Bite of Death 3

capitulo 8

Holas holas!! He aquí un nuevo capitulo el cual espero disfruten y donde tambien se suma un nuevo personaje con su respectivo punto de vista. Nunca ha aparecido en ninguna de las otras dos partes, así que no hiervan sus cabezas pensando de dónde habrá aparecido!!!

Saludos n.n

"SAMUEL"

Si me preguntaran cual es mi primer recuerdo de toda mi vida, contestaría algo que las personas no podrían imaginarse.

Recuerdo el momento en que nací y me separaron de mis padres. Ese momento en que, como cualquier hijo de una pareja, hubiese deseado por lo menos, unos fragmentos de segundos, estar en los brazos de ella. Nunca tuve ese privilegio. Me llevaron apenas había nacido y así fue hasta mucho tiempo después cuando logré escapar gracias a la única persona que sabía no podría ayudarme. No sé en qué momento lo entendió, tampoco porqué me ayudó, pero lo que sé es que no puedo dejarlo, aunque fuera solo una simple copia mía. Él era Samuel. Él era yo, pero a la vez no lo era.

Los primeros momentos compartidos que tuve con él fueron cuando apenas él llevaba cuatro años de vida. Éramos como gemelos, con la diferencia de que en realidad éramos la misma persona. Yo tambien por mi parte tenía mi propia "vida" dentro de Glory, el laboratorio subterráneo que Fred había creado luego de que su experimento fuera rechazado por el gobierno, argumentando de que nunca iba a tener éxito. ¡Qué equivocados que estaban!

Por lo que había llegado entender en toda mi estadía en aquel lugar que luego se vino abajo, Fred había hecho aquello desde el momento en que se había enterado de que su hermana había quedado embarazada. Habían sido gemelos, pero... yo solo había sobrevivido. Fred había comenzado a experimentar con mi madre, y bajo tambien la noción de mi padre. Pero ningún sabía lo que verdaderamente el hermano de ella estaba buscando, nadie nunca lo supo, hasta que fue demasiado tarde.

Mis días en La Celda, como lo llamaba, un sucucho más que pequeño que una habitación de dos por dos, donde solo entraba la cama dónde solía dormir muy pocas veces, pues la otra mayoría de las veces dormía en el cubículo que habían creado para ver la conexión que tenía con Samuel.

Samuel. Incluso ahora me resulta demasiado extraño seguir diciendo su nombre. En Glory, solo era Exper 1. El comienzo de una locura que luego marcaría la vida humana para siempre. El comienzo de algo que no tendría que haber empezado.

Lo primero que recuerdo de mi conexión con Samuel fue en su cuarto cumpleaños, donde mi madre y mi padre le regalaron un camión gigante de color amarillo, el cual perdió unos días más tarde gracias a un niño insoportable que había estado queriendo aquel juguete durante toda la tarde en la plaza en la que mi madre lo había llevado. Aun no puedo borrar aquella sonrisa dulce y angelical que mi madre le daba a Samuel cada vez que él se largaba a llorar.

Yo estaba allí, pero para él no lo estaba. Era alguien inexistente en su vida. No existía para nadie, más que para los de Glory, los cuales no eran muchos en sus comienzos.

Mientras yo contemplaba la vida que tendría que haber llevado, Samuel disfrutaba de la misma. Era un espectador incapaz de interferir en la vida que tendría que haber tenido. Era menos que nada en aquel mundo que nunca pude apreciar ni ver.

Pero por lo menos aquello era lo que hacía soportable el dolor que conllevaba vivir como lo había estado haciendo.

Los experimentos sobre mi cada vez eran más y más frecuentes y tambien más y más agresivos. Aún recuerdo una vez en los que sentía como si mi cuerpo entero quemara. Como si estuviera en llamas verdaderamente y lo único que quería era morir. Nunca tuve siquiera ese privilegio. Nunca me lo dieron.