Danger's back

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Danger's Back - Capitulo 1  
“Can’t stay eighteen forever--” “No puedes tener dieciocho para siempre--”     Danger’s Back   “El gángster local Justin Bieber va a ser puesto en libertad hoy después de permanecer tres años en prisión. El adolescente fue arrestado poco después de asesinar--” Apagué la TV, arrojando el control remoto a un lado descuidadamente, mientras dejaba escapar una muy necesaria respiración.   Toda la mañana; en cada canal de noticias, programa de radio, revistas y periódicos habían estado ocupados por el murmullo sobre Justin y como iba a ser liberado de la cárcel.   Mientras tanto todo lo que podía pensar era como demonios iba a reaccionar al verle por primera vez en poco mas de tres años.   Tres años.   Solo las palabras; decirlas, escucharlas, leerlas... no parecía normal. Se sentía todo tan surreal como si todo esto fuera solo un gran, mal, horrible sueño y que si me pellizcara a mi misma, despertaría y todo volvería a la normalidad.   Estaría cenando con mi novio y familia, disfrutando de la comida, riendo las bromas entre nosotros y todos estaríamos unidos; compensando la catástrofe en la que nuestra última cena se había convertido.   Pero, no, en cambio, fui golpeada por las noticias de que mi novio-- el único que se suponía que debía ser capaz de amar y confiar, no importara el que-- fue arrestado por matar a un chico que creía que estaba detrás de todos nosotros.   Mi móvil sonó en el bolsillo de mis jeans, asustándome de mis profundos pensamientos. Encogiéndome por el intensificaste sentimiento que crecía en la boca de mi estómago, lo saqué, la pantalla estaba iluminada con las palabras “Mensaje nuevo: John.”   Mi respiración se enganchó en mi garganta mientras deslizaba mi dedo, desbloqueándolo, el mensaje instantáneamente apareció.   De: John ¿Estas lista?   Me quedé inmóvil, el corazón me latía acelerando intensamente, mi cuerpo se estaba entumeciendo, mis palmas sudaban. Esta no soy yo. Lamiendo mis labios, luché contra el coraje de luchar con mi comportamiento nervioso, respondiendo rápidamente, mis dedos estaban hablando una cosa mientras mi cabeza gritaba otra.   Para: John Si, estoy lista.   ‘Lista’ mi cu*lo, mi subconsciente se burló de mi, provocándome numerosas cantidades de dudas e insensateces que se sentía en una nube de todas las angustias de mi estómago.   Tragué saliva, sacudiendo mi cabeza, tratando de dirigir mi cabeza en la correcta dirección de donde mis pensamientos realmente deberían de estar.   Debería estar feliz, extasiada, aliviada y todas las emociones positivas... pero ¿porque ni siquiera había una onza de mi ser que sintiera alguna de esas cosas?   ¿Porque, en cambio, me sentía perdida, asustada, decepcionada y sobre todo ... desorientada?   El timbre sonó golpeando contra las paredes de las cuatro esquinas de la casa, rebotando en mis tímpanos, sacándome de un aturdimiento haciendo que levantara la cabeza rápidamente y dirigirla hacia la puerta. Varios suaves golpes pero exigentes se escucharon poco después y fue entonces cuando supe ... esto era todo.   Mordiendo el interior de mi mejilla, me puse de pie lentamente, agarrando mi móvil mientras caminaba hacia la puerta principal. El momento en que la abrí, no había vuelta atrás. Tomando una profunda respiración, agarré el pomo de la puerta, girándolo mientras abría la puerta, revelando a Carly y John de pie en mi porche delantero.   Los ojos de Carly sostenían compasión, sabiendo exactamente como me estaba sintiendo por las incontables noches que se quedó conmigo, sosteniéndome mientras lloraba en su pecho, repetidamente diciéndole que lo sentía y que debería de haberla escuchado desde el principio.   Decir que estaba dañada era una completa subestimación. Fui golpeada hasta quedarme sin vida por cualquier sentimiento conocido por el hombre. Estaba entumecida de la cabeza a los pies, sin saber como manejarme a mi misma por mas tiempo, pero poco a poco, encontré la comodidad en mi interior y luché para contenerme a mi misma.   Hice un muy buen trabajo también, poniéndome de pie y empezando mi vida de nuevo, eso fue, hasta que me dijeron que Justin sería puesto en libertad después de haber cumplido su correspondido tiempo en la cárcel.   John me miró hacia mi con una mirada sombreada de simpatía en sus ojos, sabiendo de primera mano, antes que nadie, que estaba sintiendo.   “¿Estas bien?” Carly me preguntó, rompiendo el espeso silencio que caía entre nosotros e inmediatamente ella cerró sus ojos, mentalmente maldiciéndose.   John pasó un brazo alrededor de su cintura, acercándola hacia su costado y apretando su cadera, diciéndole silenciosamente que se callara.   Le di una irónica sonrisa, tratando duramente de no fruncir el ceño. “Estoy bien, Carls.” Cerré la puerta detrás de mi antes de maniobrar mi paso entre ellos y por el camino que iba desde la acera de mi casa y viceversa.   Asentí con la cabeza hacia el resto de los chicos que estaban sentados en el coche, mirándome fijamente, por cualquier señal de peligro. Dándome un pequeño saludo con la mano, esta vez di una sonrisa con los labios delgados, volviéndome para asegurarme de que John y Carly estaban detrás de mi mientras esperaba hasta que Carly caminó a mi lado.   Abriendo la puerta, ella entró primero antes de que me sentara a su lado. Bruce pisó el acelerador, acelerando el coche antes de correr por la acera en silencio hacia el centro penitenciario.   Ninguno de ellos se molestó en hacer preguntas, ya sabiendo la respuesta.   Volví mi mirada hacia afuera de la ventana, las imágenes borrosas de afuera captaban mi atención, mi mente estaba desvaneciéndose en el aire y hacia los recuerdos del pasado.   “No quiero que te hagan daño.”   “No lo harán.”   “No digas eso.” Sacudí mi cabeza. “No me alimentes con mentiras.”   “No estoy--”   “Lo estas.” Enfaticé estrictamente. “No eres vencible en el mundo, Justin. No puedes ser solo derribado por la policía sino que también hay gente mucho mas poderosa y peligrosa por ahí que quiere derrumbarte.”   Apreté mis ojos cerrándolos, tratando duramente de disimular el dolor, deseando desesperadamente olvidar.   “______...”   “Tengo miedo.” Susurré. “¿Vale? Tengo miedo de que un día simplemente tenga una llamada de Bruce o John diciéndome que estas muerto.”   Mordí mi labio inferior, sintiendo mis emociones abrumarse en mi interior, todo que dije, toda las cosas que el prometió vinieron de vuelta a mi, persiguiéndome de que todo fueran mentiras.   “Maldita sea _____...”  El murmuró. “No pienses así.”   “¿Como no puedo pensar así?” Le miré con incredulidad. “Si no te has dado cuenta, tu vida esta bastante jodida.”   “¿Piensas que no se eso?” El escupió. “Pero, lo estoy intentando, ¿Vale? No puedo simplemente parar lo malo que viene a mi vida. Confía en mi, si pudiera, lo haría.”    Apoyé mi cabeza contra el frío cristal, tomando varias profundas respiraciones, tratando de relajarme a mí misma.   “Desearía ser normal y simplemente estar contigo sin ningún tipo de preocupación, pero no puedo. No con la forma en la que vivo.”   “No con la forma en la que vivo...” Repetí las palabras para mí misma, haciendo una mueca ante el recuerdo. Lamiendo mis labios, tragué saliva duramente. No pude evitar sentir mi estómago dando tumbos en toda las direcciones, mi corazón bombeaba en mi pecho mas rápido que nunca antes.   Gemí mientras mis ojos se abrían, las luces que iluminaban prácticamente me cegaban. Todo mi cuerpo se sentía dolorido y me tenía un matador dolor de cabeza.   “______!” Oh mi -- ______ estas despierta!” Frunciendo mis cejas ante la repentina urgencia detrás de su tono, me volví para ver a mi madre corriendo hacia mi, sus brazos giraban alrededor de mi frágil cuerpo mientras ella me sostenía cerca contra su pecho. “Gracias a Dios.” Ella lloró en mi hombro, acariciando mi pelo con su mano.   La abracé a pesar de mi confusión, sin saber que estaba pasando. “Mama...” Me interrumpí, levantando la mirada para ver a mi papa y Dennis mirándome atentamente con los ojos muy abiertos, llenos de lágrimas. “¿Que esta pasando?” Murmuré.   Me había dado cuenta de el revestimiento rojo que rodeaban sus ojos y las bolsas que habían debajo de ellos. Tragando saliva, me aparté de ella. Finalmente logré mirar alrededor y casi me desmayo. Las paredes blancas, el equipo médico, maquinas, flores... yo estaba en el hospital. “Mama, papa... ¿Porque estoy aquí?” Lamí mis resecos labios, mi voz era ronca por la falta de hidratación que tenía.   “Bebe un poco de agua antes, cariño.” Ella agarró un vaso de justo al lado de la cama en la que estaba acostada, vertiendo agua en el interior antes de llevarla a mis labios, manteniendo mi barbilla en su lugar con su otra mano mientras ella levantaba el vaso con la otra mano para que el agua entrara.   Tragando el frío líquido, dejé escapar un fresco suspiro antes de recuperar mi pregunta anterior. “Mama...?”   Sus ojos estaban ensombrecidos con una mirada de lo mas lejano a la simpatía haciendo que la boca de mi estómago se retorciera dolorosamente. “Lo siento.” Ella susurró.   “Por el amor de dios, Melissa!” Mi padre gritó, haciéndola a un lado, sacudiendo su cabeza hacia ella vigorosamente. “Ya hemos discutido esto.” El hervía con sus dientes apretados, sus ojos estaban oscuros del disgusto. “Esto es todo su culpa de que ella este en el hospital.” Él escupió venenosamente, su voz era estricta y precisa causando que la piel de gallina se levantara en mi piel. “No es de nadie mas que de él, así que deja de defender a ese chico abandonado por Dios o te juro por Dios que--” El se interrumpió a si mismo, su mandíbula se movía nerviosamente de la ira.   “¿Puede alguien decirme que demonios esta pasando?” Murmuré, sin ser capaz de soportar estar en la oscuridad de todo esto.   Mi padre soltó el brazo de mi madre, volviéndose para mirarme, sus ojos inmediatamente se ablandaron. “_____...” El se calló quedándose tan mudo como mi madre. Su manzana de Adam se balanceaba lentamente indicando que el había tragado duramente.   “Basta de estancarse,” Siseé, cada vez mas impaciente. “Estoy en el hospital y exijo saber porque.”   Mi madre pasó de mirar a mi padre para mirarme a mi, repitiendo varias veces antes de posar una mano en su brazo. “Yo me encargaré de esto.” Ella murmuró, gentilmente alentándolo para que se fuera de la habitación con Dennis detrás, antes de caminar de nuevo hacia mi. Agarrando una silla, ella se sentó en ella antes de agarrar mi mano. “_____...”   “Mama, solo dime ya.” Exigí, mis nervios estaban apoderándose de mi.   Ella metió un mechón de pelo detrás de su oreja antes de agarrar mi mano, sosteniéndola en su palma antes de cubrirla con el dorso de la otra. “Te desmayaste.”   Fruncí mis cejas juntas. “¿Me desmayé?”   Ella asintió con su cabeza, el agarre que tenía en mi mano se apretó. “Estabas ayudando a poner la mesa y te había pedido que apagaras la televisión. Te fuiste para hacerlo y no volviste. Empecé a preocuparme así que fui para ver como estabas. Vi que algo iba mal así que te llame por tu nombre. No respondías y seguí haciéndolo cuando de repente tu simplemente te ... caíste. Te rozaste contra el borde de la mesa y te golpeaste tu cabeza tan duro que te tuvieron que dar puntos y tuviste una conmoción cerebral.”   “Puntos ... una conmoción cerebral?” Grité con incredulidad, sorprendida. “Pero...” Hice una pausa, tratando de comprender todo esto. “¿Porque me desmayaría, en primer lugar?” Sacudí mi cabeza con incredulidad, tratando de entender el que me estaba diciendo ella.   “Tampoco lo sabía cariño, hasta que levanté la vista hacia la televisión y lo vi por mí misma.” Ella susurró, la tristeza envolvía los soles de sus ojos.   “¿Que viste?” Pregunté, desesperada por poner las piezas que faltaban del rompecabezas que resultó ser mi vida de nuevo.   Ella sacudió su cabeza, mordiendo el interior de su mejilla, sin querer decir nada mas.   “Mama,” Murmuré con una mirada dura. “¿Que viste en la TV?” Echaba espuma con dureza.   “Justin.” Ella suspiró, sus ojos laminados se encontraron con los míos. “El fue arrestado por asesinato, cariño.”   Y ahí fue cuando todo se precipitó sobre mi como una tonelada de ladrillos.   Carly cogió mi mano, dándole un ligero tirón. Soltándola, me moví en mi asiento, volviéndome para mirarla.   Una angustiada mirada cruzó su rostro mientras ella se acercaba, rozando la punta de sus dedos debajo de mis ojos. Parpadeé un par de veces antes de darme cuenta de que había estado llorando. Maldiciéndome a mí misma mentalmente, me aparte del tacto de Carly, limpiándome a mí misma en su lugar.   Todos los ojos estaban puestos sobre mi ahora, cada mirada quemaba agujeros en mi piel  desde todo tipo de direcciones haciendo que me retorciera en mi sitio incómodamente. Sollocé, mirando hacia abajo hacia mis manos. No me iba a derrumbar ahora. Tenía que mantenerme fuerte. Levantando mi mirada, me negué a descomponerme mas.   Después de unos minutos de total silencio, Bruce finalmente logró llegar a tiempo, conduciendo por la acera que conducía al aparcamiento. Después de rondar alrededor de varios coches, el finalmente consiguió encontrar un lugar. Metiéndose en él, apagó el motor.   Nadie se movió, el aire estaba todavía alrededor de nosotros, nuestras respiraciones era la única cosa que se escuchaba en este momento.   Mordiendo el interior de mi mejilla, Carly miró a John, sus ojos se encontraron con los suyos poco después de comunicarse inaudiblemente. Asintiendo con su cabeza, John abrió la puerta, siendo el primero en cortar el espeso silencio.   Carly me dio un codazo momentos después, señalando hacia la puerta abierta. Me quedé mirando hacia la puerta antes de levantar mi mirada para ver a John mirándome. Tragué saliva, deslizándome fuera del asiento y poniéndome de pie junto a él.   Agarrando la mano de Carly, John se dio la vuelta hacia mi. “¿Estas segura de que serás capaz de hacer esto?” El murmuró suavemente, había una expresión sabia cruzando su cara.   Tomé una profunda respiración, asintiendo con mi cabeza. “Si, vamos.” Rozando con el, empecé a caminar por delante, siguiendo a Bruce, Marco y Marcus a la cabeza.   Carly tomó mi brazo, haciendo que retrocediera. “No tienes que hacer esto, ya sabes. puedo esperar contigo en la casa si quieres. John nos llevará de vuelta--”   “No.” Negué con mi cabeza, interrumpiéndola. “Vine hasta aquí, me voy a quedar.” Suspiré. “Además, que clase de novia sería si no me presentara?” Mi corazón se endureció a la vez que las palabras ajenas a mi vocabulario durante los últimos tres años, se escapaban de mis labios.   “Bien,” Carly susurró, dejándome ir. Ella se volvió hacia John quien continuaba sus conversaciones silenciosas que muy probablemente consistían en mi y que iba a hacer cuando viera a Justin.   Demonios, ni siquiera yo se que voy a hacer. Todo lo que sabía era que no me iba a desmayar como hice cuando me enteré de lo que pasó.   Bruce se detuvo en la entrada de la instalación. “Esperad aquí, estaré de vuelta.” Él nos informó antes de entrar.   Me moví en mis pies, sin ser capaz de contener el suspenso por mas tiempo. Mi estómago se sentía como si estuviera a punto de caer, mis palmas estaban húmedas del sudor que se formó contra ellas y mi cabeza estaba latiendo con fuerza intensamente.   Carly pasó un brazo alrededor de mi, llevándome hacia ella; ella misma estaba presionada contra John, cuyo brazo estaba alrededor de ella. “Todos nosotros estamos aquí por ti, ¿vale? No te preocupes,” Ella animó suavemente.   Asentí, dándole una sombría sonrisa mientras su brazo se apretaba.   Tomando profundas respiraciones a través de mi nariz, me sentí completamente nauseabunda, preparada para vomitar por los montones de emociones que estaban corriendo a través de mi al mismo tiempo.   Mi cabeza se levantó rápidamente en el segundo en el que Bruce salió y se acercó a nosotros. “Ellos dijeron que el va a venir por atrás. Vamos.” El hizo un gesto con su cabeza hacia la parte del edificio, donde cada uno de nosotros empezó a caminar siguiéndole excepto yo.   “¿Kels?” Carly preguntó el segundo en el que se dio cuenta de que ya no estaba a su lado. Volviéndose, frunció el ceño. “______, ¿vas a venir?”   “Si,” Suspiré. “Solo dame un segundo, por favor.”   Ella asintió, esperando detrás con John mientras pasaba mis dedos por mi pelo, contando hasta diez en mi cabeza a la vez que cerraba mis ojos. Relajándome, solté el agarre de mi  pelo, dejándolo caer libremente por mi espalda una vez mas antes de caminar hacia Carly.   “¿Estas bien?”   “Si, estoy bien. Vamos.” Conectando mi brazo con el suyo, terminamos llegando a los chicos mientras ellos se dirigían de nuevo hacia lo que parecía una zona desierta. No había nada mas que una puerta que conducía adentro y afuera de la parte de atrás del centro.   Mirando alrededor, puse mis cejas juntas con confusión. “¿Donde está el?”   Bruce se encogió de hombros, las manos en sus bolsillos mientras el miraba también alrededor. “La señora de detrás del mostrados me dijo que el iba a salir por aquí atrás.”   “Quizás él--” Marcus fue interrumpido en el momento en que la puerta que había visto una vez cuando llegamos, se abrió, la sombra de una figura se mostró antes de que lento pero seguro ellos se hubieran movido y salido a la calle.   Un jadeo se emitió de mis labios mientras mis ojos se abrieron mucho. Una mano temblorosa cayó sobre mi boca mientras veía a Justin salir desde dentro.   El se veía ...el mismo pero diferente. Su pelo estaba rapado por los lados pero la parte superior estaba de punta. Sus ojos tenían un color oscuro y su mandíbula estaba endurecida. Sus brazos se movieron de la camiseta apretada que llevaba mientras que sus jeans colgaban debajo de sus caderas, las Supras cubrían sus pies.   El pasó sus dedos por la punta de su pelo antes de poner sus manos en los bolsillos de sus jeans, sus pulgares sobresalían.   Mirando hacia nuestra dirección, Justin se detuvo lentamente, sus ojos estaban muy abiertos con sorpresa, sus labios estaban entreabiertos.   El levantó su mirada hacia Bruce caminando hacia Marco, Marcus, John, Carly y finalmente hacia mi. Mirando fijamente mis ojos, sentí los latidos de mi corazón aumentar mientras me congelaba bajo su mirada, sin ser capaz de moverme.   Sus ojos se suavizaron ante su vista de mi, una serie de sentimientos se transfirieron desde las profundidades de sus ojos hacia los míos, inquietándome bajo su fuerte bloqueo sobre mi.   “______,” El dijo con voz áspera y fue entonces cuando todo se desvaneció en el aire; toda la ira, la decepción, la tristeza, el shock, el dolor y la ansiedad.   Tragando saliva duramente, miré a mi lado a todos los que estaban a mi derecha antes de mirar de nuevo hacia Justin. Sin ser capaz de contenerme a mí misma por mas tiempo, las lagrimas envolvieron mis ojos mientras mis labios temblaban bajo su presencia. Caminado hacia delante, di un par de pasos antes de encontrarme a mí misma caminando más rápido y antes de darme cuenta, estaba corriendo.   Abriendo sus brazos hacia mi, dejé escapar un ahogado sollozo antes de saltar a ellos, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, mis piernas rodeadas en su cintura mientras enterraba mi cabeza en su cuello. “Te extrañé mucho.” Lloré, aferrándome a él como si me fuera la vida en ello, como si cuando yo le dejara ir él fuera a desaparecer y me quedara sola de nuevo.   “Yo también te extrañé.” El suspiró contra mi pelo, sus dedos lo peinaban mientras el me agarraba con fuerza, su mano libre agarraba mi muslo para que no me cayera. “Joder cariño, te extrañé tanto.” Él murmuró, su agarre sobre mi se apretó.   Apartándome de su cuello, limpié mi cara dejándola libre de lágrimas antes de mirarle. Sus ojos redondos marrones/avellanas, su nariz, sus perfectos labios en forma de corazón... sin ser capaz de contenerme por más tiempo, sostuve los lados de su cara antes de chocar mis labios hacia abajo contra los suyos.   Sorprendidos por el repentino movimiento, Justin se derritió en mis labios mientras el movía los suyos contra los míos, sosteniendo la parte de atrás de mi cabeza en su lugar mientras el empujaba contra mis labios, queriendo saborear este momento por la eternidad. Poniéndome sobre mis pies, nuestros labios todavía estaban unidos, el sostenía mis caderas con sus manos, acercándome.   Después de unos segundos, Justin se apartó, sin aliento, sus ojos caían sobre mi, sus dedos rozaron el pelo que caía en frente de mi cara, llevándolo detrás de mi oreja, mientras el observaba todo, tomando notas mentalmente mientras el lamía sus labios. “Eres tan hermosa.” Él murmuró, presionando su frente contra la mía.   Un ligero rubor se arrastró en mis mejillas mientras rodeaba mis brazos alrededor de él. Cerrando mis ojos, recordé este momento, nunca queriendo que este sentimiento abrumador de amor desapareciera.   Tomando mi cara entre sus manos ahora, Justin rozó los rellenos de sus pulgares contra  mis mejillas. “Te amo mucho.” Susurró antes de presionar sus labios contra los míos suavemente, toda la pasión que él sentía se transportaba.   Apartándose, él sostuvo mis manos en las suyas, frotando mis nudillos mientras el se apoyaba en mi. “Dios, te amo.” Él repitió, cerrando sus ojos.   Inclinándose, besé castamente sus labios. “Yo también te amo.” Susurré y esa era la verdad. A pesar de lo que sentí hoy y venir aquí, no importa el que, al final, yo siempre lo amaré.   Envolviéndome entre sus brazos una vez mas, Justin me abrazó, inhalando mi olor mientras el acariciaba su nariz en mi nuca, besando suavemente mi piel. “Te eché de menos.”   No pude evitar reír un poco debido a sus múltiples repetidas frases. “Ya dijiste eso.” Susurré mientras sus dedos rozaban contra la piel de mi espalda.   El sonrió, encogiéndose de hombros. “Es la verdad, aunque...” Él murmuró, besando mis labios una, dos, tres veces antes de apartarse. “Todo el tiempo que estuve en esa celda, todo en lo que podía pensar era en ti y en lo mucho que quería sostenerte en mis brazos.”   “Justin...” Murmuré, dolida. Negué con mi cabeza, indicando que no quería hablar de eso ahora mismo.   Frunciendo sus cejas juntas, el miró un poco cansado por mi reacción. Jugando con las puntas de mi cabello, el agarró mi barbilla, obligándome a mirarle hacia arriba. “¿Estas bien?”   Tímidamente asentí, mis labios se presionaron juntos en una firme linea y todas las anteriores emociones que sentí, vinieron de nuevo haciéndome sentir mareada. “Estoy bien.” Susurré.   Mirándome inexpresivamente hacia abajo, Justin lamió sus labios, contemplando si debía o no continuar preguntándome mas allá pero inmediatamente decidió no hacerlo. Apoderándose de mi mano, el le dio un tranquilizador apretón. “Bien entonces, vamos.” Tirando de mi a su lado, caminamos hacia los chicos y Carly, cada uno de ellos se quedó mirando a mi, a nuestros dedos entrelazados y a Justin.   Bruce arrancó su mirada de nosotros y la acercó a Justin. Un destello se emitió en sus ojos y dejó escapar un silbido lobuno, sonriendo. “Maldita sea Bieber, en realidad creciste.”   “No puedes tener dieciocho para siempre, cierto, Bruce?” Justin sonrió en respuesta, dejando escapar mi mano para chocar sus manos con Bruce antes de que ellos se engullieran el uno al otro en un fraternal abrazo, mi estómago se revolvió antes las recientes palabras de Justin.   Me deslicé incómoda, mirando hacia abajo a mis manos, sin querer mirar hacia arriba porque podía sentir los azules ojos de Carly quemando mi carne, exigiendo saber de que diablos iba todo esto y con toda la honestidad no podía darle una respuesta porque no sabía que estaba pasando conmigo misma.   Oficialmente había perdido mi cabeza.   “Maldita sea bro,” Levanté mi cabeza rápidamente para ver ahora a Justin de pie en frente de Marcus. “Has crecido mas que yo.” Golpeando sus bíceps, el asintió con su cabeza en aprobación. “Has estado haciendo ejercicio.”   “Tenía que mantenerme en forma sí íbamos a mantener el ciclo funcionando. Tu pudiste haberte ido pero las cosas no acabaron por aquí. Todavía teníamos mier*da de la que ocuparnos.” Marcus le dio un codazo a Justin para mostrarle que el estaba meramente bromeando pero a Justin no le hizo ninguna gracia.   Tensándose, sus músculos se tensaron mientras sus manos se volvían puños a sus lados, abriéndolas y cerrándolas hasta que él dejó escapar un suspiro de una respiración, calmándose. “¿Os mantuvisteis bien sin mi, chicos?” A pesar de que el se hizo pasar como relajado y con ganas de conversar, podía sentir la amargura detrás de ello.   “Por supuesto.” Marco se encogió de hombros, sintiendo la tensión en el aire entre Justin y Marcus. “No estaríamos aquí, delante de ti si no.”   Justin asintió con su cabeza, manteniendo su mirada libre de cualquier relación que el estuviera sintiendo. “Es bueno saberlo.” El hizo una pausa, mirando a John, sus cejas subían lentamente mientras el fruncía sus labios al ver su mano cerrada con la de Carly.   “¿Que pasa man?” John asintió hacia Justin, dejando ir a Carly por un breve segundo para abrazarle en un gesto de amistad antes de apartarse y recoger de nuevo la mano de Carly con la suya.   Una sombría sonrisa se retorció contra los labios de Justin. “Creo que debería preguntarte  a ti esa pregunta, man.” Él murmuró, todavía envuelto por la sorpresa que acababa de recibir.   Carly puso sus labios dentro de su boca, sintiéndose bastante nerviosa bajo el escrutinio de Justin. Sus uñas rojas pintadas se clavaron en la mano de John mientras ella nerviosamente se movía.   John sonrió de lado. “Estoy seguro de que puedes adivinar.” El tenía una alegre risa, sus mejillas se calentaron por la repentina inspección que Justin estaba dando.   Justin se rió entre dientes, sacudiendo su cabeza. “¿Quién hubiera sabido que tu te irías con Risi...” El hizo una pausa, pensando en todo esto. “De todas las personas.”   Carly abrió su boca. “¿Que se supone que significa eso?” Ella fulminó, sus ojos azules penetraban con frialdad.   Justin sonrió, hundiendo sus manos en los bolsillos de sus jeans. “Exactamente lo que significa.”   “Que es...?” Carly apretó sus labios en un duro movimiento, el fuego ardía en las profundidades de sus ojos.   Justin no respondió. En cambio, el le dio una palmadita a John en la espalda. “Buena suerte.”   La boca de Carly se abrió y antes de que ella tuviera la oportunidad de tomar represalias contra Justin, John la retuvo.   “Me alegro que todavía tengas tu sentido del humor.” Bruce señaló, su pecho temblaba por la risa que el producía.   “No todo en mi murió desde que me fui.” Justin respondió secamente, una mueca tomó lugar en vez de su sonrisa, un apretado tirón tiraba de los bordes de sus ojos.   Mi corazón se aceleró mientras contenía mi respiración. ¿Que demonios significaba eso? Sus comentarios sarcásticos me estaban haciendo subir por las paredes y estaba a punto de perder la paciencia.   Bruce se aclaró su garganta, un poco sorprendido por las audaces respuesta de Justin. Sin estar muy seguro de como responderle, él tenía una mirada firme. “Será mejor que nos vayamos. Estoy seguro de que has echado de menos a tu cama.”   Justin ahogó una carcajada. “Puedes decir eso de nuevo.” El exasperó un breve suspiro. “Ya he tenido suficiente de muelles que se clavaban en mi espada todas las noches,” El rodó sus ojos. “Pero, no puedo decir exactamente que eso es lo que mas he echado de menos...”   Bruce arqueó una ceja, esperando a que Justin dara mas detalles. “¿Oh?”   “Mhm,” El sonrió, agarrando mi mano. “He echado de menos estar con mi pequeña.” Acercándome a él, Justin rodeó con sus brazos alrededor de mi cintura, atrayéndome hacia su pecho. Acariciando su cabeza en mi cabello, mordí mi labio, evitando la mirada tensa de desconcierto que venía de los chicos.   Tragando saliva, rocé una sonrisa en mis labios mientras Justin me miraba hacia abajo con nostalgia como si el no pudiera creer que estaba de pie aquí en frente de él ahora mismo. Rozando la punta de mi nariz con sus labios, el se apartó, cogiendo mi mano con la suya. “Vamos. Estoy listo para irme.”   “Ya era hora.” Bruce rodó sus ojos, disparándole a Justin una sonrisa para mostrarle que el estaba simplemente burlándose mientras el se volvía sobre los talones de sus botas, mostrándonos el camino de regreso hacia el estacionamiento.   Una vez que llegamos al coche, John abrió la puerta para que Carly se deslizara dentro la primera, Marco y Marcus le siguieron después. Justo cuando estaba a punto de sentarme en el interior, Justin se deslizó antes que yo, cargándome en su regazo en su lugar.   Él me sonrió, besando mi barbilla mientras la puerta se cerraba detrás de nosotros. Toqué la barba de tres días de su mentón, el lunar de su mejilla derecha, sus labios rosas tentadores. Mordiendo mi labio inferior, me acerqué hacia delante, mi pelo estaba dibujando cortinas alrededor de nuestras cabezas mientras presionaba mis labios impacientemente contra los de Justin, queriendo saborear este momento.   Gimiendo en silencio en mi boca, Justin realizó un control completo sobre mi trasero antes de forzar a mis piernas a apartarse de manera que ahora estaba a horcajadas sobre él. Excavando sus dedos en la tela de mis jeans, el mordisqueó suavemente mi labio inferior, consiguiendo que me excitara completamente.   Jadeando ligeramente, mis ojos se abrieron mientras le miraba a sus persistentes avellana.   La necesidad, el deseo ... el amor, todo estaba allí. Evidente en las manchas de oro que se escondían en los remolinos color avellana de chocolate en sus ojos.   Dejé escapar un suspiro que no sabía que había estado aguantando mientras caía en un  pozo de incertidumbre, sabiendo que este momento estaba cerca de terminar.   Cerré mis ojos, obligando a las lágrimas que querían caer. ¿Porque nos tenía que pasar esto a nosotros? Obligando a mis ojos a que se abrieran, descansé mi cabeza contra su pecho, desesperada por sentir sus brazos a mi alrededor.   Instintivamente, los brazos de Justin se encerraron a sí mismos alrededor de mi cuerpo mientras el me sostenía cerca.   Inhalando su aroma, dejé que mis ojos fueran cerca a la deriva una vez mas, un pensamiento pacífico de que podía haber sido, roció mi mente, persiguiéndome de lo que nunca iba a pasar.   Justin me frotó mi espalda con dulzura, un murmullo se recuperó de sus entreabiertos labios hacia mi oído, reconfortándome enormemente.   “Ya llegamos.” Bruce me sacó de mi escena de descanso, haciendo que un enorme bulto se formara en mi garganta.   Gimiendo, me despegué de Justin, maniobrando mi camino fuera del coche mientras me quedaba de pie afuera de este, la vista de su casa se reveló de nuevo hacia mi.   Apoderándose de mi cintura, Justin me sostuvo a su lado mientras el comenzaba a caminar hacia las escaleras, parando justo en frente de la puerta. “Nada parecía haber cambiado.” El señaló, una expresión de satisfacción apareció en su rostro.   Mordí el interior de mi mejilla, negándome a volver de nuevo a ver la verdad detrás de sus palabras.   Torciendo el pomo de la puerta, Justin la abrió, sus piernas se deslizaron hacia delante, arrastrándome a su lado e inmediatamente su cara cayó ante la sorpresa que esperaba. “Wow,” El suspiró, sus ojos estaban muy abiertos.   John se quedo de pie a nuestro lado. “¿Te gusta?”   Justin presionó sus labios juntos, chasqueando su lengua contra la parte de arriba de su boca, no mostrando ningún signo de emociones. Volviéndose hacia nosotros, el se encogió de hombros. “Es... diferente.”   “Se que no es lo que te esperabas pero pensamos que necesitábamos un poco de cambio.” Marcus regañó, mirando alrededor de la casa también.   “Cambiasteis los sofás.” La mandíbula de Justin se frunció desagradablemente, su cara estaba inalterable mostrándonos lo que realmente sentía detrás de su fachada. “Y la alfombra...” El hizo una pausa. “Wow.”   Bruce había cambiado los sofás color burdeos por otros nuevos, de cuero negro. Los suelos de alfombra estaban rallados y ahora estaban cubiertos de madera dura.   “Si,” Me incliné hacia arriba, presionando mis labios contra su mandíbula para relajarle lo que funcionó porque el se calentó bajo mi tacto. “Me gusta. Va con la casa.”   Justin me miró hacia abajo, sus ojos sombreados con desaprobación. “¿Fue tu idea?” EL murmuró en voz baja.   Mordí mi labio. “Quizás.” Susurré.   Suspirando, Justin miro a su alrededor una vez mas. “No esta mal...” Él rastreó en su cerebro la respuesta mas simple que el pudo hacer. “Es extraño que desde que hemos estado aquí fuera la misma casa durante años, pero supongo que un cambio es bueno.” Se encogió de hombros y no pude evitar sonreírle.   Marco se burló, sabiendo exactamente porque Justin había dicho lo que dijo.   Le disparé una mirada haciendo que el devolviera el gesto antes de desaparecer bajo mis ojos y con los hombros caídos, su ceño fruncido apareció. Me reí suavemente, sabiendo que el no podía enfadarse conmigo.   “¿Que es tan gracioso?” Justin me contestó rápidamente, dándole toda mi atención mientras mi estómago saltaba haciendo volteretas bajo su intensa mirada.   “Nada.” Murmuré, dándome la vuelta de manera que ahora le daba mi espalda a Marco.   Frunciendo el ceño, el brazo de Justin hacia mi se apretó. “Mi habitación es...”   “Todavía la misma.” John acabó por él. “Pensamos en cambiarla pero ____ nos convenció de no hacerlo.”   Justin me miró con apreciación hacia mi, sus labios se presionaron contra mi frente. “Esa es mi chica.” El susurró de manera que yo solo le escuchara.   No dije nada. En cambio, me quedé congelada a su lado, sabiendo que esta linda actitud iba a desaparecer de un momento a otro.   “Venga,” Bruce interrumpió, rozándonos mientras pasaba por delante de nosotros para que el ahora estuviera en frente de todos nosotros. “Vamos a sentarnos.” Hizo un gesto hacia el sofá con su cabeza y todos nosotros nos obligamos, siguiendo su ejemplo.   Sentándome al lado de John, Justin me llevó hacia su regazo. Besando la parte de atrás de mi cuello, él me abrazó.   Moviéndome incómodamente, tiré de la mano de Justin hasta que el me soltó. Dándome una mirada confusa, le ignoré mientras me deslizaba de su regazo, sentándome por mí misma en el sofá unos cuantos centímetros mas lejos de él.   Frunciendo sus cejas, el entreabrió sus labios para decirme algo cuando Bruce interrumpió.   “¿Estas hambriento man? ¿Quieres algo de comer? Se que la comida allí es jodida como la mier*da.” El exclamó.   Justin negó con su cabeza. “He perdido todo el sentido de mi apetito en ese lugar abandonado de Dios. Ni siquiera se que como es la comida real.”   “Entonces, lo haré como se debe.” Bruce se puso de pie, sonriendo ampliamente hacia él. “Es bueno tenerte de vuelta, man.”   Justin sonrió, asintiendo con su cabeza en mutuo acuerdo. “Es bueno estar de vuelta.”   Chocando sus manos, Bruce caminó hacia la parte trasera de la casa donde estaba el patio exterior, había una barbacoa lista para ser encendida y usada.   “_____, ¿Puedo hablar contigo?” Carly se levantó y antes de que tuviera oportunidad de responder, ella me agarró mi mano, levantándome y tirando de mi dentro de la cocina. “¿Que co*ño crees que estas haciendo?”   “¿De que estas hablando?” Cerré mis ojos hacia ella, sorprendida por su fuerte interrogatorio.   Ella dejo escapar un suspiro de exasperación. “Sabes de que estoy hablando _____.” Cuando no dije nada, ella se pasó los dedos por su cabello. “Justin, _____. Tienes que parar de joderle la cabeza.”   “No estoy--”   “Si, lo estas. No puedes esperar que él no se de cuenta de como de acaramelada estas, besándole un segundo, y después distante.”   “Simplemente estaba en el calor del momento...” Murmuré, mirando hacia abajo a mis dedos.   “No, su liberación fue como lo acabas de describir. En el coche...” Ella sacudió su cabeza, “no tanto.”   “¿Que esperas que haga?”   “Que le digas la verdad sobre como realmente te sientes.” Carly enfatizó, sus ojos me miraban a los míos con tristeza. “Yo estuve allí en medio de todo. Vi lo que él te hizo y como de dolida estabas cuando se lo llevaron. El necesita saber cuanto dolor te causó.”   Tragué saliva, apartando mi mirada, sabiendo que ella tenía razón. No podía aguantarlo por mas tiempo, incluso si quisiera. No importa lo duro que trate de ocultar mi dolor, todavía venía a mi. Mordí mi labio, asintiendo. “Esta bien, lo siento.”   “No tienes nada de lo que disculparte. Se que es duro ... pero es lo mejor para ti.” Ella me lanzó a un abrazo. “La verdad te liberará, _____.”   Asentí, alejándome y metiendo un mechó de pelo detrás de mi oreja. “Tienes razón.” Suspiré. “Es ahora o nunca, ¿no?”   Carly me dio una aguda sonrisa con sus labios, sabiendo justo como de difícil iba a ser para mi. “Estaré aquí si me necesitas.”   “Gracias Carly.” Suspiré, alejándome, volviendo a la sala de estar con Carly siguiendome detrás. Bruce volvió del patio, ahora se unió con los chicos en el sofá, su brazo estaba alrededor de los hombros de Justin mientras ellos discutían algo en voz baja.   Una vez que nuestros pasos de escucharon ellos pararon de hablar, mirándonos hacia nosotras. Bruce murmuró algo en la oreja de Justin, haciendo que el asintiera a cambio.   Sentándome frente a ellos, tomé una profunda respiración, masticando la parte de mi labio inferior. Carly decidió sentarse a mi lado mientras ella posaba una mano en mi pierna, reconfortándome, dándole un apretón para mostrar que ella estaba allí para mi.   Levanté mi mirada para mirarle, dándole una pequeña sonrisa, evitando los ojos de Justin en mi mientras el matizaba para saber porque decidí sentarme donde me había sentado en lugar de a su lado.   “¿De que estáis hablando chicos?” Carly meditó en voz alta, su sonrisa se dirigió hacia los chicos mientras ellos se echaban hacia atrás, sus labios estaban fruncidos, sus brazos ahora estaban cruzados contra su pecho.   “Negocios.” Bruce replicó inteligentemente, sus ojos estaban irradiando en broma.   “¿Y?” Carly hizo una pausa, sus ojos estaban entrecerrados. “¿Que pasa con los negocios?”   “Nada de tu maldita incumbencia.” Justin le disparó en respuesta, su mandíbula estaba apretada, sus ojos estaban duramente en los de ella.   “No creo que estuviera hablando contigo, Bieber.” Carly siseó y supe en ese momento que si las miradas mataran, ellos dos estarían muertos ahora mismo.   “Carly...” Murmuré sacudiendo mi cabeza pero ella eligió ignorarme.   “Creo que esta es mi casa donde te estas sentando ahora mismo así que yo me callaría esa boca tuya realmente rápido.” Justin advirtió, había una tormenta dentro de sus ojos.   “¿O que?” Carly desafió, negándose a ceder bajo sus duras travesuras.   Justin se rió entre dientes oscuramente. “Digamos que aprendí unas cuantas cosas en prisión...” El hizo una mueca con malicia, su rostro estaba limpio de cualquier sentimiento, “cosas que estoy seguro que no quieres que te haga, así que si fueras inteligente, pararías de hablar.”   Carly mantuvo su boca cerrada; sin atreverse a responder y supe que él la había convencido lo suficiente como para que ella se callara.   “Buena chica,” Justin sonrió, sus ojos estaban brillantes con risa pero escondido debajo de ella estaba la seriedad y ahí fue cuando supe, el no estaba bromeando.   “Relax man,” John le interrumpió, sus ojos viajaron de Carly a Justin. “Ella solo estaba bromeando.”   Justin se encogió de hombros. “No parecía así.” Él se echó hacia atrás cómodamente sobre su espalda, apartando su mirada de John para dirigirla a Carly. “¿Solo estabas bromeando?” El lamió sus labios, sus dedos estaban entrelazados en su regazo.   Carly sintió la tensión construyéndose en el aire, su pechó estaba subiendo y bajando, su respiración era entrecortada. Asintiendo con su cabeza simplemente, ella miró abajo hacia sus manos.   “Contéstame.” Justin escupió, su voz estaba cargada de veneno.   Carly levantó su cabeza rápidamente, sus ojos estaban muy abiertos con sorpresa. “¿Que?”   “Ya me escuchaste.” Justin hizo un gesto con sus manos hacia ella. “Contéstame. Asentir es una mier*da, a menos que lo escuche viniendo de esos labios tuyos.”   “Justin...” Bruce empezó pero pronto fue interrumpido por la mano de Justin en el aire, silenciándole.   “No, déjala hablar. Puedo haber estado ausente por unos años pero eso no significa que ella pueda venir aquí faltándome el respeto y metiéndose en nuestros asuntos.” Justin regañó. “Así que, Carly, ¿solo estabas bromeando?”   Carly no dijo una palabra. En cambio, ella se mantuvo en silencio, simplemente mirando fijamente a Justin, sin palabras que decir, por decir lo menos.   “Carls...” Le di un codazo a su costado, tratando de que ella reaccionara.   Sacudiendo su cabeza, ella se mantuvo firme. “No.”   Las cejas de Justin se alzaron con asombro. “¿Que?”   “Ya me oíste,” Ella se sentó con su espalda recta, sin dejar que Justin le afectara mas. “Dije no.”   Justin rió, una sonrisa jugaba en su labios aunque esta no había encontrado sus ojos. “Fuera.”   Nuestras caras cayeron, un inmediato silencio le siguió poco tiempo después. Carly palideció, sin saber como reaccionar ante eso. “¿Que?” Ella murmuró, sorprendida.   “Dije fuera.”   “Justin,” John se levantó. “Relax man.”   “Entonces tu puedes salir con ella si tienes un pu*to problema.” Justin escupió, lanzando dagas con su mirada. “No creas que solo porque ella sea tu chica voy a dejar que las cosas pasen.”   “Todo lo que estoy diciendo es que te relajes, ¿vale? Nadie va a ninguna parte. Esto fue todo solo un malentendido.” El suspiró, pasando su mano por su pelo. “Dile que solo era una broma Carly.” John la miró, sus ojos estaban rogándole para que siguiera.   A pesar de la forma en la que ella se estaba sintiendo, Carly resopló, en absoluto contenta con la forma en al que esto estaba yendo. “Solo fue una broma.” Ella murmuró.   “Lo siento, ¿que?” Justin presionó una palma abierta contra su oreja. “No te escuche.”   Carly frunció su ceño. “Dije que solo fue una broma.” Ella lamió sus labios. “No pretendía faltarte el respeto.” Ella murmuró.   “¿Y?” Justin sonrió y supe lo que él quería. El quería una disculpa.   Carly pronto se dio cuenta también mientras la realización le golpeaba. Luchando contra la urgencia de golpearle en la cara, Carly suspiró. “Lo siento.”   “Estas perdonada, aunque si lanzas algo como eso de nuevo, una disculpa no será suficiente. Simplemente echaré tu cu*lo. ¿Lo tienes?”   Carly asintió, sin atreverse a decir otra palabra sabiendo que si ella lo hacía, serían una cadena de palabrotas todas dirigidas hacia Justin.   John ahora se sentó, contento de que todo esto estuviera acabado y no pude evitar sentir su alivio. Había estado conteniendo mi respiración a lo largo de toda esta situación.   “Entonces,” Marco se levantó. “¿Quien tiene hambre?”   Todos nosotros levantamos nuestras miradas hacia Marco como si el tuviera cinco cabezas. Fuera de todo lo que acababa de pasar, todo lo que el saca de esto, es el hambre?   Me reí suavemente, sacudiendo mi cabeza. “Eres tan raro.”   Marco sonrió. “Tengo que cortar la incomodidad de algún modo,” El guió un ojo en señal de broma. “Así que,” El nos miró a todos nosotros. “¿Soy el único entonces?”   Bruce sacudió su cabeza, poniéndose de pie también. “Te echaré una mano. Venga,” Palmeando una mano en la espalda de Marco, el nos miró a todos nosotros. “Vamos a comer.”   Justin nos miró mientras todos nos levantábamos, sus ojos nunca abandonaron los míos. “Seguid sin nosotros.”   “¿Nosotros?” Marcus le miró.   El asintió hacia mi. “Quiero hablar con _____ un segundo.”   Marcus me miro a sabiendas antes de asentir hacia Justin y desaparecer por el pasillo con el resto siguiéndole detrás.   Le miré. “¿Que es esto?”   “Ven aquí.” El palmeó el espacio a su lado y de inmediatamente mi corazón se aceleró.   “No.” Susurré.   El frunció sus cejas juntas. “¿Porque no?”   Miré hacia abajo a mis manos, sin ser capaz de mirarle a los ojos. “No quiero.”   “No parecías tener un problema en sentarte encima de mi en el coche.” El escupió venenosamente.   “Fue el calor del momento.” Me negué a decirlo en su tono áspero. Iba a mantener el mío propio.   “Fue el calor del momento...” El repitió con una burla. “¿Que co*ño se supone que significa eso?”   “No se suponía que debía pasar.” Le disparé en respuesta. “Eso es lo que significa.”   “¿Y porque demonios no?” El escupió.   “Porque no quiero tener nada que ver contigo.” Murmuré y casi de inmediato la habitación cambió a un mortal silencio. Levantando mi mirada, casi me quedé sin aliento mientras mis ojos encontraban los oscuros y vacíos de Justin.   “¿Que?” Él murmuró en pregunta después de unos segundos de que ninguno de nosotros dijera una palabra.   “Ya me escuchaste,” Giré mis pulgares, mi estómago se rasgaba en pedazos dentro de mi.   “No, creo que no lo hice.” El escupió con incredulidad.   Interiormente me maldije a mí misma, mentalmente preparándome para lo que se iba a derrumbar entre nosotros .   “¿Que quieres decir con que no quieres tener nada que ver conmigo?” El preguntó con severidad, la suavidad estaba teñida en la niebla de su tono.   “No puedo hacer esto.” Susurré, evitando sus ojos. “No puedo pretender que no pasó nada y que tu no estuviste lejos por tres años.”   El negó con su cabeza, desconcertado. “¿De donde viene todo esto?”   “He querido decirte esto desde hace un tiempo...” Murmure suavemente.   “¿Y has decidido que el día que vuelvo es hora de decirme esto?”   Me encogí de hombros.   “Esto no esta pasando ahora mismo.” Él murmuró, su dura mirada estaba en la mía. “Nosotros estábamos bien hace un par de horas. Corriste hacia mi, me besaste, me dijiste cuanto me extrañaste.”   “Te extrañé, pero eso no cambia la forma en la que me siento contigo.” Murmuré, negándome ahora a mirarle en los ojos mientras miraba hacia abajo a mis pies, la punta de mi zapato estaba hurgando en la dureza del suelo, una parte de mi esperaba que un agujero se abriera debajo de mi para tragarme entera.   “¿Como te sientes conmigo?” Justin murmuró con incredulidad.   “Si.” Cerré mis ojos, obligándome a mí misma a permanecer fuerte. “Muchas cosas han cambiado entre nosotros Justin.”   “Joder, sigues diciendo eso pero no entiendo muy bien lo que quieres decir.” El gruñó, su paciencia se estaba acabando. “¿Que cambió?”   “Todo cambió.” Susurré con sequedad. “Cuando me enteré de que te arrestaron...” Me interrumpí, sintiendo un nudo en mi garganta ante los incontables flashbacks que se estaban burlando de mi.   Justin lamió sus labios, inclinándose hacia delante sobre sus rodillas, de manera que sus codos estaban en la parte de arriba, sus dedos estaban entrelazados en el centro del abierto espacio, colgando en el aire. “_____...”   “No.” Murmuré. “Déjame terminar.” Exigí delicadamente, mi voz era pequeña. “Por favor...” Añadí rápidamente, deseando con todo lo que había en mi interior, que él me dejara decir mi parte.   El presionó sus labios juntos en una línea firme, dándome un espacio para que yo siguiera hablando.   “Me sentí estú*pida, insignificante, idio*ta, engañada... no podía hacerme a la idea de que hiciste algo tan descuidado...” Apretando mis ojos dejándolos cerrados de nuevo, tomé una profunda respiración. “Todo era demasiado para asumirlo.” Metiendo un mechón de pelo detrás de mi oreja, mordí mi labio. “Terminé desmayándome la noche en la que te cogieron...”   Sus ojos se abrieron mucho mientras la tristeza envolvía los soles de sus sentidos, sus labios estaban entreabiertos por el evidente shock, claramente sin saber esta pequeña parte de información.   “Mi madre tuvo que recordarme porque terminé allí en primer lugar, cuando me levanté. Luego me enteré de que tenía seis puntos de sutura y terminé teniendo una conmoción cerebral.” Podía sentir sus ojos ardiendo en mi pero no podía dejar que me afectara. “Y para hacer todo mejor,” Hice una pausa, sintiendo el dolor inmenso llegar a mí. “Bruce vino para decirme todo lo demás y mis peores pesadillas se hicieron hecho realidad.”   Se escuchó un golpe en la puerta, sobresaltándome. Volviéndome, me encontré con los cálidos ojos marrones que pertenecían a Bruce e inmediatamente mi estómago se retorció.   “Hey, ¿puedo hablar contigo un segundo? Es urgente.” El parecía nervioso, al borde.   Asentí, sentándome. “Claro, entra.”   Entrando, el se aseguró de cerrar la puerta antes de mirarme. “¿Estas bien? Llamé a tu teléfono y tu hermano me dijo lo que pasó.”   “Si,” Hablé, mi voz era ronca. Inclinándome, agarre el vaso de plástico ya lleno y lo llevé hacia mis labios, tomando un largo sorbo de agua. “Estoy bien.”   Sus ojos se clavaron len los míos con tristeza. “También me dijeron que sabías de lo de Justin...” El murmuró silenciosamente.   Asentí aturdida. “Por eso me desmayé.” Respondí secamente, dejando el vaso de nuevo donde lo había cogido. “¿El esta bien?”   “El esta ...” Bruce se interrumpió, tratando de encontrar la palabra correcta. “Nervioso.”   “Eso es entendible.” Murmuré, mi pecho pesaba con carga.   Bruce miró hacia abajo a sus manos, sin saber por donde continuar a aparte de ahí. “Escucha, hay algo mas que tienes que saber.”   Tragué saliva, sabiendo que había algo mas en su visita y me preparé a mí misma para lo peor. “¿Que es?”   “Lo siento por ser el único en decirte esto...” Él me miró. “Pero Justin no saldrá por un tiempo.”   “¿Que quieres decir?”   “Él esta en un montón de mier*da, _____.” Él lamió sus labios, tirando de su parte inferior en su boca. “No creo que él vaya a ser capaz de salir de esto.”   Las lágrimas llenaron mis ojos mientras negaba con mi cabeza. “No...” Susurré. “No, el va a estar bien.” Hice un gesto con una mano despectivamente. “El va a salir de esto, él siempre lo hace.”   “Ellos tienen pruebas en su contra _____. Ellos le vieron hacerlo. No hay manera de que el pueda salir en libertad. La policía tiene lo que habían estado esperando, durante años. Ellos tienen la prueba para encerrarlo... para siempre.”   No pude parar que las lágrimas cayeran por mis mejillas. “No.” Grité. “No, él dijo que iba a venir. El me dijo que todo iba a estar bien...”   “Lo siento.”   “No!” Grité. “Justin va a estar bien. El va a salir de esto y va a volver a casa.”   “El no va a venir a casa, _____.” Bruce se movió hacia delante para intentar consolarme.   “El va a venir!” Grité. “El me va a visitar y me va a decir que lo siente por perderse la cena y que el me lo va a compensar.” Lloré, golpeando mis pu*ños contra el pecho de Bruce.   “No, el no va a volver _____.” Bruce trató de hacerme razonar, mis pu*ños no hacían nada mientras el me dejaba golpearle, tratando de capturar mis manos mientras tanto.   “Justin me dijo él mismo que el lo iba a hacer. El no me mentiría Bruce.” Negué con mi cabeza, tratando de convencer no solo a él sino a mí misma.   “El hizo falsas promesas, _____.”   “No!” Grité aún mas fuerte, mis manos volaban en todas las direcciones, tratando desesperadamente de que se fuera.   “______!” Bruce agarró mis muñecas, deteniéndome de que le golpeara mas allá. “El se ha ido.” El susurró y eso fue la ultima gota antes de que me rompiera en los brazos de Bruce esa noche, llorando histéricamente.   “Me prometiste...”   “Esperaba.” Justin habló por primera vez desde que empecé a hablar. “Esperaba que algo como esto no pasara y no hubiera pasado si Luke no me hubiera tendido una trampa.”   “Piensas con tu ira en vez de con tu cabeza. ¿Pensaste siquiera sobre como esto me podría afectar?” Le miré fijamente en shock por su arrogancia. “¿De verdad pensaste que Luke no haría un truco como ese? Si no me equivoco, Bruce te ha dicho innumerables veces que no hagas un golpe contra alguien justo después de que ellos te interroguen. Que esperes, y eso es lo que deberías de haber echo, pero a cambio, hiciste lo que siempre haces. Nunca escuchas.”   “¿Como co*ño podría haber dejado ir posiblemente a ese hijo de pu*ta sabiendo lo que hizo--” Tomando una profunda respiración, Justin bajó su cabeza durante un breve momento antes de mirarme. “Yo-- ¿Porque el repentino cambio de corazón?” El se frotó la parte de atrás de su cuello. “Estábamos bien y ahora ... estamos, ni siquiera se el que.” El susurró.   Luché contra la urgencia de rodar mis ojos. “No lo entiendes, ¿verdad? No soy la misma chica que tú dejaste hace tres años.”   “Nunca te dejé.” Él siseó. “Siempre estuve allí... en tu corazón y tu sabes eso.”   “Tu no estuviste allí físicamente y eso es lo que yo necesitaba. Necesitaba consuelo; necesitaba escuchar que todo iba a salir bien.” Le miré. “Y tu no podías hacer eso.”   “Si hubiera podido, lo hubiera hecho sabes que es esa es la verdad.” El respondió en voz baja, la tristeza envolvía sus ojos mientras el miraba a través de la habitación hacia mí.   “Ya no se cual es la verdad, cuando se trata de ti.” Respondí sinceramente.   “Significas todo para mi.” El murmuró, mas para él que para mi, como si el estuviera compartiendo un secreto. “Todo el tiempo que estuve encerrado como un animal en esa celda abandonada por Dios, todo lo que podía pensar era en ti; tu tacto, tus besos, tu sonrisa, tu pelo, tus ojos, solo...” El me miró. “Tu.”   “Basta.” Negué con mi cabeza. “Nada que digas o hagas va a hacer esto mejor.”   Él me miró hacia mi con completa incredulidad, sin ser capaz de creer las palabras que salieron de mi boca. “¿Que puedo hacer para hacerte cambiar de opinión?”   “Nada,” Murmuré. “No hay nada que puedas hacer porque ya tengo mi opinión.” Susurré en voz baja.   “No puedo perderte.” Justin susurró, sus hombros estaban caídos, sus dedos ahora estaban en su pelo. “No puedo perderte, maldita sea!” El gritó, poniéndose de pie rápidamente mientras tiraba la mesa, haciendo que cayera con un fuerte golpe. Miré fijamente, con tristes y confusos ojos mientras el paseaba por el suelo, murmurando palabras incoherentes bajo su respiración antes de voltearse para mirarme. “No puedes dejarme.” El murmuró, derrotado consigo mismo por su débil debilitación ante mi presencia. “No después de todo lo que hemos pasado...”   Tragué saliva, sintiendo las lágrimas punzar en la parte trasera de mis ojos. Negué con mi cabeza, tratando de deshacer la simpatía que arañaba en mis entrañas. “No podemos hacer esto mas.”   “¿Hacer que?” El escupió, incapaz de entender de donde venía. “Te amo, ¿no es eso suficiente?”   “Si me amaras no me hubieras mentido!” Desprecié, la ira ahora estaba apoderándose de mi y ahí fue cuando supe que finalmente había tenido suficiente. “Me prometiste que estarías allí. Me dijiste que llegarías tarde pero me dijiste que lo harías.” Mi barbilla temblaba mientras aguantaba la necesidad de llorar. No me iba a debilitar y hundirme. Traté tan duramente de recomponerme y de ninguna manera en el infierno iba a romperme de nuevo.   Justin me miró, sorprendido por mi repentino arrebato.   “Ni siquiera me dijiste que Luke me estaba viendo...” Hice una pausa, apretando mis ojos dejándolos cerrados. “Tuve que averiguar a través de John que Luke estuvo allí ... en mi cama,” Mordí mi labio, sin ser capaz de creer las palabras que salían de mi boca al igual que no podía creer a John cuando el me dijo por primera vez. “Él me tocó y tu me hiciste creer que era algo mas! Me hiciste pensar que simplemente estaba imaginando cosas pero en realidad sabías quien era y no tuviste el atrevimiento de decirme que era Luke?!”   “Iba a manejarlo! Por eso no te lo dije!” El gritó, tirando de los extremos de su pelo, sus ojos tenían un color marrón oscuro. “No quería preocuparte. Pensé que iba a deshacerme de él y no habría nada de lo que preocuparse--”   “Pero a cambio te arrestaron.” Me atraganté, mirando hacia abajo a mis manos mientras sentía una caliente sustancia deslizarse por mi mejilla y fue entonces cuando supe que yo me había fallado a mí misma. “Dios, ¿como pudiste ser tan estú*pido?”   “Estaba tratando de protegerte!” El gritó.   “Protegerme,” Le imité con una burla. “¿Protegerme de que?” Escupí, la tirantez entre nosotros se estaba extendiendo rápidamente.   “Luke.” El disparó de nuevo,” Al principio, cuando me enteré de que ese hijo de pu*ta que no sirve para nada te estaba viendo--”   “Espera, ¿que?” Le miré en shock.   Justin se quedó inmóvil, maldiciéndose a sí mismo mentalmente. “Joder,” El dijo con voz áspera, frustrado consigo mismo.   “¿El me estaba viendo?”   Justin me miró. “Sí.” El afirmó, pasando una mano por su pelo una vez mas como si el recuerdo estuviera todavía claro en su cabeza. “Él me llamó esa noche y me dijo exactamente lo que llevabas por eso vine, para mantenerte a salvo.”   “Wow, esto se pone cada vez mejor y mejor,” Herví con una fuerte respiración, la ira latía en mis venas. “¿Alguna cosa mas que me escondieras esa noche?”   “No.” Justin susurró antes de negar con su cabeza, calmándose a sí mismo. “Lo siento,” Él murmuró. “Si pudiera retroceder todo, lo haría. Pero, no puedo.” El tomó una profunda respiración, sus manos en sus caderas mientras el se preparaba mentalmente por lo que estaba a punto de venirse abajo entre nosotros. “Cuando me dijiste que sentiste a alguien tocarte y no era yo... me perdí. Todo lo que podía pensar era en mantenerte fuera de peligro y matar a ese hijo de pu*ta para siempre, pensé que estaba bien, por poner sus manos sobre ti.”   Las lágrimas pincharon en las esquinas de mis ojos. “Mi familia finalmente te dejaba entrar... ellos por fin nos aceptaban, las cosas estaban volviendo a la normalidad...” Levanté mi mirada para mirarle, mi visión estaba borrosa mientras negaba con mi cabeza. “Pero tu arruinaste todo.” Susurré.   “Podemos arreglar esto.” El declaró con sus ojos desesperados. “Se que podemos. Al igual que todo lo demás, podemos trabajar en ello. Hemos pasado por cosas peores--”   “Por favor,” Alcé mis manos hacia arriba, burlándome. “Por favor dime como hemos pasado por cosas peores.” Le miré con incredulidad, como si él hubiera perdido su cabeza. “Hemos pasado por muchas cosas, si, pero nada ... nada se compara a esto.”   “Te dije desde el principio,” Él hizo una pausa, apretando con fuerza sus ojos, tomando una profunda respiración mientras el la dejaba escapar a través de su nariz antes de abrirlos y mirarme con los ojos en ángulo recto. “Que esto no iba a ser fácil. Te dije que mi vida no era un camino de rosas y sabes que me dijiste?” El no esperó para que yo contestara; el en cambio, lo hizo por mi. “Me dijiste que no te ibas a ir. Que tu estarías allí para mi no importaba cuantas veces la jodiera.”   “Y tu me prometiste que nunca me harías daño.” Me atraganté en mis lágrimas, mirándole con todo el dolor que pude reunir. Toda las emociones que contuve en mi durante los últimos tres años se estaban desplegando ante nosotros. “Me dijiste que ibas a estar allí... me dijiste que no te harían daño. ¿Recuerdas eso?”   Él se quedó inmóvil en su lugar, sabiendo que el lo había hecho. El hizo la única cosa que el nunca pensó que podría hacer; el me rompió en mil pedazos. “______...”   “Mentiste... me hiciste creer que las cosas iban a estar bien entre nosotros! Me diste esperanza de que por fin podríamos estar juntos sin el innumerable drama pero todo era solo una gran mentira, ¿no?”   “No,” El negó con su cabeza. “Pensé que iba a acabar también! Por eso maté a Luke; quería que desapareciera! Necesitaba que se fuera, así no tendría nada por lo que preocuparme.” El pasó sus manos por su pelo por alrededor de la tercera vez, tirando de los extremos por la frustración. “No quería mentirte, quería decirte pero no podía irme y ocuparme de Luke sabiendo que tu estarías esperándome. No podía pasar por eso!”   “Pero a cambio, preferiste que lo viera en las noticias?” Le miré con los ojos muy abiertos, me puse de pie en completa y absoluta incredulidad. “Prefería haber sabido al menos que ibas a hacer alto tan peligroso ... tan descuidado y pensar en las posibilidades, en vez de tener que enterarme por alguien que no fueras tu!” Grité histérica. “¿Sabes lo doloroso que fue darme cuenta de lo que había pasado y que tu no serías parte de mi vida durante un muy ... muy largo tiempo?”   “Nunca quise hacerte daño.” El habló suavemente, sus ojos brillaban en lo que parecían lágrimas.   “No importa Justin, porque no importa el que, no habrá alternativa de lo que pasó. Lo hecho, hecho esta.”   Las manos de Justin cayeron a sus costados, sus hombros estaban caídos, sabiendo que él no iba a ganar esta batalla conmigo. “Tu eres mi vida.” El susurró, desgarrado. “Tu eres mi todo. Sin ti, no soy nada.”   “Estoy segura de que puedes encontrar a alguien mas.” Murmuré.   “Nadie se compara a ti.” El me miró como si yo hubiera oficialmente desaparecido de mi mente. “Podría salir con alrededor de mil chicas y ninguna de ellas serían capaz de aguantar un día en mi vida. Tu eres la única para mi; tu siempre has sido la única para mi.”   “No hagas esto.” Susurré, apretando mis manos en mis puños, tratando de bloquearle para que me convenciera de lo contrario.   “¿Hacer que?” El habló en voz baja.   “Decir cosas como esa... sobre todo cuando no quieres decirlas.” Me moví en mis pies, tragando la presión.   El me miró con incredulidad. “¿Como puedes decir eso después de todo? Sabes malditamente bien lo mucho que significas para mi y lo mucho que te amo. No importa cuantas veces la cag*ue, tu sabes, en el fondo tu también me amas.”   Miré mientras el miraba fijamente a mis ojos, sus manos estaban en sus bolsillos, su pecho subía y bajaba de una forma irregular.   Mordiendo mi labio inferior, aparté mi mirada, sin ser capaz de mantener su mirada mas. Arrastrando mis pies, metí un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.   Nos quedamos así durante un tiempo, ninguno de los dos decía nada o se movía hasta que Justin empezó a caminar hacia mi. Mi aliento estaba retenido en mi garganta mientras me daba cuenta de que Justin cada vez estaba mas cerca hasta que el finalmente se puso de pie justo en frente de mi, el impecable calor irradiaba de él. Me quedé inmóvil, sin ser capaz de retroceder.   Inclinándose, Justin rozó sus dedos contra mi mejilla, su respiración empezaba a ser irregular.   “¿Qu--Que estas haciendo?” Susurré, cerrando mis ojos bajo su suave tacto.   El se mantuvo en silencio, sus dedos rozaban mi piel, moviéndose a través de mi labio inferior. “Eres tan sexy cuando estas nerviosa.” Él murmuró, su caliente inhalación chocaba contra la mía.   “Justin...” Comencé, sin palabras.   Mirándome hacia abajo, el apretó mi barbilla, llevándola hacia arriba para mirarle mientras su otra mano agarraba mi cadera, acercándome. Inclinándose, el presionó sus labios en la base de mi cuello, besándolo suavemente antes de hacer su camino hasta enterrar su cabeza en mi cuello. “Te amo.” Él murmuró.   Dejé escapar un inestable resoplido, sorprendida por su repentino toque hipnotizador.   Pasando su nariz a lo largo de mi cuello y hacia mi hombro, el se apartó pero no lo suficiente como para alejarse. El se mantuvo cerca, sus labios estaban a solo centímetros de los míos. “Vamos a hacer esto funcionar.” El susurró. “Haré cualquier cosa para hacerte sonreir de nuevo.”   Luché contra el impulso de llorar, mi corazón latía por sus palabras. “Quiero creerte...” Empecé a sacudir mi cabeza, mis dientes se clavaron en mi labio inferior.   “Entonces hazlo.” Él murmuró. “Créeme cuando te digo que haré que me ames de nuevo.”   Dejé escapar un pequeño gemido, mis ojos estaban en los suyos tristemente. Nunca dejándolos; quería decir pero me mantuve de decir nada en absoluto.   “Haré cualquier cosa para demostrarte cuanto lo siento. Se que no puedo compensarte el tiempo que hemos perdido pero te aseguro que puedo tratar de ganarme tu confianza de nuevo.”   Le miré a través de mis pestañas, los latidos de mi corazón se aceleraban mientras el se acercaba mas a mi. “No voy a renunciar a nosotros.” El murmuró. “Voy a luchar con uñas y dientes por ti. No te voy a dejar ir no importa lo duro que tu trates de alejarme.”   Mordí mi labio, sin saber que decir. Se suponía que debía de estar enfadada con él pero una parte de mi no podía evitar caer en las palmas de sus manos. “¿Lo prometes?” Jadeé hacia dentro, sabiendo que estaba cavándome un agujero mas profundo de lo que estaba cuando empecé.   Presionando su frente contra la mía, Justin miró amorosamente mis ojos. “Con todo mi ser, cariño.” Besando mi nariz, el la acarició poco después con la suya. “Vamos a estar bien...” El besó mis labios. “Lo prometo.”

Danger's backDonde viven las historias. Descúbrelo ahora