"Reunión"

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"Hola, hola... baa-chan" dijo Naruto con una pequeña sonrisa mientras veía a Tsunade y una muchacha que la acompañaba. Finalmente había encontrado a la última de su familia. Aunque se supone que abuela se acercaba a los sesenta años de edad no se veía de más de treinta y no era una mentira cuando decían que Senju Tsunade era una de las mujeres más hermosas del planeta.

Tsunade solo se le quedaba viendo al rubio enfrente de ella que había destruido el campo en el que estaban parados. Al momento que se volteó a vera el aliento se le quedó atorado en la garganta. Al ver su apariencia: cabello rubio, esos profundos ojos azules como un océano y a Jiraiya llamarlo Naruto comenzó a temblar.

"Es una copia al carbón de Minato con cabello más largo" pensó Tsunade. Después de todo este tiempo pensaba que estaba sola en el mundo, que su familia se había ido y ahora se encuentra con su nieto a no más de tres metros de distancia, sonriéndole.

Tsunade no sabía que pensar o decir, así que hizo lo único que creía era correcto. Corrió a toda velocidad y envolvió a Naruto en un abrazo mientras lloraba de felicidad.

"N-Naruto-kun" susurró Tsunade mientras lo abrazaba con fuerza como si se fuera a desvanecer. Lágrimas brotaban de sus ojos y le caían por la camisa.

"B-Ba-Baa-chan" respondió Naruto mientras sollozaba y le devolvía el abrazo. Finalmente había encontrado a su familia y estaba feliz de porque, juzgando por la reacción de Tsunade, no lo rechazaría o lo dejaría.

Jiraiya y Shizune veían la escena ante ellos con sonrisas en los rostros. Esto era lo que necesitaba Tsunade, un poco de su familia de vuelta, algo que recibía de su supuestamente muerto nieto.

Terminaron el abrazo y Tsunade se limpió los ojos que seguían rojos por el llanto. Se encogió enfrente de Naruto y dijo "Déjame verte bien". Su voz llena con tanta felicidad que era intoxicante. Naruto solo rió y se sobó la cabeza de manera similar a su padre.

Tsunade estaba observando a Naruto lo mejor que podía. Tenía largo cabello rubio con patillas que le enmarcaban el rostro y le cubrían ligeramente el ojo derecho. Sus ojos eran de un azul tan profundo como el océano y tenía tres marcas de nacimiento en las mejillas, similares a bigotes.

"Eres tan lindo" dijo Tsunade y lo abrazó de nuevo, haciendo que los otros sudaran una gota. "Apuesto a que tienes a una horda de chicas tras de ti en casa" dijo Tsunade riendo. Parecía haberse olvidado de todo lo que había sucedido en el día. Finalmente estaba feliz y no quería perder ese sentimiento.

"Hablando de chicas" dijo Naruto rompiendo el abrazo. "Vuelvo enseguida" dijo Naruto y fue succionado por su ojo. Tsunade logró ver el Sharingan, pero lo reservó como una pregunta para más tarde.

Naruto reapareció ni un segundo después con una muchacha en sus brazos y un pequeño zorro en sus hombros. Hinata ya había sido curada y dormía pacíficamente.

"¿Quién es ella?" preguntó Tsunade mientras veía a la muchacha que Naruto cargaba al estilo nupcial.

"Es Hyuuga Hinata, mi novia" dijo Naruto y Tsunade asintió. Se imaginaba que a un muchacho bien parecido como él ya se lo habrían robado, pero tendría que ver si la chica estaba a la altura.

"Fue secuestrada por Itachi y Kisame, pero logré recuperarla y convocar un zorro sanador" explicó Naruto y se volteó a Tsunade. "¿Puedes ver si está bien? Solo por si acaso" preguntó Naruto y Tsunade se mordió el labio. Mientras no viera sangre debería estar bien.

Las manos de Tsunade comenzaron a brillar con una luz verde y escaneó el cuerpo de Hinata de pies a cabeza. Parecía detenerse encima del pecho para intentar medir el daño. "Tenía un par de costillas rotas y un hombro dislocado, pero ahora está bien. Solo necesita descansar" dijo Tsunade y Naruto suspiró aliviado.

"Legado" #NarutoAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora