Capítulo 17: Charla.

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Capítulo 17: Charla.

Me acerco a la puerta con mi maleta en mis manos, nerviosa. Cuento hasta diez antes de llamar.

1.- ¿Qué hago aquí?

2.- No tendría que haber venido.

3.- Igual está enfadado.

4.- No quiero gritarle.

5.- Dani es retrasado.

6.- Quiero a Álvaro.

7.- No sé si llamar.

8.- Por favor, que me abra.

9.- ¿Estará en casa?

10.- Ok, voy a llamar.

Me abre la puerta unos segundos después, y me mira con una ceja alzada. Alterna su vista desde mi maleta a mí hasta que carraspeo para atraer su atención.

-Hola. –Sonrío. -¿Puedo quedarme esta noche aquí?

-¿Y Dani? –Se hace a un lado para que pase.

-Si pasaba diez minutos más en esa casa iba a asesinarle lenta y dolorosamente. –Entro y dejo mi maleta en el primer lugar que pillo.

-Haberlo hecho, mujer. –Largo una carcajada mientras me acerco a él y rodeo su cuello con mis brazos.

-¿Estabas ocupado? –Susurro rozando mis labios con los suyos.

-Para ti siempre estoy libre. –Me guiña un ojo. –Y… Bueno, ¿Qué ha pasado? –Me pregunta cuando ya nos hemos separado. Entrelazo los dedos de mi mano izquierda con los de su mano derecha.

-Después de estar contigo antes, volví a casa y me encontré a Dani liándose con una chica en el sofá. Bueno, pasé de ellos y subí a cambiarme y tal. –Asiente, dándome a entender que me sigue. –Cuando bajé, sin saber muy bien cómo, discutimos. Prácticamente me llamó puta, y le pegué un bofetón. Estaba borracho.

-¿¡Que te llamó qué!? –Grita. 

-Tranquilo, tranquilo. –Le pongo una mano en el pecho, intentando tranquilizarle.

-No me pidas que esté tranquilo cuando te ha tratado así.

-Escúchame, ¿Quieres? –Asiente, intentando normalizar su respiración. –Si vas a ir a hablar con él, espera a que se le pase la borrachera. O le entrará por un oído y se le saldrá por el otro.

-Normalmente eso le pasa sin estar borracho. –Suspiro.

-Bueno, pero mañana no tendrá excusa. –Intento animarle.

-Vale. –Accede, alargando la “a”. –Pero no quiero que vengas.

-Iré. –Le miro. –Porque como no lo haga, precisamente, le partirás la cara.

-Puede. –Reconoce, mordiéndose el labio.

-Bueno, son las ocho y media, me doy una ducha y te preparo la cena. ¿Te parece bien?

-Humm… -Entierra su rostro en mi cuello, haciéndome cosquillas con la barba. –Me estás malcriando demasiado, ¿Sabes?

-Es que me gusta malcriarte. –Rozo mis labios con los suyos hasta que no puedo más y le pego a mí tanto como puedo. –Tus besos son adictivos, ¿Sabías?

-No tendrías que habérmelo dicho. –Jadea en mi oído.

-¿Por qué? –Alzo una ceja.

-Porque ahora voy a besarte más que nunca. –Coloca sus manos debajo de mis muslos y de un impulso me cuelgo de su cuello, mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas alrededor de su cadera. Empieza a levantar mi camiseta, pero se detiene. –Cris, esto… -Y le corto, cogiéndole por el cuello de su camisa y volviendo a juntar nuestros labios.

El destino nos ha unido [Auryn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora