“You’re my world you know that” -- “Tu eres mi mundo, sabes eso?”
Habían pasado tres días ahora desde que Marcus fue dado de alta del hospital y todo el mundo finalmente se las arregló para relajarse lo suficientemente para disfrutar sus últimos días en Barbados.
Los chicos no habían hablado con Leo desde su encuentro en el hospital, sin ser capaces de mirarle a él a los ojos después de lo que ellos habían descubierto. Ellos habían informado a Marcus de toda la situación, haciéndole saber lo que el se había perdido mientras el se estaba recuperando.
Las chicas no sabían nada y por lo que a ellas respecta, Leo se había tomado unos cuantos días de descanso para restablecer lo que había pasado en el club, ajenas a al verdad.
“¿Estas bien?” Kadra preguntó por quinta vez esa mañana ganándose un frustrado gruñido de Marcus que reposaba en una tumbona, dejando que su piel absorbiera el sol, el doctor le hizo saber que estaba bien siempre y cuando el tuviera su herida cubierta.
“Estoy bien,” Marcus murmuró a través de sus dientes apretados, pellizcando el puente de su nariz. “Y estaré bien dentro de diez minutos también, así que déjalo, ¿vale?” Su paciencia finalmente había disminuido, sin ser capaz de soportar los constantes zumbidos de Kadra cada pocos minutos, su preocupación solo se añadía al estrés de él.
Kadra frunció el ceño, “Lo siento. Ya sabes, simplemente me preocupo--”
Marcus sacudió su cabeza, mirando hacia ella. “Me estas sofocando nena.” El admitió calmadamente.
Abriendo su boca, Kadra hizo un puchero, normalmente para ahora ella estaría discutiendo pero ella pensó lo contrario mientras se alejaba de él, suspirando profundamente. “Lo que sea,” Ella murmuró, “Pero cuando empieces a sangrar de nuevo, no te atrevas a venir llorando a mi.”
Sabiendo que el lo había hecho ahora, Marcus se estiró hacia ella pero no la cogió mientras ella se apartaba del camino. “Kadra...”
“Lo siento; Kadra no esta disponible. Su novio esta siendo un imb*écil y ella no esta de humor para hablar ahora mismo. Por favor dígale a él que vuelva cuando deje de ser un cab*ron. Beeeeeeeep!” Kadra espetó con una dulce, sarcástica voz antes de echar una fulminante mirada e irse, marchándose con paso airado en la dirección de las chicas.
Dejando caer su cabeza hacia atrás con fastidio, Marcus tiró sus brazos en el aire, “¿Porque yo?” El gritó en el aire antes de gruñir molesto.
“Ella vendrá,” Marco ligeramente palmeó su hombro, tomando un trago de su cerveza y sentándose en la silla a su lado, su pecho bronceado estaba mojado del agua. “Ellas siempre lo hacen.” El susurró burlonamente mientras el le daba a Marcus una botella de agua.
“Gracias por las palabras de aliento,” Marcus murmuró antes de quitar el tapón y tomar un trago de agua, dejando que la fría sustancia se deslizara por su garganta, aliviándole ligeramente.
