el frente y entró, sentandose en el lado del piloto, arrancó el auto y fuimos a un restaurant no muy lejano, bastante bonito, y vale decir, bastante caro también, Liam se lucia, verdaderamente.


-Por dios, Liam, es precioso. –Lo miré encantada, el sonrió y aparcó.

-Sabía que te gustaría. –Bajó del auto y dió la vuelta para abrirme.


Entramos, era el típico lugar de pelicula, era realmente hermoso, gente por todos lados, arañas de cristal colgadas en el techo, música, gente por todos lados y cosas así, no era el típico lugar a donde yo solía ir, pero me gustaba.




-Tres horas más tarde-




-Creo que deberíamos irnos, sí tomo una copa más seré un desastre y te arrepentirás de invitarme. –Le informé a Liam.

-Bien, sí quereís vé al auto, pagaré y ya voy. –Liam me dió las llaves de su auto.

-No, te esperaré, está bien. –Sonreí y se las devolví.

-Como quieras.


Liam pagó y me llevó nuevamente a casa, me despedí de él y entré.

Encendí la luz y la casa estaba revuelta ¿Qué mierda había sucedido aquí? El pánico me ataco, fuí a la cocina y encontré una nota, la caligrafía era de Ethan.



"He venido antes de Doncaster, de seguro has salido con Alice o alguien, estaré arriba, te amo. Ethan"


-¿Ethan cariño? ¿Estás ahí? –Escuché pasos por el pasillo de la planta alta –Ethan, respondemé, soy Jade. –Grité aún más fuerte.


No hubo respuesta alguna, mierda, no sabía que hacer, respiré hondo y por precaución tomé una de las cuchillas más grandes, igual no sé de que me serviría, pero el pánico me ganaba.

Caminé por la sala y subí las escaleras sigilosamente tratando de hacer el minimo ruido posible.

Caminé hasta mi habitación, en dónde dormiamos Ethan y yo juntos.

Encendí la luz y entré.


-¡OH DIOS MÍO! –No podía creer lo que estaba viendo.


Empecé a llorar desconsoladamente, estaba asustada.

El cuchillo resbalo de mis manos y entré en shock, no podía ser posible, no, era una puta pesadilla, mierda, tengo que llamar a la policia...