Pasos hacían eco a través de un oscuro corredor. Las paredes estaban hechas completamente de una piedra oscura y la construcción estaba casi completamente a oscuras, sino fuera por un par de antorchas que proveían la muy necesaria luz. La persona caminaba calmadamente por los pasillos del edificio, completamente tranquilo a pesar de los sonidos de fondo que podía escuchar.
La persona se colocó bajo la luz, permitiendo ver algunas de sus características. El hombre parecía un frágil anciano, que caminaba con un bastón en la mano izquierda. Tenía cabello negro y despeinado y su ojo derecho estaba vendado. Tenía una cicatriz en forma de equis en la barbilla desde que era joven. Llevaba una camisa blanca, junto con una ropa de color gris oscuro que le llegaba desde los pies y hasta la parte superior del hombro derecho. La ropa ocultaba su brazo derecho el cual estaba vendado y cubierto con tres muñequeras doradas.
El hombre seguía caminando hasta alcanzar lo que parecía ser un escritorio en una recepción, algo que era extraño en un lugar que claramente parecían una catacumbas, pero el hombre no estaba sorprendido. "Danzo-sama, ¿qué puedo hacer por usted?" preguntó el hombre detrás del escritorio, inclinándose ante el anciano.
"Deseo hablar con uno de los internos" dijo Danzo con sencillez y en una voz sin emociones.
"Claro. ¿Cuál de ellos?" preguntó el recepcionista y Danzo se le acercó, susurrándole al oído el nombre del interno. "Me temo que hay órdenes especiales para él. Hokage-sama ha prohibido cualquier visita" explicó el recepcionista.
"Confío en que eso no será un problema ¿verdad?" preguntó Danzo, su voz no delataba en absoluto su molestia, aunque a pesar de tener un tono calmado, era demasiado fuerte como para asustar al recepcionista.
"Claro que no. Por aquí" dijo el recepcionista, tragando en seco mientras guiaba a Danzo hacia la celda correcta. "Aquí estamos" dijo el hombre y Danzo dio un paso hacia adelante, asomándose hacia la celda.
"Déjanos" ordenó Danzo y el recepcionista obedeció con rapidez, procediendo a salir del sitio. Danzo cambió su atención de vuelta al hombre dentro de la celda, quien estaba vestido en un simple traje gris. Lo particular sobre el hombre es que le faltaba el brazo derecho.
"En que estado tan patético te encuentras, Hiashi" dijo Danzo y el hombre dentro de la celda abrió los ojos para revelar el Byakugan.
"¿Vienes a burlarte, Danzo?" preguntó Hiashi con debilidad. Hiashi no era más que un hombre roto, todo por lo que había peleado se lo habían arrebatado de las manos.
"No es eso" respondió Danzo antes de verlo con más atención. Hiashi estaba hecho ovillo en una esquina, oculto por las sombras. "Tengo una oferta" explicó Danzo.
"¿De verdad?" preguntó Hiashi con sospecha. "¿Qué podrías ofrecerme?" preguntó con algo de diversión ante el intento del otro hombre.
"Deberías ser más agradecido. Tsunade quería enviarte directo a la Prisión de Sangre" dijo Danzo y un escalofrío le recorrió la espina a Hiashi. "En cuanto a mi oferta. ¿Qué te parece recuperar a tu clan y obtener justicia en contra de aquellos que te pusieron aquí?" preguntó Danzo, pero su única respuesta fue risa. Hiashi estaba riendo con fuerza, como si fuera un demente.
"Estás loco, Danzo. ¿Cómo deseas lograr tal hazaña?" preguntó Hiashi.
"Aun tienes fieles seguidores dentro de la casa principal que ocupan posiciones importantes dentro de la aldea. Todo lo que pido es tu cooperación al igual que la de ellos y, a cambio, te devolveré tu libertad y a tu clan" ofreció Danzo y Hiashi estaba a punto de volver a reír al ver el rostro serio de Danzo.
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"Legado" #NarutoAwards
FanfictionTRADUCCIÓN: "El linaje de Madara no murió en el Valle del Fin. Su linaje vivió a través de Minato y Naruto. Naruto con Sharingan, Fuerte/Godlike. NaruHina."